Geopolítica

La "fiebre del Ártico" de Putin que explica por qué el Polo Norte es tan importante como Ucrania para Rusia

La creciente militarización de la zona y la ampliación de la Ruta del Mar de Norte ha implicado un gran desembolso a la Federación Rusa

Russian President Vladimir Putin makes a video address to congratulate the staff, veterans and civilian personnel of the Border Guard Service of the Federal Security Service on Border Guards Day at the Kremlin in Moscow, Russia, Wednesday, May 28, 2025. (Alexander Kazakov, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)
Vladimir PutinASSOCIATED PRESSAgencia AP

Desde la nueva llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos ha manifestado, tanto por activa como por pasiva, un renovado interés por la zona ártica, así como por Groenlandia, isla que ya ha sido visitada por el vicepresidente de los Estados Unidos el pasado mes de marzo. Sin embargo, desde el think tank denominado Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) apuntan a que otro actor internacional mantiene un gran nivel de intereses en el Polo Norte.

Este no es otro que Rusia, y señalan desde este think tank que el interés es tan grande que el 13 de abril de 2022, solamente dos meses después del inicio del conflicto en Ucrania, Vladimir Putin rechazó cualquier "retraso en los proyectos árticos debido a sanciones o a la presión internacional", así como que se acelerase al máximo las actividades económicas y militares en el Ártico. Meses después, el propio Putin reafirmó esta postura alegando que "El lejano Este y el Ártico son las regiones en donde está el futuro de Rusia". De esta manera, un trabajador de una agencia rusa consultada por ECFR, aseguró que en 2020 Putin cogió "la fiebre del Ártico".

Este interés no ha hecho más que crecer con los años, ya que ECFR asegura que en 2023 el documento que detalla la política internacional a seguir de Rusia posicionó la cuestión ártica al segundo lugar en la clasificación de prioridades estratégicas rusas, solo superado por tener buenas relaciones con los países del antiguo bloque soviético. Algo que también se ha visto potenciado por las declaraciones manifestando el interés estadounidense en la latitud por parte de Donald Trump.

Destacan también que otros bloques geopolíticos, tales como China, estarían empleando a Rusia como puerta hacia el Ártico mediante el uso de alianzas empresariales o inversiones en infraestructuras en la región, con el objetivo, detallan, de "crear un orden ártico alternativo e iliberal que esté en contraposición con la visión europea".

Las "inseguridades" rusas

El ECFR detalla que, normalmente, desde Moscú adoptan sus postulados geopolíticos en base a las amenazas percibidas por parte de la Federación Rusa para proteger sus intereses nacionales, lo que, interpreta el think tank, "proporciona una ventana hacia sus propias inseguridades", y en el informe presentado por el ECFR detalla dos de estas inseguridades.

Militar y defensiva

Una de ellas tiene que ver con el aspecto militar, concretamente con la estrategia disuasoria rusa. Aseguran desde la agencia que una gran parte del arsenal naval de la Federación se encuentra localizado en aguas del Ártico, como es el caso del submarino nuclear Arkhangelsk, perteneciente a la clase Yansen - M y con capacidad de desplegar hasta 32 misiles, entre los que se encuentran los Zircon o los Kalibr - PR. La clave de este tipo de submarinos es, según ECFR, de "desplegarlos en las aguas del norte a la vez que permanecen indetectables para fuerzas extranjeras".

No obstante, la bajada del volumen del hielo del Ártico es un asunto que podría afectar, teorizan, a esta estrategia de defensa estratégica disuasoria por parte de Rusia, ya que, en las épocas con menor volumen de hielo el tránsito naval es más viable y se podrían revelar las localizaciones de estos submarinos, así como la incorporación de sistemas acústicos subacuáticos más modernos y sofisticados.

Asimismo, aseguran que la adhesión de países bálticos como Finlandia o Suecia a la OTAN ha reforzado el recelo ruso hacia sus posiciones árticas.

Buque ruso por el océano Ártico
Buque ruso por el océano ÁrticoDreamstime

Economía

A nivel económico, el Ártico es una fuente de recursos para Rusia, como gas natural y reservas de petróleo. Así lo asegura ECFR, haciéndose eco de diferentes citas de oficiales rusos que cifran en que un 80% de las reservas de gas natural y el 17% de las de petróleo rusas se encuentran en la zona ártica, llegando a llamar al Ártico "la zona de recursos del siglo XXI" por parte del Kremlin, aunque detallan que actualmente estas reservas estén en zonas de difícil excavación y explotación con las tecnologías actuales.

Asimismo, Rusia ha realizado proyectos con firmas internacionales para la explotación y exportación de recursos en las aguas árticas que han sido afectados por las sanciones internacionales derivadas de la guerra de Ucrania y la anexión de Crimea en 2014.

La agenda rusa

También, asegura el think tank, el interés ruso en dominar esta región iría encaminada a unas mejoras de la inversión al desarrollo por parte del estado ruso. ofreciendo también facilidades económicas a aquellas personas que quisieran mudarse a las regiones más al norte de la Federación. Asimismo, detallan en este documento que existen hasta 10 leyes federales rusas focalizadas en la región ártica.

Uno de estos proyectos, destaca el escrito, es la ampliación de la conocida como Ruta del Mar del Norte, en la cual los navíos transitan las aguas del norte ruso, que tendría un trayecto para los navíos desde Vladivostok hasta el puerto de Murmansk, en una ruta del este al oeste ruso. este proyecto contaría con una inversión por parte de la Federación rusa de 180 millones de euros hasta 2035, en un intento por parte del Kremlin de controlar esta ruta marítima y una "oportunidad" de tener una posición de poder en la zona ante los crecientes movimientos en la zona de Estados Unidos y otros países OTAN.

Un submarino, atrapado en una capa de hielo en el Ártico, en una imagen de archivo
Un submarino, atrapado en una capa de hielo en el Ártico, en una imagen de archivolarazon

Con ello, desde ECFR aseguran que uno de los objetivos de Rusia es la remilitarización de todo el Ártico ruso, quien llevaría realizando este cometido desde el 2014. Desde entonces, detallan que más de 50 facilidades militares soviéticas habrían sido reactivadas en la Península de Kola, la tierra de Francisco José, las nuevas islas siberianas y en partes de Chukotka y Taimyr, tales como la base aérea Nagurskoye, destinada a la defensa de la Ruta del Mar del Norte. De hecho, los ejercicios militares en la región habrían aumentado desde el 2021.

Con ello, la política rusa va encaminada a la militarización y explotación de los recursos naturales en la zona, pudiendo buscar alianzas con otros estados con intereses en el Ártico y tentando a empresas extranjeras para realizar proyectos en la zona, siempre con la supervisión de la Federación. No obstante, la guerra de Ucrania ha afectado a estas aspiraciones, ya que en 2023 el documento que muestra la hoja de ruta, muestran que la cooperación ártica es positiva si "refuerza las prioridades internas rusas", siendo un ejemplo de esto las alianzas con la India y China, quien estaría interesada en icluir la Ruta del Mar del Norte a su proyecto de la Ruta de la Seda Polar, en materia ártica.