La extraña historia del estudiante de Zambia que murió combatiendo con los rusos en Ucrania

Lemekhane Nyireda, de 23 años, llegó a Rusia con una beca para estudiar en el Instituto de Ingeniería Física de Moscú (MEPhI). Por razones desconocidas, fue detenido y condenado a 9 años de prisión en abril de 2020, pena que debía cumplir en las instalaciones de mediana seguridad de Tyer,

Sin embargo, de forma sorprendente, el pasado 9 de noviembre el la oficina del Ministro de Relaciones Exteriores de Zambia, Stanley Kakubo, recibió la noticia de que Nyireda había muerto en el campo de batalla en ucrania, mientras combatía junto a soldados rusos el pasado 22 de septiembre.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Zambia emitió un comunicado en el que indicaba que “está profundamente entristecido por la muerte prematura del Sr. Nyirenda en tales circunstancias y se compadece de la familia por su pérdida”.

Todo en este caso es extraño porque si es raro que un joven estudiante de una Ingeniería Física sea condenado a 9 años de prisión, tanto o más lo es que a pesar de ser extranjero y de no tener formación militar específica acabe en primera línea de batalla junto a los soldados rusos.

Por ello, el ministro Kakubo ha pedido a las autoridades rusas que proporcionen más detalles sobre cómo se produjo el reclutamiento de Nyirenda y cómo terminó luchando en Ucrania. Tampoco ha trascendido el lugar en el que murió Nyirenda, pero su cuerpo fue trasladado a la ciudad fronteriza rusa de Rostov para comenzar el proceso de repatriación a Zambia.

Kakubo indicó que se había puesto en contacto personalmente con la familia de Nyirenda en Zambia, e indicó que dará más detalles de lo ocurrido cuando reciba una respuesta de las autoridades rusas.

El presidente ruso Vladimir Putin anunció el pasado mes de septiembre que, ante la falta de hombres para combatir en primera línea de batalla en Ucrania, realizaría una movilización parcial para lograr incorporar 300.000 soldados. Esto provocó numerosas protestas, deserciones y huidas del país.

Ante el rechazo generalizado, el inquilino de Kremlin uso en marcha un plan b. Así, a los detenidos en las manifestaciones que se produjeron durante esos días (mas de 1.000) se les mandó directamente al frente de batalla.

Además, miembros del Grupo Wagner visitaron varias cárceles en busca de voluntarios para ir a la guerra. El acuerdo era sencillo: seis meses en el frente a cambio de su libertad. Si morían, serían tratados como héroes. En el caso de que fueran a ser capturados deberían suicidarse antes. Los soldados tenían 5 minutos para dar un paso al frente. Yegor Komarov, un sanguinario caníbal lo hizo. Queda por saber si Nyireda hizo lo mismo.