Energía nuclear
Irán aumenta su capacidad para enriquecer uranio
El régimen de los ayatolás abandona la retórica tras la ruptura del pacto nuclear por parte de EE UU y anuncia que construirá centrifugadoras avanzadas en sus instalaciones de Natanz.
El régimen de los ayatolás abandona la retórica tras la ruptura del pacto nuclear por parte de EE UU y anuncia que construirá centrifugadoras avanzadas en sus instalaciones de Natanz.
El régimen iraní ha decidido abandonar su retórica de amenazas contra Estados Unidos e Israel y pasar a la acción enriqueciendo uranio como respuesta a las sanciones de Washington y su retirada del acuerdo nuclear con Irán. Exacerbado por los clamores y festejos por el 29º aniversario de la muerte del imán Jomeini –padre de la República Islámica– el ayatolá Alí Jamenei prometió el lunes que su país empezaría a enriquecer uranio. «La Organización de la Energía Atómica de Irán (OIEA) tiene que preparar inmediatamente las medidas necesarias para alcanzar (uranio enriquecido) hasta 190.000 SWU (unidades de trabajo de separación), en el marco del acuerdo nuclear», ordenó en su alocución del lunes. Y su dictamen se convirtió en un hecho consumado. Así, la Agencia Nuclear Nacional de Irán (OIEA) anunció ayer que ha comenzado a incrementar la capacidad de enriquecimiento de uranio del país en el marco del acuerdo nuclear de 2015, y notificará a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) su decisión.
Según el portavoz de la OEAI, Behruz Kamalvandi, Irán informó a la AIEA a través de una misiva sobre el inicio del proceso para aumentar la capacidad de producción de hexafluoruro de uranio (UF6), y tetrafluoruro de uranio (UF4), dos compuestos químicos que sirven como materia prima para las centrifugadoras y que a gran escala podrían ser utilizados como combustible nuclear. El temor de la comunidad internacional a que de nuevo se vaya a descontrolar la producción de uranio enriquecido en el país persa se acrecienta con el anuncio del vicepresidente y director de la OEAI, Ali Akbar Salehi, que informó de que Irán comenzará a instalar hoy nuevas centrifugadoras en Natanz, siguiendo las directrices del líder supremo.
Para rebajar la tensión Salehi defendió que «las actividades nucleares de Irán son pacíficas y se basan en la fatua (decreto religioso) del Líder, que señala que fabricar armas nucleares es haram (prohibido) para nuestro país y siempre respetaremos este principio y nunca lo violaremos». En el marco del acuerdo, Irán se había comprometido a enriquecer hasta el 3,67% durante 15 años, desmantelar dos tercios de sus centrifugadoras y entregar el 90% de sus reservas de uranio enriquecido a bajo nivel, lo cual estaba cumpliendo, de acuerdo con la OIEA. Pero ahora con el pacto nuclear en el aire la situación es más vulnerable.
Antes de la firma en 2015 del Plan Integral de Acción Conjunta (PAIC), Irán tenía 42.000 SWU y ahora pretende llegar hasta 190.000 SWU, una cifra que ha puesto en alerta a la comunidad internacional. No obstante, el director de la agencia atómica iraní subrayó que la reanudación de las actividades nucleares son necesarias para «la generación de electricidad a partir de la energía atómica y el suministro de combustible para las plantas nucleares, al igual que «la industrialización de las actividades nucleares del país también son importantes» para la OEAI.
La decisión de reiniciar las actividades nucleares viene dada tras una serie de negociaciones poco fructíferas con los gobiernos europeos firmantes del PAIC, tras la salida de EE UU del pacto nuclear. El líder supremo estableció varias condiciones a Londres, París y Berlín para salvaguardar el tratado nuclear después de que los tres países europeos no presionaran «lo suficiente» a EE UU por retirarse del acuerdo. Para Irán la decisión de Donald Trump de abandonar el pacto atómico fue «una violación de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», por lo que el ayatolá exigió a los europeos que presentaran una resolución contra EE UU ante el Consejo de Seguridad, algo que no se ha llevado a término.
Al considerar que Europa «no ha cumplido con sus demandas», el líder supremo advirtió hace algo más de una semana de que Irán ejercería su derecho a reanudar sus actividades nucleares, por lo que llamó a las autoridades de la OIEA a prepararse para enriquecer el uranio al 20%. «Algunos gobiernos europeos esperan que la nación persa tolere las sanciones, renuncie a sus actividades nucleares y continúe observando limitaciones (en su programa nuclear). Les digo a esos gobiernos que ese mal sueño nunca se hará realidad», advirtió Jamenei en su arenga del lunes con motivo del aniversario de la muerte de Jomeini.
Para Israel la decisión de Irán de restaurar su programa de enriquecimiento de uranio es una declaración de guerra. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró ayer que la intención de Jamenei «era destruir el Estado de Israel y ayer explicó cómo lo haría», en referencia al anuncio de construir más centrifugadoras. «No estamos sorprendidos. No permitiremos que obtengan armas nucleares», advirtió el líder israelí, después de que el líder supremo iraní amenazase con que su país es capaz de «lanzar 10 misiles por cada proyectil de nuestros enemigos».
La salida de EE UU del acuerdo nuclear ha tirado al traste años de trabajo para ganarse la confianza de Irán tras más de 30 años de ostracismo con régimen persa. Ahora todas las opciones están abiertas y las que se barajan no son precisamente alentadoras.
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