Invasión de Ucrania

Ucrania resiste la guerra del terror de Putin un mes después

Rusia fracasa en su intento de tomar rápidamente Kyiv y las grandes ciudades. Se recrudecen los ataques contra la población civil a la par que Moscú frena el avance

Hace un mes que Rusia invadió Ucrania. Los analistas predijeron que Kyiv (Kiev, en ruso) caería en tres o cuatro días y que la guerra terminaría pronto. Si bien los líderes occidentales condenaron la invasión y prometieron que acogerían a los refugiados ucranianos, fueron cautos a la hora de comprometerse en la ayuda militar al Ejército de Ucrania. El presidente de EE UU,Joe Biden, ofreció a Volodimir Zelenski un salvoconducto para escapar de Kyiv y evitar ser asesinado por alguno de los escuadrones de la muerte que intentaban cazar al presidente elegido democráticamente. Su respuesta se convirtió en un emblema de la determinación ucraniana de seguir luchando: «No necesito que me lleven, necesito más municiones».

Ha pasado un mes y Ucrania sigue en pie, mientras que el avance del Ejército ruso se ha estancado en la mayoría de los frentes. Incapaz de alcanzar rápidamente sus objetivos de apoderarse de Kyiv y de las principales ciudades, Rusia ha empleado el terror contra los civiles con miles de muertos en bombardeos indiscriminados. En su lógica perversa, espera suprimir cualquier intento de resistencia bombardeando hospitales y escuelas, matando a civiles que intentan huir de las ciudades sitiadas y destruyendo refugios claramente marcados que acogen a niños y mujeres. En cambio, ha logrado unificar a toda la población ucraniana, incluidos los de origen ruso y los que tienen lazos familiares con Rusia.

El Ejército ucraniano ha resistido el impacto del asalto desde tres direcciones y con todo tipo de armas. Ha contraatacado con éxito infligiendo un gran número de bajas al Ejército ruso desarticulado y mal abastecido. Ha logrado recuperar terreno a las afueras de Kyiv y en el sur. Sin embargo, la guerra tiene un coste enorme. Más del 25% de los ucranianos han tenido que abandonar sus hogares. Miles han sido asesinados y las infraestructuras han sido dañadas. Desde entonces, los países occidentales, incluida España, han intensificado sus esfuerzos para ayudar militar y financieramente a Ucrania, dar la bienvenida a sus refugiados y tratar de aislar a Rusia. Sin embargo, puede que no sea suficiente para detener esta guerra. Se necesita hacer más para frenar a Vladimir Putin y su propaganda y maquinaria represiva alentada por la falta de reacción a acciones anteriores como la invasión de Georgia en 2008, la anexión ilegal de Crimea y la instigación a la guerra en Donbás en 2014.

El jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania y uno de los asesores de mayor confianza del presidente, Andriy Yermak, advirtió de que Ucrania no podrá ganar esta guerra a menos que obtenga armas más sofisticadas y un apoyo constante tipo préstamos. Sin ellas, Ucrania solo puede defenderse, pero no detener la agresión. Tampoco puede aguantar a menos que tenga los medios para derribar misiles a larga distancia. Sin embargo, a pesar de toda la ayuda, ningún país se ha comprometido en este tipo de armas ni con el envío aviones de combate que ha solicitado. La OTAN no quiere permitir que Ucrania se integre en la Alianza y no ayuda activamente por temor a una escalada del conflicto. Sin embargo, Yermak dice que este miedo no detendrá a nadie.

Guerra Ucrania
Guerra UcraniaAntonio Cruz

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, aseguró que Rusia se alimenta del miedo. Mientras la OTAN y los países occidentales demuestran que tienen temor, Rusia nunca se detendrá y tratará de avanzar más y más hacia Europa. Uno de los economistas jóvenes más reconocidos, el ucraniano Yuriy Gorodnichenko, que enseña en la Universidad de California Berkeley, sugirió en un reciente artículo que Occidente podría detener o limitar la agresión de Rusia. Según él y su coautor Torbjorn Becker, es precisamente a través de la escalada como se puede lograr una desescalada. Si Rusia adopta una postura agresiva y pone sus misiles balísticos intercontinentales con armas nucleares en alerta, la OTAN debe responder del mismo modo para indicar que está lista para reaccionar. Occidente debería recordar la lección de los tiempos de la Guerra Fría. La guerra permanece fría solo cuando todas las partes estén seguras de que comenzar una guerra caliente llevaría inequívocamente a una gran destrucción.

En 1962, el líder soviético Nikita Kruschev trató de intimidar a EE UU con armas nucleares en Cuba porque pensaba que John F. Kennedy era un líder «blando». Cuando Kennedy puso sus armas nucleares en alerta máxima, señaló que no dudaría en emplearlas. Entonces Kruschev retrocedió. Según Gorodnichenko y Becker, si Ucrania es capaz de contener a Rusia contra viento y marea, Occidente también debería encontrar el coraje para hacer frente al chantaje nuclear de Putin para preservar la paz en general. Rusia no está dispuesta a suicidarse. Ahí está la clave para prevenir más tragedias.

Mientras, continúan las noches de insomnio en las ciudades ucranianas. Mikolaiv, Járkiv, Kyiv y Chernigiv sufrieron fuertes bombardeos. Un puente en Chernigiv –que la conectaba con Kyiv y que era clave para evacuar a sus ciudadanos y recibir ayuda humanitaria fue destruido. La situación en la ciudad empeora día a día. En paralelo, las fuerzas ucranianas lograron rodear a las tropas rusas al noroeste de la capital en Bucha, Hostomel e Irpin. Todavía no está claro qué tan apretado es el cerco con fuertes combates reportados en el área. En Járkiv, un ataque de helicópteros rusos K-52 fue repelido mientras que la ciudad fue bombardeada 32 veces durante la noche con artillería pesada y tanques. Se han recuperado ya 24 cuerpos de debajo de las ruinas del edificio de la administración regional desde que fue bombardeado el 1 de marzo. Las obras aún continúan.

En Brovary, cerca de Kyiv, un gran «stock» de carne y verduras, que suma decenas de toneladas, fue destruido por los bombardeos. El propietario, Yevguen Kolomiiets, indicó que el ataque fue claramente deliberado, ya que no había otros edificios cerca.

Asimismo, prosiguen los intensos combates en la región de Donetsk con Mariupol todavía asediada y Avdiivka y Mariinka bajo ataque. Más de 7.000 personas abandonaron el martes la ciudad mientras uno de los convoyes humanitarios fue capturado por los rusos. Según Zelenski, alrededor de 100.000 civiles permanecen ahora en la ciudad.

Se espera que el Ministro de Relaciones Exteriores de Grecia, Nikos Dendias, se una a uno de los próximos convoyes humanitarios a la ciudad en un intento de ayudar a los griegos étnicos y otros civiles en la ciudad.

Mientras tanto, según el Ejército ucraniano, seis aviones de combate rusos fueron derribados en las últimas 24 horas. La base temporal rusa en el aeropuerto de Chornobaivka en la región de Jersón fue atacada ayer por octava vez por la artillería ucraniana. Un lanzacohetes Smerch y varios vehículos fueron destruidos. El éxito repetido de los ataques ucranianos dio lugar a una serie de bromas entre los usuarios de las redes sociales ucranianas que afirman que en Ucrania “todos los caminos van a Chornobaivka” para los soldados rusos y que “Rusia pide a la OTAN que cierre el cielo sobre Chornobaivka”.

El aeropuerto se ha convertido en un símbolo de la persistente falta de coordinación y comunicación entre las tropas rusas. El asesor del Jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Olexiy Arestovych, explicó que la infraestructura y el terreno existentes ofrecen muy pocas opciones a las grandes columnas de vehículos y helicópteros rusos, lo que facilita que los ucranianos los ataquen.

Entre tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró hoy Rusia no dispara a los civiles en Ucrania y trata de ayudarlos. Según la última encuesta de opinión en Rusia, el 74% de la población apoya la invasión de Ucrania. El 46% piensa que su principal objetivo es defender a Rusia, desmilitarizar Ucrania y evitar que la OTAN establezca bases militares en Ucrania.

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, reiteró este miércoles que si bien la OTAN apoyará a Ucrania y proporcionará los medios para protegerla de las armas químicas, biológicas y nucleares, se esforzará para que la guerra en Ucrania no se convierta en una guerra entre Rusia y la OTAN.