Política

Estados Unidos

El voto joven, decisivo en las urnas

Un 40% de los electores entre 18 y 29 años tiene previsto ir a votar, el doble que en 2014, cuando se impusieron los republicanos

Estudiantes de la Universidad Central de Florida bailan en un autobús durante un acto organizado para animar a los jóvenes a participar en las elecciones legislativas de mañana / Ap
Estudiantes de la Universidad Central de Florida bailan en un autobús durante un acto organizado para animar a los jóvenes a participar en las elecciones legislativas de mañana / Aplarazon

Un 40% de los electores entre 18 y 29 años tiene previsto ir a votar, el doble que en 2014, cuando se impusieron los republicanos.

Mañana todas las miradas estarán centradas en ellos. Los jóvenes podrán tener mucho que ver con las decisiones que se tomen a partir de ahora en el Congreso de EEUU y su voto podría ser decisivo en estas elecciones de mitad de mandato. Tradicionalmente reservadas para un perfil de votante de hombres blancos de avanzada edad, los milenials y su diversidad se van abriendo paso dentro y fuera del escenario político del país.

Tan sólo uno de cada cinco menores de 30 años votó en las anteriores elecciones legislativas de 2014. Cuatro años después, sin embargo, lo hará un 40% de estadounidenses de entre 18 y 29 años. Así lo pone de manifiesto una encuesta publicada por Universidad de Harvard. Una cifra récord que podría suponer una de las mayores participaciones de jóvenes en décadas. Los demócratas, con un 41%, contarían con el doble de apoyo que los republicanos (21%), según los resultados del sondeo, siendo el 35% para los declarados independientes.

Otra de las novedades de estos comicios es que el voto anticipado se ha disparado hasta los 24 millones de personas, frente a los 12 millones de 2014. La clave de ese aumento está protagonizada especialmente por la gente joven y también por los latinos. Un colectivo que va ganando fuerza y que cuenta ya con una amplia representación nacional. Se espera que en 2050 un tercio de la población estadounidense sea de origen hispano.

Diego Quiñones llegó desde México a EEUU a los 7 años de manera irregular. Su madre lo trajo con ella al país en busca de oportunidades. Ahora tiene 28 años, es licenciado en Ciencias Policías por la Universidad de Arkansas y, tras un breve paso por el Senado, dirige el Foro Latino para el Partido Demócrata en ese estado.

Diego es un dreamer, uno de los casi 800.000 niños que se acogió al programa DACA que Trump quiso eliminar el año pasado. Su situación de indocumentado le impide votar, pero asegura estar “en una posición muy especial porque mi trabajo en el Partido Demócrata me deja ver que hay una gran emoción por estas elecciones”. Diego está en contacto con muchos jóvenes que quieren participar en los próximos comicios del 6 de noviembre. “Sean Demócratas o Republicanos, el entusiasmo ha incrementado. Aunque hablando con muchos votantes del estado de Arkansas, he notado que ese entusiasmo todavía sigue siendo muy bajo”, asegura en entrevista para LA RAZÓN.

Lisa y Nick, estudiantes de la Universidad John Hopkins en Washington, sí podrán depositar su voto en las urnas el martes: “Votar es una gran responsabilidad que tenemos como jóvenes, votemos a quien votemos. No podemos dejar que el silencio y la inacción decidan por nosotros”, reclama la estudiante. “El futuro de nuestro país también depende de nuestros votos”, añade él. Como ellos, cientos de miles de jóvenes alzan la voz y el voto en unos comicios decisivos para el futuro del país, donde los Republicanos aspiran a mantener la mayoría en el Congreso y los Demócratas a arrebatársela.

La información detallada por estados del reciente análisis de la plataforma TargetSmart, muestra que los votantes de 18 a 29 años triplican o incluso cuadruplican las cifras registradas en las elecciones de 2014. En Pensilvania y Nevada, territorios electoralmente muy competitivos, el voto anticipado de la gente joven ha aumentado en un 411% y un 363 %, respectivamente. En los estados de Arizona y Florida, donde se pronostican resultados muy ajustados entre candidatos demócratas y republicanos, un 182%, y 109%, respectivamente. Sin olvidar Texas, donde la tasa de votantes jóvenes es cinco veces mayor que en 2014, con 503%, y Georgia, con un 476 %.

Las tasas de registro del voto joven aumentaron significativamente a nivel nacional y en esos estados clave tras el tiroteo en la escuela de Parkland, en Florida. La impotencia y el dolor causados por la muerte de 17 menores que conmocionó a estudiantes de todo el país dió inicio a movimientos como “Marcha por Nuestras Vidas” y convocatorias masivas a nivel nacional contra el uso de armas. En la actualidad, EEUU cuenta con más de 25 grupos de activistas liderados por jóvenes y que han protagonizado algunas de esas manifestaciones históricas.

Otros factores también han influido en la movilización de los jóvenes al voto, como las redes sociales y el apoyo de rostros públicos, jugado un papel fundamental en el cambio y al que se ha sumado el propio Barack Obama. Su anuncio en clave de humor desmontando “7 excusas frecuentes para no ir a votar” fue igual de llamativo que la publicidad de psicología inversa lanzada por la organización ACRONYM con mensajes como “¡No votes!”. Precisamente la que fue directora de estrategia digital del expresidente Obama, Tara McGowan, es la fundadora y responsable de esa publicidad con la que se pretendió fomentar el voto joven hacia candidatos demócratas con “campañas modernas para construir poder progresista”, como se presenta la organización.

El sentir de las calles se ha trasladado a las urnas, también en términos de representación. Los jóvenes están batiendo récords históricos en estos comicios, con 700 candidatos de edades comprendidas entre los 22 y los 37 años. La gran mayoría de ellos por el partido Demócrata. La clave del éxito en la participación de los más jóvenes en estas elecciones legislativas de mañana podría estar en recuperar la motivación que no tuvieron en las elecciones presidenciales de 2016.