Factor sorpresa

Chernóbil, la clave en el conflicto entre Rusia y Ucrania: por qué es importante en una posible invasión

Más de 35 años después de la explosión en la central nuclear Vladímir Illich Lenin, este lugar inhóspito vuelve a entrar en juego en una guerra “inminente”

Chernóbyl representa la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Se trata de una zona pantanosa y con densos bosques, con una distancia de apenas 17 kilómetros entre el territorio y la frontera con Bielorrusia.
Chernóbyl representa la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Se trata de una zona pantanosa y con densos bosques, con una distancia de apenas 17 kilómetros entre el territorio y la frontera con Bielorrusia.José Luis Montoro

Corría el año 1986 cuando tuvo lugar la tragedia considerada como el peor accidente nuclear de la historia y uno de los grandes desastres medioambientales. El 26 de abril de ese año, explotó el reactor número 4 de la central nuclear Vladímir Illich Lenin de Chernóbyl, situada al norte de Ucrania -que en ese momento pertenecía a la Unión Soviética- después de una serie de errores fatales que causaron un fatal desenlace para los habitantes y los seres vivos de la zona.

Alrededor de 335.000 personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares, a los que no pudieron regresar. Hubo un total de 31 fallecidos en las dos semanas posteriores al accidente, que generó una gran alarma a nivel internacional tras detectarse niveles medios de radioactividad en 13 países de Europa Oriental y Central, y los científicos calculan que la zona que hay alrededor de la central no podrá ser habitada hasta dentro de 20.000 años.

A día de hoy, ese accidente continúa rodeado de misterio. Varias incógnitas continúan abiertas y diferentes cuestiones permanecen sin resolver. Más de tres décadas después, este lugar inhóspito vuelve a entrar en juego y podría convertirse en una pieza clave en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania. Chernóbyl representa la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Se trata de una zona pantanosa y con densos bosques, con una distancia de apenas 17 kilómetros entre el territorio y la frontera con Bielorrusia.

La tensión y preocupación por parte de las autoridades ucranianas se incrementó en las últimas semanas ante el aumento de tropas rusas y la cooperación militar entre Moscú y Minsk.Ucrania no descarta que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordene tomar este “peligroso camino” hasta la capital a sus tropas. Desde Ucrania alertan de la relación entre el mandatario ruso y su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, suficiente para que el Ejército de Rusia entre a Bielorrusia, y desde ahí se dirijan a Kiev, “engañando” a las tropas internacionales.

Chernóbyl representa la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Se trata de una zona pantanosa y con densos bosques, con una distancia de apenas 17 kilómetros entre el territorio y la frontera con Bielorrusia.
Chernóbyl representa la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Se trata de una zona pantanosa y con densos bosques, con una distancia de apenas 17 kilómetros entre el territorio y la frontera con Bielorrusia.José Luis Montoro

Rusia ha concentrado más de 127.000 soldados en la frontera con Ucrania, lo que ha provocado una seria alerta en Europa y Estados Unidos. Pero Chernóbyl podría ser la baza de Putin que nadie espera. Países como Reino Unido, Estonia, Letonia y Lituania, así como EE.UU., ya han desplegado sus tropas cerca del país ucraniano, y otros como España han enviado apoyos que están por llegar.

En la extensión que rodea el territorio hay determinadas zonas rojas, donde prácticamente no hay movimiento por su alta contaminación. Una de ellas se encuentra cerca de la base, en la orilla del río Prypiat, o el bosque rojo, que está apenas a 500 metros del reactor 4 de la vieja central nuclear y que se trata de una de las zonas más contaminadas del mundo. Entre las aldeas abandonadas, pantanos, bosques, Prypiat y la central nuclear, la zona de exclusión abarca más de 2.500 kilómetros cuadrados.

“No importa si está contaminado o si nadie vive aquí. Es nuestro territorio, nuestro país, y debemos defenderlo”, explicó a The New York Times el teniente coronel Yuri Shakhraichuk, del servicio de guardia de fronteras ucraniano. En 2019, Ucrania, EE.UU y sus socios europeos instalaron la nueva cúpula metálica que cubre el reactor accidentado, la estructura metálica móvil más grande del mundo, tras un proceso que demandó casi dos décadas. Shakhraichuk reconoció que los militares desplegados no alcanzarían para evitar una invasión rusa.

El régimen de Lukashenko anunció la semana pasada la llegada de un número indeterminado de tropas rusas para “ejercicios de preparación de combate”, que tendrían lugar en dos etapas: la primera desde ahora hasta el 9 de febrero, y la segunda entre el 10 y el 20 de febrero. El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, adelantó que el Kremlin planea enviar 12 cazas Su-35 avanzados y dos baterías de sistemas antiaéreos S-400. “No se metan con nosotros. Es imposible derrotarnos. Somos invencibles por nuestro espíritu y por el territorio que se extiende desde Brest a Vladivostok. Muchos lo han intentado y han fracasado”, alertaba Lukashenko.

Estados Unidos y la OTAN enviaron una respuesta a las exigencias de Rusia, en el que rechazaban la petición rusa de no expandirse a Europa del Este, entre otras. A mediados de diciembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso presentó un tratado de ocho puntos para “reducir las tensiones en la frontera ucraniana” y exigió que se firmara para evitar “cualquier catástrofe”.