Unión Europea
¿Qué diferencias hay entre el acuerdo de Johnson con la UE y el de May?
Irlanda del Norte permanecerá vinculada a la unión aduanera europea
Nada hay más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo, según la conocida máxima del escritor Victor Hugo. De manera sorpresiva, la idea original de la ex primera ministra Theresa May de establecer un mismo régimen aduanero para toda la isla de Irlanda ha resucitado, con algunos cambios.
Ayer el negociador jefe de los Veintisiete, Michel Barnier, comunicó a las capitales las líneas maestras de este principio de acuerdo, si bien las cancillerías no pudieron acceder a muchos de los detalles, hasta la reunión de los embajadores que comenzó a las 19:00 horas, tras algunos retrasos.
Una de las mayores novedades reside en el logro británico de que Irlanda del Norte, a través de la Asamblea de Stormont, tenga algún tipo de derecho de decisión sobre el estatus de su territorio en esta solución de emergencia, prevista como póliza de seguro hasta que Reino Unido y Bruselas hayan llegado a un acuerdo sobre su relación futura. Hasta ahora, Irlanda en particular, y los Veintisete en general, se habían opuesto a esta opción, pero en las últimas horas los ánimos han cambiado hacia una posición más constructiva. Según fuentes diplomáticas comunitarias, el equipo negociador británico ha dado su beneplácito a la puesta en marcha de una frontera aduanera entre las dos islas que se establecería en el mar del Norte, ya sea de forma marítima o terrestre. Así se evitarían los controles aduaneros entre Irlanda del Norte (perteneciente a Reino Unido) y la República de Irlanda (país que seguirá en la UE). Este paso permite preservar los acuerdo de Viernes Santo que prohíben la vuelta de los controles fronterizos entre las dos Irlandas.
Según explican estas mismas fuentes, aunque Irlanda del Norte de manera formal no seguiría formando parte de la unión aduanera comunitaria, sí cumplirá de facto con su normativa. Este régimen podría ser muy parecido, al menos de manera formal, al de las islas Canarias respecto a España y el mercado único.
A su vez, se establece un marco regulatorio común para toda la isla de Irlanda que también evita los controles normativos dentro de la isla. Fuentes comunitarias reconocen que será necesario aplicar controles diferentes respecto a los productos que se quedan en el mercado comunitario y aquellos que llegan a Reino Unido en ámbitos como el IVA o los aranceles, pero consideran que esto es técnicamente posible ya que la mayoría de los intercambios entre Reino Unido e Irlanda se realizan a través de Dublín y están centrados en los bienes agroalimamentarios. La frontera de Irlanda ha sido el principal escollo del largo proceso.
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