Escondido en un lugar «seguro» de la ciudad de Hong Kong

Pekin- Snowden lleva en paradero desconocido en Hong Kong desde el pasado 10 de junio. Mientras en Estados Unidos le acusan de espionaje, robo y uso indebido de bienes del Estado, la ex colonia británica y Pekín guardan silencio sobre su posible extradicción. Las únicas informaciones que trascienden sobre el ex agente de la CIA lo hacen a través de las exclusivas publicadas por el periódico «South China Morning Post». Según el rotativo, Snowden se encontraría en un lugar «seguro» de la ciudad de Hong Kong, pero no estaría ni bajo protección policial ni habría sido contactado con oficiales antiterroristas, como afirmaban otros medios. Tras conocerse las intenciones de Washington de perseguir al filtrador del programa masivo de escuchas de los servicios secretos norteamericanos, se había especulado con la posibilidad de que la policía le había dado protección y comprobado sus documentos, para confirmar que no había sobrepasado el tiempo permitido de estancia legal en la ex colonia británica. Snowden recurrió en su día a un medio chino, «Apple Daily»para detallar las acusaciones directas contra Estados Unidos, entre ellas las prácticas llevadas a cabo en los últimos cuatro años de acceder a los mensajes de texto de las principales empresas de telecomunicaciones en China, ataques a las sedes principales de la Universidad de Tsinghua (uno de los centros educativos más reputados de China), así como piratear ordenadores de la sede central de la empresa Pacnet en Hong Kong, dueña de una de las redes más extensas de cables de fibra óptica.

Las redes sociales en China debaten el «caso Snowden» y los comentarios oscilan desde los que ven en Snowden un «heróe americano», hasta los que piden que Hong Kong «no esuche a los demonios americanos». También hay quien defiende ignorar las peticiones de Estados Unidos para detener al joven ex analista de la SNA y quienes dudan de la viabilidad de una larga estancia de Snowden en Hong Kong sin pedir asilo en alguna embajada como la de Islandia.

Tanto Hong Kong como Pekín quieren librarse a todas luces de la «patata caliente» que supone este escándalo de ciberespionaje y evitan de momento hacer comentarios o un movimiento claro de fichas. Hay que tener en cuenta que aunque existe un tratado de extradicción vigente entre Hong Kong y Estados Unidos, la que fue colonia británica hasta 1997 tiene un alto nivel de autonomía, pero Pekín sigue teniendo un gran poder para intervenir en asuntos diplomáticos y de defensa. China podría, por tanto, acoger a Snowden si considera que no está entre los intereses de su política exterior devolverle a Estados Unidos. Si fuera arrestado, tendría angtes que acudir ante un tribunal. Pagar una fianza sería impensable y sería llevado probablemente al centro de alta seguridad de Kowloon. Otra de las opciones a las que podría acudir Snowden sería la de pedir asilo al Comité de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que es quien gestiona la mayoría de las peticiones de asilo formuladas desde Hong Kong.