Terrorismo

El Estado Islámico considera que el voto es blasfemo y lo abolirán donde logren imponerse

Alegato contra las democracias por conceder los mismos derechos a los infieles que a los musulmanes

Portada del panfleto del Estado Islámico
Portada del panfleto del Estado IslámicoRedes

Las personas que votan por cualquier gobierno apóstata y sistema infiel también son infieles porque son la base de este sistema. Los votos de estas personas son los instrumentos de este sistema infiel”. Esta es la posición del Estado Islámico (Daesh, Isis) y la que regiría en los países que logran dominar. Cualquier atisbo de democracia y derechos, en especial los de las mujeres quedarían borrados del mapa. Un aviso para los que no terminan de interiorizar el peligro de estos terroristas.

Según ellos, la organización resultante de las votaciones se basa en los principios de la democracia y la blasfemia. Por ejemplo, las decisiones sobre lo que es halal (legal) y lo que es haram (ilegal), así como la lucha contra el terrorismo (sic) y la defensa de las leyes de la nación, serán aprobadas por el pueblo”.

“El primer paso es reconocer y aceptar las leyes vigentes del país, ya que cualquiera que no cumpla con estas leyes no tiene cabida en una organización y no tiene derecho a votar. Cualquier organización que no cumpla con esta ley tiránica no podrá operar”, advierten.

“La segunda etapa de apostasía de los votantes es mantener su creencia legalmente permisible en organizaciones políticas y partidos de diferentes religiones en el país. Entre ellos se encuentran los comunistas, los laicos, los conservadores, los judíos, los cristianos, los sijs, los hindúes y otros. Conceder igualdad de derechos, permitirles elegir a un candidato entre los no creyentes, proporcionarles libertad para practicar su fe y sus medios de comunicación o mostrar amistad en lugar de absolución, se consideran violaciones”.

“En una democracia, --se escandalizan-- el principio es que la opinión de la mayoría debe ser válida. Es importante tener en cuenta que no hay diferencia entre infieles y musulmanes, y todos tienen el mismo derecho al voto.No hay diferencia entre el creyente y el pecador. Ÿ El voto no está diferenciado por género. El presidente puede ser hombre o mujer, e incluso un infiel puede ocupar el cargo. Esta herramienta promueve el nacionalismo y el patriotismo al limitar las opiniones de los musulmanes extranjeros”.

“El uso de la yihad está prohibido, y la lucha debe basarse en la creencia en la blasfemia. Después de las elecciones, una persona se convierte en presidente o primer ministro durante un período determinado. Las acciones de ese Islam se consideran violaciones flagrantes contra el Islam, y aquellos que las cometen son considerados apóstatas sin ninguna excusa”, concluyen.

En este caso, los yihadistas se refieren a Pakistán, pero vale para todos los países.