Manila

Huertos urbanos en Filipinas para luchar contra la malnutrición infantil

Huertos urbanos en Filipinas para luchar contra la malnutrición infantil
Huertos urbanos en Filipinas para luchar contra la malnutrición infantillarazon

Un huerto comunitario, una pedazo de tierra o incluso tres macetas pueden ser la solución al problema creciente de la malnutrición infantil, según demuestran en Parañaque City, en los arrabales de Manila, donde los centros de salud promueven la producción de verduras en el hogar.

"Muchos de los habitantes de este lugar no tienen los medios suficientes para alimentarse correctamente, con lo cual a veces los niños sufren problemas de malnutrición y los padres no pueden hacer frente a esta situación", explicó a Efe la doctora Cintya Sampol, directora médica del centro sanitario de BF Homes barangay, el barrio más poblado -100.000 habitantes- de los 16 de Parañaque.

"Pero el otro problema grave es que los padres tampoco saben alimentar correctamente a sus hijos. Nosotros les enseñamos cómo deben hacerlo", agregó Sampol. El programa de nutrición es multifacético: por un lado las enfermeras aprovechan las visitas de las madres al centro sanitario para dar charlas específicas sobre nutrición.

El tema no les puede escapar, dado que el centro de salud está literalmente "empapelado"con pósters sobre cómo alimentarse correctamente.

Como habitualmente las madres que habitan en las áreas más deprimidas son las que más incumplen los encuentros programados al centro de salud, las enfermeras y parteras hacen visitas semanales a las comunidades y allí dan sus charlas para asegurarse que no queda nadie por informar.

"La idea es que ellas se hagan responsables. Nosotras tenemos aquí en el centro un huerto con el que proveemos a algunas de ellas, pero el objetivo del programa es que cada una tenga sus macetas en casa", explica Sampol.

Acto seguido muestra el degradado huerto y se lamenta de su estado; "Fue directamente afectado por lo recientes tifones Glenda y Mario, pero aún se pueden ver algunas plantas".

Sahoyot, kangkong, kamote, aokra, patola, kamians, o la única conocida internacionalmente, albahaca, son algunas de las plantas que sobresalen entre la maleza y los trozos de madera, reminiscencia de lo que fue una valla previa a la fuerza del viento del tifón.

"El ministerio de Agricultura les da las semillas y la tierra, y ellos deben procurar los recipientes de plástico. Nosotros tenemos la huerta para poder dar muestras y, sobre todo, para usarlas cuando hacemos las demostraciones de cocina en las comunidades".

"Es la mejor manera de que coman verduras frescas y los niños obtengan las vitaminas necesarias", agrega Sampol.

En el huerto sobresale una enorme planta de Mallungay, que sirve, entre otras cosas, para incrementar la producción de leche materna, otro de los focos principales de la estrategia sanitaria.

Pósters colgados en todas las paredes destacan las bondades nutricionales de la leche materna y cómo incrementa el sistema inmunitario, y recuerdan que los biberones pueden contaminarse con gérmenes que pueden dañar al bebé.

El centro incluso cuenta con un pequeño recinto para amamantar, en caso de que las madres quieran alimentar a sus hijos al abrigo de las miradas de los escasos hombres que hay en el lugar.

"Aquí promovemos la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y la mayoría cumplen esta recomendación, hay incluso algunas que trabajan fuera del hogar y que se sacan la leche y la dejan en la nevera", explica la comadrona Imelda Cooka, que hace todo el control prenatal y postnatal de las madres de BF Homes.

Cooka también hace apología de las verduras caseras en su consulta con las embarazadas; y una vez vuelven con sus bebés en el regazo, les explica la importancia de la planificación familiar.

"Les doy una charla y les ofrezco métodos anticonceptivos. Aquí mismo tengo de todo, condones, pastillas, inyectable, que les damos gratuitamente".

"Incluso, si veo que la mamá tiene ya tres hijos les hablo de métodos anticonceptivos permanentes", agrega Cooka.

Precisamente, uno de los problemas crecientes que enfrenta el barangay es el aumento de los embarazos entre las adolescentes de zonas deprimidas.

"Hacemos charlas tanto en las comunidades como aquí. De hecho, en el huerto urbano tenemos una pequeña casa tradicional, donde hablamos con ellas más confortablemente", muestra, orgullosa, Sanpol. Hoy no hay adolescentes en el centro, pero sí muchas madres con bebés, porque es jornada de vacunación.

Algunos reciben la vacuna contra la tuberculosis; otros la que inmuniza contra el sarampión, las paperas y la rubeola; y algunos bebés son los primeros en obtener la IPV, la vacuna inactivada contra la polio, que Filipinas compra a una farmacéutica y que acaba de introducir en su calendario regular de inmunización.