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Haddad, «el nuevo Lula», arranca la campaña sin apoyo en los sondeos

En quinto lugar con el 9%, el candidato del PT aspira a remontar con el apoyo del ex presidente brasileño.

Fernando Haddad participa con su candidata a vicepresidenta, Manuela D'Avila, en acto con estudiantes, ayer en Sao Paulo
Fernando Haddad participa con su candidata a vicepresidenta, Manuela D'Avila, en acto con estudiantes, ayer en Sao Paulolarazon

En quinto lugar con el 9%, el candidato del PT aspira a remontar con el apoyo del ex presidente brasileño.

A menos de un mes de la primera vuelta de las elecciones generales en Brasil, Fernando Haddad, de 55 años, inició ayer su campaña como nuevo candidato del Partido de los Trabajadores (PT). Ya con su padrino en un supuesto segundo plano, el evento elegido para su primer día de campaña fue una reunión, junto a la candidata a la vicepresidencia, Manuela D'Avila, del Partido Comunista, con un grupo de estudiantes en Sao Paulo.

Exprimiendo hasta el último momento el plazo que la Justicia le había dado, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva dejó el martes a quien fue su ministro de Educación y ex alcalde de Sao Paulo el terreno libre al delegarle su candidatura. Lula, de 72 años y que cumple desde abril 12 años de condena por corrupción pasiva y lavado de dinero, ponía así fin a más de dos años de vaivenes políticos, en los que siempre –incluso desde su celda en Curitiba– lideró las encuestas.

Ahora la pregunta es si de aquí al 7 de octubre, fecha de la primera vuelta, Haddad, un gran desconocido para la mayoría de los petistas, logrará heredar los votos de Lula. Por el momento, las encuestas de las consultoras Datafolha e Ibope le sitúan en quinto lugar, con un 8% o 9% de intención de voto, frente al 40% que tenía Lula. El analista Matias Spektor explica a LA RAZÓN que «las encuestas revelan que es un candidato con potencial de crecimiento porque en muy poco tiempo creció con fuerza». «Lo que le espera es un sprint en cuesta arriba», señala Spektor.

El ex alcalde tiene todo a su favor para lograr colocarse en la segunda vuelta, el 28 de octubre, donde, según los sondeos, podría enfrentarse al ultraderechista Jair Bolsonaro, que se recupera en un hospital de Sao Paulo de la puñalada que recibió hace cuna semana en un caminata en la ciudad de Juiz de Fora.

Haddad tiene, de entrada, el apoyo de Lula y de la poderosa maquinaria electoral del PT, uno de los partidos con mejor penetración en todo el país. Además, el partido es el segundo con más minutos de propaganda electoral gratuita en la televisión y la radio, un arma todavía muy poderosa en Brasil, donde más de un tercio de la población no tiene acceso a internet. Además, no tiene acusaciones de corrupción en su contra, algo muy importante entre la cuestionada clase política brasileña, donde prácticamente todos los partidos –incluido el PT– tiene altos cargos implicados en escándalos.

La gran preocupación ahora para Haddad es el centroizquierdista Ciro Gomes, ex ministro de Lula y que se sitúa en segundo lugar en los sondeos, con entre 11% y 13% de los votos. En tercer y cuarto puesto, y en la lucha por el segundo turno, aparecen la ambientalista Marina Silva, también ex ministra de Lula, y el ex gobernador de Sao Paulo, del centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña. «Ahora la estrategia dominante de Haddad tiene que ser quitar votos a Ciro, y viceversa. Si Haddad pasa a segunda vuelta liderará una coalición de centro izquierda contra centro derecha», comenta el analista.

Gomes tiene mucho poder en el pobre nordeste, que concentra el 30% de los votos. Por el momento, la estrategia del PT es repetir una y otra vez el mantra «Lula es Haddad», como reza el cartel de campaña del nuevo candidato del PT en el que se muestran dos fotos superpuestas. Arriba Lula, el líder, con una camiseta de color rojo, símbolo del partido, tendiendo los brazos a sus simpatizantes. Abajo Haddad con idéntico gesto y vestido igual.

Ésta es la idea que manejan los petistas para que Haddad gane posiciones: mantener la figura de Lula constantemente presente. Ése fue también el mensaje que lanzó Lula: «Ya somos millones de Lulas y Fernando Haddad será Lula para millones de brasileños». La impronta del PT es fuerte. Ganó las últimas cuatro presidenciales. Ahora habrá que ver si Haddad, de origen libanés, consigue mantener al PT a la cabeza del juego político.