La Habana
Lo que la oposición cubana piensa de la visita de Obama
Tres de los principales líderes de la oposición cubana opinan sobre la visita de Barack Obama a Cuba.
Tres de los principales líderes de la oposición cubana opinan sobre la visita de Barack Obama a Cuba.
Guillermo Fariñas: «Obama es más popular que los dirigentes castristas»
El disidente cubano que más huelgas de hambre ha realizado es uno de los doce afortunados opositores que podrán reunirse con el presidente Barack Obama en la Embajada de EE UU en La Habana. Psicólogo y periodista, y homenajeado en varias instituciones por su lucha a favor de los Derechos Humanos en la isla, atiende a las preguntas de LA RAZÓN por teléfono antes de su histórico encuentro mañana.
–¿Cómo valora el viaje oficial del presidente Obama a Cuba?
–Es una visita que va a ser trascendental de una forma negativa y positiva. Es la oportunidad del presidente Obama de mostrarle al mundo y a los ciudadanos cubanos que está en solidaridad con la sociedad civil cubana, la disidencia interna no violenta y no en complicidad con el Gobierno cubano y las autoridades autoritarias.
–¿Qué mensaje cree que dará el presidente durante su viaje oficial?
–Va a ser trascendental su discurso, que va a emitirse públicamente. Además, Obama en Cuba es un gobernante más popular que los propios dirigentes castristas. Y según encuestas oficiales, del partido. Con la elocuencia que le caracteriza, creo que va a aprovechar para enviar mensajes sobre derechos humanos, sobre tolerancia, sobre democracia representativa, sobre libertad de expresión, sobre flexibilidad... Es una oportunidad única. El hecho de que el presidente Obama haya sido capaz de exigir verse con la oposición interna, algo que otros presidentes cuando vienen a Cuba no se atreven a hacerlo, es muy positivo.
–¿A qué hora tiene que estar en la Embajada?
–A las 9 de la mañana. Que yo conozca personalmente está Berta Soler, José Daniel Ferrer, Miriam Leiva... Es un reconocimiento y compromiso del presidente Obama por los que estamos luchando aquí, dentro de Cuba, a cámara lenta, contra el régimen totalitario.
–¿Qué mensaje le va a trasladar al presidente? ¿Cómo va a resumir su larga lucha por la democracia en Cuba en cinco minutos?
–Lo principal es que el Gobierno norteamericano en la persona de Barack Obama debe tratar de impulsar a la sociedad civil, a la ciudadanía cubana y no al Gobierno cubano. Cualquier cosa que haga debe ser para fortalecer a la sociedad y, sobre todo, a las decisiones a favor de la democracia en la isla.
-¿Desde que se retomaron las relaciones, ustedes han tomado cambios, mejorías?
-Realmente hemos notado cambios pero para peor. La represión ha aumentado, las estadísticas lo dicen así, según los datos de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Conciliación Nacional. Los arrestos hasta se han quintuplicado, aunque la media por meses es que se hayan triplicado (respecto al año pasado). Con respecto a la falta de insumos económicos, es decir ese gran boom económico el Gobierno también está haciendo aguas. La situación del cubano es más difícil.
Jorge Olivares Castillo: «No hay señales de que la opresión del Gobierno vaya a mermar»
El periodista independiente Jorge Olivares fue condenado en 2003 a 18 años de prisión junto al llamado grupo de los 75. ¿Su delito? Oponerse a vivir bajo una dictadura y plantear pasos hacia la democracia, aunque para los jueces cubanos cometió un “acto contra la protección de la independencia nacional y la economía”. Ante la visita del presidente Obama a la isla, atiende a las preguntas de LA RAZÓN por teléfono.
–¿Qué espera de la sin duda histórica visita de Obama a Cuba?
–No se puede realmente esperar unas soluciones inmediatas porque fue un diferendo que se prolongó por más de medio siglo. El «tempo» político no es lo más rápido que los cubanos quisiéramos que fuera. De una u otra manera, la nueva política va a ser mejor que la que había anteriormente, que apostaba por el cambio de régimen y la política de aislamiento. Si se analiza en perspectiva, esa política no trajo ningún resultado. Es una nueva visión, un nuevo paso desde el punto de vista de la geopolítica, regional y es un paso tomado por el «establishment» norteamericano, que va más allá de los colores partidistas tradicionales, es decir republicanos y demócratas. Estoy convencido de que si en las elecciones en noviembre sale un gobernante republicano, va a ser muy difícil revertir este proceso. No creo que esto tenga ya una vuelta atrás.
–¿Tendrá beneficios para los cubanos?
–Hay que puntualizar algo muy importante. Es un proceso gradual y hay que esperar resultados concretos en el medio y largo plazo. Ahora bien, hay que insistir, en que el Gobierno cubano no está dando pasos proporcionales a los que está dando la Administración Obama. Es decir, el Gobierno cubano apuesta casi por el mismo lenguaje de confrontación, el mismo lenguaje de evitar facilitar este proceso. Y hay que llamar la atención y denunciarlo. Tampoco se han dado cambios en el punto de vista político ni hay señales de que se vayan a dar. Y, sobre todo, se continúan violando de manera sistemática y flagrante los derechos humanos del pueblo. Bajo el Gobierno de Raúl Castro sí ha habido ciertos cambios limitados en este programa represivo. Por ejemplo, cuando uno analiza las cifras, hay menos condenas a prisión y más actos de represión de baja intensidad como son los actos de repudio, las atenciones temporales... Y estas cifras son verdaderamente alarmantes. No hay señales de que esto vaya a mermar, que esto vaya a reducirse, esta naturaleza represiva del Gobierno. Y debería dar señales de que hay compromiso serio, avanzar hacia que en Cuba haya y se pueda instaurar un estado de derecho.
–En cuanto a la libertad de expresión y de Prensa, ¿ha cambiado desde diciembre? ¿Ha habido algún gesto, mayor apertura?
–En sentido general, el monopolio informativo lo tiene el Estado. Está controlado absolutamente por las instituciones gubernamentales. Igual que el sector de la Cultura. Hay pequeños pasos en los sectores culturales, literarios e intelectuales, que responden a la intención de ampliar este espectro. Son señales para engañar a cierto sector de la opinión pública y la prensa que se hacen eco y sobredimensionan los cambios que el Gobierno ha introducido. Muchas promesas, muchas reuniones... pero cuando se analiza, de manera concreta no hay nada. Digamos que es una cortina de humo.
Incluso, en los días previos a la visita de Obama, la prensa controlada por el Gobierno, que es toda, mantiene el mismo lenguaje, saca los puntos divergentes y no resalta los puntos coincidentes. Es decir no hay un balance objetivo. Por tanto, ¿cuál es la verdadera disposición del Gobierno cubano a comprometerse?
-¿Le parece que el Gobierno pide mucho y no da nada a cambio?
-Efectivamente, exige mucho y no ofrece nada a cambio en asuntos cruciales. No le gusta tratar el tema de los Derechos Humanos, la pluralidad, la apertura del sector cultural... Son aspectos fundamentales que toda sociedad moderna, como somos nosotros.
-¿Habrá algún cambio a corto plazo?
-Sí, según el discurso del oficialismo. A partir de 2018, Raúl Castro ha anunciado su retiro, y esto con la asunción de cuotas de poder de nuevas generaciones, personas que nacieron en la década del 50 y el 60, fundamentalmente, esto sí podría cambiar. Yo hago un paralelismo con lo que ocurrió en la ex URSS. Mientras estuvieron al frente personajes de la vieja guardia no hubo cambios. Sin embargo, cuando llegó Gorbachov, empezó a haberlos. En Cuba puede pasar algo similar pero hay que tener mucho cuidado con esto, porque también el Gobierno tras bambalinas, el poder real: el ministerio del Interior, el Ejército y la desproporcionada Policía política, puede controlar el proceso sin dar la cara. Se puede caer en una democracia tutelada por las fuerzas reales y muchos ancianos aparentan buena salud y tiene control sobre los resortes de poder.
-¿Qué le parece que Obama, al contrario que muchos mandatarios de la UE cuando visitan Cuba, sí haya aceptado a reunirse con la oposición?
-Muy importante. Es un gesto muy simbólico. Sin lugar a dudas, que un presidente estadounidense, que no pisaban la isla desde hace casi 90 años, venga y se reúna le da cierta legitimidad a la oposición. Hay muchos vínculos entre EE UU y Cuba, y la comunidad cubana es muy importante para el país, por lo que es un gesto de compensación a la visita.
Berta Soler: «El régimen gana tiempo para permanecer en el poder»
–¿Qué le dirá a Obama la líder de las Damas de Blanco durante el encuentro de mañana?
–Obama ha reconocido la labor que hacemos las Damas de Blanco, pero lo que a mí más me gustaría, y así se lo haré saber, es que tiene que condenar al Gobierno de Cuba por su falta de respeto a los derechos humanos y por la represión policial. Queremos una amnistía general para los presos políticos.
–¿Cree que las autoridades pretenden detener a las Damas de Blanco durante la estancia de Obama?
–Desde el miércoles han sido detenidas unas cien Damas de Blanco. Aún queda alguna desaparecida, porque en realidad no sabemos dónde están. El régimen es imprevisible, pero para mal, así que no descarto que en estos días seamos hostigadas y detenidas.
–¿Ve cosas positivas en la visita?
–No veo nada positivo, porque no creo que vaya a cambiar el sistema político. Podremos decir que habrá un cambio cuando seamos capaces de luchar de una forma no violenta y en apoyo de un Gobierno que sea amante de la libertad.
–¿Llevará Castro una transición política en los próximos años?
–Raúl Castro no va a hacer nada. Está tratando de ganar tiempo y buscar recursos para permanecer en el poder.
–¿No existe una apertura? Los Rolling Stones, una música prohibida, tocarán el viernes...
–Me parece una falta de respeto a los católicos que el Viernes Santo se celebre ese concierto. Los Castro no respetan a nadie. Y eso que el Papa Francisco dijo que Cuba es un país de libertades.
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