Muere a los 100 años

Lo que Kissinger pensaba de nosotros: "España solo es fuerte cuando la monarquía es fuerte"

El secretario de Estado más influyente del último medio siglo ha fallecido a los 100 años en su residencia de Connecticut

FILE - Henry Kissinger, professor of government at Harvard University, is seen in this December 1968 photo. Former Secretary of State Kissinger, the diplomat with the thick glasses and gravelly voice who dominated foreign policy as the United States extricated itself from Vietnam and broke down barriers with China, died Wednesday, Nov. 29, 2023. He was 100. (AP Photo, File)
Obit Henry KissingerASSOCIATED PRESSAgencia AP

Con 100 años a sus espaldas, este miércoles, nos dejaba Henry Kissinger, el diplomático reconocido por algunos como un intelectual brillante y un gran estadista, pero denostado por otros como un cínico arrogante e incluso un criminal de guerra. Su legado, tan legendario como cuestionado, se construyó a lo largo de décadas, desde su nacimiento como refugiado judío en Alemania hasta sus años de influencia como consejero de Seguridad Nacional y secretario de Estado de los presidentes estadounidenses Richard Nixon y Gerald Ford.

Kissinger, arquitecto de la política de distensión hacia la Unión Soviética, impulsor de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y China, y clave en la limitación de la proliferación nuclear, recibió el premio Nobel de la Paz por sus negociaciones secretas para poner fin a la guerra de Vietnam.

Sin embargo, su respaldo a dictaduras en Argentina y España, su participación en la Operación Cóndor y su apoyo al golpe de Estado en Chile en 1973, generaron fuertes críticas, incluso acusaciones de crímenes de guerra. A pesar de sobrevivir al escándalo del Watergate, Kissinger continuó siendo una figura controvertida, y su legado se mantiene presente en debates sobre su papel en la historia internacional.

"España solo es fuerte cuando la monarquía es fuerte"

Además de su destacada carrera política, Henry Kissinger, se ha destacado como un prolífico autor, escribiendo numerosos libros que exploran la política internacional, las relaciones internacionales y la estrategia diplomática. Sus escritos, basados en su experiencia gubernamental, ofrecen perspectiva sobre la política mundial. De nuevo aquí, sus ideas y teorías han generado debates y críticas a lo largo de su carrera. Algunos han elogiado sus enfoques realistas y pragmáticos, considerándolos fundamentales para el equilibrio de poder a nivel global. Sin embargo, también ha sido acusado de oportunismo y de respaldar una política exterior discutible.

Kissinger nació el 27 de mayo de 1923 en Fürth, una ciudad bávara dedicada a la industria con una comunidad judía arraigada. Su infancia se vio marcada por la ascensión de Hitler, enfrentándose a golpes, insultos y denuncias de vecinos nazis. A pesar de ello, Kissinger restó importancia a este trauma en su vida, afirmando que los niños no comprenden completamente tales situaciones. A lo largo de su vida, evitó asociar su falta de escrúpulos o desconfianza en la democracia con su experiencia en la Alemania nazi, aspecto que prefería relegar al olvido. “No era plenamente consciente de lo que estaba pasando. Para los niños, estas cosas no son tan serias. Ahora está de moda explicar todo de manera psicoanalítica. Pero la persecución política de mi infancia no es lo que controla mi vida”, dijo en una entrevista en 1974.

El 15 de enero de 1978, en el funeral de Hubert Humphrey, Henry Kissinger se cruzó con Richard Nixon, con quien ya tenía una relación distante. A pesar de su pasado compartido en estrategias políticas dudosas, Nixon no perdonaba a Kissinger por hacer públicas sus críticas al dimitido presidente. Durante el encuentro, Nixon le preguntó a Kissinger si seguía siendo tan astuto como siempre, a lo que Kissinger respondió afirmativamente, añadiendo que ya no tenía tantas oportunidades: “Sí, pero no tengo tantas oportunidades como antes”.

En España, la influencia de Kissinger fue determinante para facilitar una transición política lo más pacífica posible tras el fallecimiento de Franco, allanando el camino para la ascensión al trono de Juan Carlos I. En una ocasión, el estadista afirmó claramente que la fortaleza de España reside en la fortaleza de su monarquía. "España solo es fuerte cuando la monarquía es fuerte", sentenciaba.

A lo largo de su trayectoria, Kissinger mantuvo una actitud reacia en lo que respecta a su vida personal. Incluso desde el inicio, exhibía un carácter firme y decidido en sus palabras. En política sí creó un legado de palabras, que condicionó la manera de comprender la política exterior: "Los hechos rara vez se explican por sí mismos; su importancia, análisis e interpretación, al menos en el mundo de la política exterior, dependen del contexto y la relevancia".

Esta influencia experimentó un aumento significativo durante el escándalo de Watergate, cuando el diplomático desempeñó un papel crucial al lado de un Nixon debilitado. En referencia a su creciente poder, Kissinger admitió más tarde: "Indudablemente, se estimuló mi vanidad, pero la emoción predominante era la premonición de una catástrofe".

A pesar de los desafíos del Watergate, Kissinger sobrevivió y, tras su carrera política, continuó siendo una figura omnipresente a través de editoriales, libros, charlas y entrevistas, consolidando un mito que ha atraído a diversas personalidades, desde Hillary Clinton y Donald Trump hasta Vladímir Putin y Xi Jinping.

Incluso a los 99 años, Kissinger seguía de gira promocionando su libro sobre diplomacia, liderazgo e inteligencia artificial. En una entrevista con la cadena ABC en julio de 2022, al preguntarle si desearía retractarse de alguna de sus decisiones, Kissinger respondió: "He pasado toda mi vida reflexionando sobre estos problemas. Es tanto mi pasión como mi ocupación. Por lo tanto, las recomendaciones que hice fueron las mejores que pude tomar en ese momento y en ese contexto".