Independencia de Reino Unido

Guerra civil en el Gobierno de Cameron

El «premier» renuncia a recortar las ayudas a personas con discapacidad tras la dimisión de un ministro euroescéptico

David Cameron padece la deslealtad de los ministros que apuestan por la salida de Reino Unido de la UE tras el referéndum del 23 de junio
David Cameron padece la deslealtad de los ministros que apuestan por la salida de Reino Unido de la UE tras el referéndum del 23 de juniolarazon

El «premier» renuncia a recortar las ayudas a personas con discapacidad tras la dimisión de un ministro euroescéptico

La guerra civil en el seno del Partido Conservador del «premier» David Cameron ya ha estallado. Era algo que todo el mundo esperaba. Desde que se anunció el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, las tensiones entre europeístas y euroescépticos han ido en aumento y finalmente el viernes llegaron al punto de eclosión con la dimisión del responsable de Trabajo y Pensiones, Ian Duncan Smith.

El ya ex ministro presentó su carta en protesta por los «indefendibles» recortes en las prestaciones a personas con discapacidad contenidos en los presupuestos presentados el pasado miércoles por el ministro de Finanzas, George Osborne. Pero en los mentideros de Westminster apuntan que la misiva llevaba semanas en su bolsillo y el euroescéptico decidió entregarla al primer ministro cuando pudiera hacerle más daño. Y acertó. Porque Osborne es la mano derecha del líder «tory» y el hecho de que ahora tenga que cancelar su plan supone una gran humillación.

En un intento de apaciguar los ánimos tras un ajetreado fin de semana de confabulaciones, Cameron elogió ayer a Duncan Smith, de quien dijo que había «contribuido enormemente al trabajo de este Gobierno». «Puede sentirse orgulloso de lo que ha logrado», señaló durante su intervención ante la Cámara de los Comunes.

Pero, al mismo tiempo, el «premier» defendió el programa económico de su Gobierno y ensalzó el papel de Osborne. «Sin unas finanzas públicas sólidas, terminas teniendo que aumentar los impuestos o llevando a cabo recortes todavía más profundos en el gasto público», recalcó. «Debemos continuar recortando el déficit, controlando los costes del sistema de bienestar y vivir dentro de nuestras posibilidades», dijo.

El titular de Economía se ha tenido que retractar de los recortes de 5.500 millones de euros en la ayuda a discapacitados ante la rebelión con la que amenazaban medio centenar de diputados de sus propias filas. Con todo, Cameron insistió ayer en que su formación es «un partido moderno, compasivo y de una nación» y destacó el papel de Osborne para mejorar las oportunidades de vida de los más pobres.

Por su parte, el responsable de Finanzas de la oposición laborista, John McDonnell, calificó ayer el presupuesto de «caos absoluto» y consideró que habría que eliminarlo. Asimismo, señaló que la ausencia de Osborne en la Cámara Baja era un «insulto».

Los laboristas insisten en el que «chancellor» debe dimitir. Pero desde Downing Street destacan la «plena confianza» que Cameron sigue depositando en su gran amigo. Lo cierto es que el canciller del «Exchequer» confiaba en que estos presupuestos contribuyeran a reforzar sus aspiraciones a suceder al primer ministro cuando éste se retire en 2020. Pero nada más lejos de la realidad.

Y es más, cada vez son más voces las que apuntan que, sea cual sea el resultado del referéndum sobre el «Brexit» el próximo 23 de junio, tanto el «premier» como su ministro de Economía tienen los días contados. «Tras la consulta, las diferencias y las tensiones entre europeístas y euroescépticos no terminarán», asegura a este periódico un miembro del partido que prefiere guardar el anonimato. «Con el referéndum de Escocia, por ejemplo, ya quedó demostrado que las tensiones entre ambos bandos no terminan. Y como pasó en Escocia, tendrá que ser alguien de fuera quien intente unificar de nuevo a las filas. Con Cameron o Osborne como líder, esto no se conseguirá y todo el mundo lo sabe», matiza.