Terrorismo/narcotrafico
Estados Unidos evalúa sus riesgos para el año que viene, con el yihadismo y el hackivismo como factores preocupantes
China, Rusia e Irán son los países que se configuran como peligros potenciales para las infraestructuras críticas y la economía
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos ha hecho una evaluación de las amenazas que pueden afectar al país durante el próximo año, con especial atención a los ataques yihadistas y los hackivistas que puedan llegar desde China, Irán y Rusia. Entre otros, señala los siguientes factores de riesgo.
Seguridad pública: Se espera que el entorno de amenaza terrorista en el territorio nacional se mantenga alto durante el próximo año. Esto se debe a una confluencia de factores, incluidas las posibles respuestas extremistas violentas a los acontecimientos sociopolíticos internos (en particular, el ciclo electoral de 2024) y los acontecimientos internacionales como el actual conflicto entre Israel y Hamás. Los delincuentes (actores) solitarios y los grupos pequeños siguen planteando la mayor amenaza. Mientras tanto, las organizaciones terroristas extranjeras, entre ellas ISIS (Estado Islámico) y Al Qaeda, mantienen su intención permanente de realizar o inspirar ataques en el territorio nacional.
Drogas ilegales: Las drogas ilegales que actores criminales nacionales y transnacionales introducen y venden de contrabando en Estados Unidos siguen representando una amenaza letal para las comunidades de ese país. El DHS ha aumentado los recursos para abordar esta amenaza, ha incautado más fentanilo en los dos últimos años fiscales que en los cinco años anteriores juntos y está invirtiendo en nueva tecnología para aumentar las capacidades de detección. Gracias a estos y otros esfuerzos, el número de muertes por sobredosis ha disminuido en más del 10 por ciento en los 12 meses previos a abril de 2024, la mayor registrada en la historia. El fentanilo y otros opioides sintéticos siguen siendo las drogas más letales que se trafican en el país y siguen representando una amenaza para la seguridad nacional. La cocaína y la metanfetamina adulteradas también representan una amenaza.
Operaciones de influencia y represión transnacional: Prevemos que la seguridad pública se verá amenazada por actores estatales que utilizan tácticas subversivas en un esfuerzo por fomentar la discordia y socavar la confianza en las instituciones internas de Estados Unidos. Actores extranjeros malignos buscan atacar a minorías étnicas y religiosas, disidentes políticos y periodistas en Estados Unidos para silenciar y acosar a sus críticos en el extranjero.
Seguridad fronteriza e inmigración: Las einterceptaciones de inmigrantes en nuestra frontera han disminuido de manera constante desde principios de 2024 y han disminuido aún más desde que se anunció la emisión de la Proclamación Presidencial y la Norma Final Provisional complementaria (IFR) el 4 de junio, disminuyendo más del 55% en los últimos cuatro meses. No obstante, esperamos que algunas personas con conexiones criminales intenten seguir explotando a los migrantes. El DHS sigue muy concentrado en identificar a quienes puedan representar una amenaza para la seguridad pública o la seguridad nacional y evitar que ingresen a los Estados Unidos.
Seguridad de la infraestructura crítica: Se espera que los adversarios nacionales y extranjeros sigan atacando nuestra infraestructura crítica mediante ataques físicos, cibernéticos y de posicionamiento anticipado. Se espera que la República Popular China (RPC), Rusia e Irán sigan siendo las amenazas extranjeras más apremiantes para nuestra infraestructura crítica. Los estados-nación, los hacktivistas criminales y los delincuentes con motivaciones financieras probablemente perfeccionarán sus técnicas para interrumpir los servicios estadounidenses o realizar espionaje centrado en obtener acceso a las redes estadounidenses y a las entidades de infraestructura crítica. Evaluamos que los extremistas violentos nacionales y extranjeros seguirán pidiendo ataques físicos a la infraestructura crítica para promover sus objetivos ideológicos y, en respuesta a los conflictos y crisis internacionales.
Seguridad económica:Nuestros adversarios –incluida la República Popular China– continuarán con políticas y prácticas no mercantiles, espionaje económico y herramientas económicas coercitivas, y adquisición ilícita de tecnologías y propiedad intelectual para socavar la competitividad de Estados Unidos y sus socios.
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