Venezuela

«Ha llegado el momento de la transición en Venezuela»

Entrevista con María Corina Machado, diputada de la oposición

María Corina Machado, diputada de la Asamblea Nacional venezolana
María Corina Machado, diputada de la Asamblea Nacional venezolanalarazon

María Corina Machado ha sido una de las voces más críticas de la Asamblea Nacional con la gestión de Hugo Chávez. En esta entrevista telefónica dice que para la oposición es más importante construir un liderazgo más allá de la política que un candidato para enfrentarse al chavismo.

-¿Cuál es la situación jurídica y política del país?

-El martes se cerró una etapa en la historia de Venezuela y en estas horas cruciales y decisivas para el destino de nuestro país, la visión que debemos tener es la de una Venezuela democrática y justa, apegarnos estrictamente a lo establecido en la Constitución porque sólo así podremos generar confianza en nuestras instituciones y fortalecer el tejido de confianza entre nuestros ciudadanos que ha sido tan deteriorado en estos últimos años. El país necesita evidencias de unidad y una conciencia por parte de los dirigentes de la responsabilidad histórica que tenemos en estas horas. Es el momento de entender que para generar paz y estabilidad en Venezuela y en toda la región hay que garantizar a todos los ciudadanos el respecto a sus derechos, empezando por el respeto a la Constitución.

-¿Quién debe asumir la presidencia temporal, Maduro o Cabello?

-La Constitución es muy clara, en el artículo 233 dice cómo se debe proceder ante la falta absoluta del presidente de la República cuando no ha juramentado. La sentencia del Tribunal Supremo que decía que no hacía falta la juramentación del presidente es absolutamente inconstitucional porque le permitió al presidente posponer la toma de posesión. El presidente no se pudo recuperar de su enfermedad y por lo tanto no pudo juramentar, así que tiene que ser el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, el que debe asumir la presidencia de la república hasta que se convoquen nuevas elecciones.

-¿Qué papel juega en esta situación el gobierno cubano?

-Sabemos de la injerencia cubana que en el pasado marcó rutas de violación flagrante de la Constitución, de manipulación de la opinión pública, y que durante este tiempo se han ido estableciendo complicidades inaceptables a nivel internacional. Por eso, en este momento crucial recordamos a todos los demócratas del mundo que miren hacia Venezuela, que ha sido un país firme y valiente en la defensa de la democracia en el pasado. Hoy les pedimos que aunque el Gobierno nos ha dado la espalda, los venezolanos aspiramos a la paz y a la libertad, porque paz sin libertad implica sumisión. Llamar estabilidad a la erradicación de la posibilidad de disentir es sumisión y eso no vamos a permitirlo.

-¿Es Henrique Capriles el mejor candidato de la oposición?

-Hay una alta probabilidad de que el candidato de la Mesa de la Unidad sea el gobernador Capriles. Quien resulte encargado de esta gran responsabilidad contará con el apoyo de todas las fuerza democráticas. Ahora bien, Venezuela, más que un candidato necesita liderazgos no sólo en la política sino liderazgos que se constituyan en referentes en los diferentes sectores. Lo que estamos combatiendo es un régimen muy complejo que ha adquirido todo el control de los poderes públicos y que ha ido cooptando a las Fuerzas Armadas. Frente a esto tiene que haber una reacción firme, serena pero muy clara. Más que el candidato, lo fundamental son los términos y las condiciones en las que se celebren las elecciones, porque las elecciones bajo el régimen de Hugo Chávez no han sido libres ni justas, han sido elecciones controladas, en las que imperaba el miedo, la utilización de fondos públicos y la generación de profundas dudas sobre el voto secreto y sobre quiénes tienen derecho a votar.

-¿Hay divisiones en la oposición sobre el candidato más idóneo?

-Al contrario, lo que ha habido son discusiones indispensables y necesarias cuando existe pluralismo en una coalición. Eso no existe dentro del chavismo y por eso hoy estamos viviendo ese enfrentamiento tan feroz entre estos grupos por controlar el poder. En la Mesa de la Unidad tenemos distintos criterios pero un propósito común. Esto es mucho más trascendental que la elección de un candidato, que al fin y al cabo es una persona, un rostro. Lo fundamental es la visión política de hacia dónde queremos que avance Venezuela para que este momento se convierta en una oportunidad de transición democrática y de fortalecimiento de las instituciones y de reencuentro y reconciliación en una sociedad profundamente dividida con un discurso de odio que no es sostenible.

-¿La oposición se está planteando ser más dura contra el Gobierno?

-Esta es una lucha de valores, y por tanto debemos ir a la esencia de los planteamientos de las dos Venezuelas que pueden existir. No podemos quedarnos en los resultados de las políticas o de la eficiencia o ineficiencia de este modelo y de este gobierno. Hay que demostrar con enorme pasión, claridad y efectividad a los venezolanos que tenemos razón y que vamos a conseguir un nuevo modelo de sociedad con un planteamiento muy superior, y no solo en lo económico y en lo político sino también en lo espiritual, en el fortalecimiento del individuo. Eso hay que exponerlo con firmeza y convicción de cara a la construcción de esa nueva Venezuela.

-¿El Ejército será un árbitro imparcial?

-No lo ha sido hasta ahora. Las declaraciones del ministro de Defensa son lamentables en un momento en que el país necesita unas Fuerzas Armadas con un comportamiento institucional. Sin embargo, yo confío en que la mayoría de las Fuerzas Armadas entiendan que su rol en estos momentos es hacer valer la Constitución. Queremos elecciones limpias y justas y que la comunidad internacional nos acompañe en estas horas decisivas. No vamos a permitir que se nos imponga a la fuerza que se pretenda dominar la voluntad democrática del pueblo de Venezuela.

-¿Existe roces entre Maduro y Diosdado Cabello?

-Es más que evidente. Existen contradicciones entre ellos que han aflorado más las tensiones entre grupos que sí saben a los extremos que han llegado para preservar el poder y para comprar complicidades.

-El país ha mantenido la calma y no hay brotes de violencia. ¿Le ha llamado la atención?

-En absoluto. Venezuela es un país que ha maduro muchísimo. Por una parte hay un enorme respeto y solidaridad hacia algunos venezolanos. Por otro lado, hay mucho miedo. La actitud hostil del Gobierno ante las manifestaciones de protesta de los últimos días ha generado un proceso de inhibición. Le pedimos al vicepresidente que reconsidere una actitud represiva y de amenaza, lo cual sería realmente peligroso para el país en estas horas.