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Grecia pide a Rusia que la excluya del veto a productos agrícolas de la UE

En su lugar, el nuevo ministro de Defensa se reunió con el embajador ruso, Andrei Maslov
En su lugar, el nuevo ministro de Defensa se reunió con el embajador ruso, Andrei Maslovlarazon

El Gobierno de Alexis Tsipras ha solicitado a Moscú una excepción al embargo agroalimentario que afecta desde verano a todos los países de la Unión Europea. En concreto, Atenas ha pedido permiso para exportar naranjas, fresas y melocotones, productos en los que el veto ha generado un importante vacío en el mercado ruso y de los que, por cierto, España era uno de los principales exportadores. En 2013, año previo a las sanciones, Grecia vendió a Rusia productos agroalimentarios por valor de 500 millones de euros, destacando precisamente fresas y melocotones, para los que el mercado ruso era destino del 90% y 60% de las exportaciones, respectivamente.

El viceministro de Desarrollo Rural y Alimentación heleno, Panagiotis Zguridis, debatió la posibilidad del levantamiento parcial con el portavoz del Ministro de Agricultura ruso, Alexei Alekseenko, en el marco de la feria de productos alimenticios de Salónica. El representante ruso aseguró estar a favor de la solicitud, que le presentará próximamente al primer ministro, Dimitri Medvedev, para su estudio y posible aprobación. Según Zguridis, «existe una probabilidad alta de que estos tres productos queden eliminados de la lista de los embargados». De materializarse esta excepción al veto para Grecia, bien podría leerse como la gratificación del Kremlin por la posición del nuevo Gobierno heleno.

Desde antes de subir al poder, Syriza se mostró muy crítico con las sanciones comunitarias contra Rusia por su actuación en la crisis ucraniana, aduciendo que sólo conducen a una guerra comercial que perjudica a las dos partes. «Atenas siempre ha obedecido ciegamente la estrategia de la guerra fría del eje Washington-Bruselas, sin tener en cuenta los intereses del pueblo griego. Esta postura es inaceptable, catastrófica tanto para nuestra agricultura como para otros sectores», denunció Syriza en un comunicado el año pasado.

Vladimir Putin y Tsipras están en las antípodas ideológicas, pero, en este momento los une, aunque por motivos bien distintos, una estrategia común, la crítica a la línea oficial de Bruselas. La primera visita del líder de Syriza como primer ministro heleno fue al embajador de Rusia y no al de EE UU, como rezaba la tradición en Grecia. En mayo, cuando Tsipras visitó Moscú en calidad de candidato a presidente de la Comisión Europea, denunció «la presencia de neonazis en el Gobierno de Kiev», alineándose así con la posición oficial rusa. Además, Atenas ha dado públicamente su visto bueno al proyecto de gasoducto Turkstream, alternativa al Southstream vetado por Bruselas, y que servirá para suministrar gas ruso a través de Turquía, entrando en Europa a través de Grecia, donde se emplazaría una importante terminal.

Un país en crisis que necesita a Moscú

Guiños y agasajos al Gobierno de Putin

Tras la victoria electoral, Syriza rompió la tradición de que sea el embajador estadounidense el primer representante diplomático con el que se reúne un nuevo «premier» griego. En su lugar, el nuevo ministro de Defensa se reunió con el embajador ruso, Andrei Maslov.

Golpe a la venta de productos hortofrutícolas

Cuando la UE declaró el embargo a Moscú por la violación de la integridad de Ucrania, la importación de hortalizas y frutas griegas disminuyó un 40% en Rusia.