Política

Conflicto Israel-Palestina

Israel accede a extender el alto el fuego y Hamas amenaza con más ataques

Israel propone prolongar la tregua, pero Hamas amenaza con reanudar los ataques si no se cumplen sus demandas

Tres palestinos descansan sentados en un sofá a la entrada de su casa destruida en el barrio de Shujaiya, al este de la ciudad de Gaza
Tres palestinos descansan sentados en un sofá a la entrada de su casa destruida en el barrio de Shujaiya, al este de la ciudad de Gazalarazon

Israel y Hamas, en contactos indirectos y sin verse las caras, iniciaron ayer en El Cairo las conversaciones para intentar que la tregua se prolongue. El alto el fuego por 72 horas que entró en vigor el martes a las 8 de la mañana –y que por ahora se respeta– se podría extender si Hamas acepta la propuesta de Israel de extender el cese de hostilidades. Sin embargo, Hamas endureció anoche su postura y dijo que si no se cumplen sus exigencias la tregua acabará mañana por la mañana y volverán los ataques contra Israel. En concreto, el grupo islamista exige que se levante el fin del bloqueo y que se liberen a los palestinos arrestados en Cisjordania, según informó «The Jerusalem Post». Izzat al-Risheq, portavoz de Hamas, dijo ayer: «Aún no he recibido una respuesta a nuestras demandas. Nuestros dedos aún siguen en el gatillo».

Una delegación israelí se reunió ayer con el presidente palestino Mahmud Abas, quien maniobra con un complejo mosaico, teniendo de fondo su interés en recuperar su presencia en Gaza, sus críticas a Israel, su enemistad con Hamas y, por otro lado, también el gobierno de reconciliación que le incluye, anunciado en abril.

Dos falsas alarmas sobresaltaron ayer a algunas localidades israelíes adyacentes a la frontera con Gaza, una al mediodía y la otra al anochecer. Al sonar la señal que indica que un cohete está en camino desde Gaza hacia el lugar, habitantes de la zona creyeron que nuevamente se había desmoronado la tregua, aunque ésta parecía haberse estabilizado. En cuestión de segundos, en ambos casos, quedó claro que no se oía explosión ninguna, lo cual indicaba que no había habido impacto. Minutos después se confirmó que se trataba de falsas alarmas, por lo que parece ser una hipersensibilidad del sistema de advertencia, que durante un mes entero advirtió sobre más de 3.300 cohetes que salieron disparados desde Gaza hacia territorio israelí. Corresponsales extranjeros que ya salieron de Gaza comienzan a dar testimonio de lo que, al parecer, temían contar al estar dentro del territorio palestino: que Hamas, tal cual afirmaba Israel, disparaba cohetes desde zonas civiles e incluso junto a instalaciones de Naciones Unidas. Días atrás lo reveló la corresponsal de la televisión finlandesa. El martes fue un corresponsal de un canal de televisión de India, NDTV, y ayer, France 24.

En el terreno, ambas partes intentan retornar a la normalidad, y gradualmente, cada una de las poblaciones vuelven a sus casas. Los israelíes, aún con una profunda desconfianza y preguntándose cuánto durará la calma que estos días se mantiene. Y los palestinos, tienen delante un enorme desafío de reconstrucción y la necesidad, en algunas zonas, de empezar todo de nuevo. Ayer comenzaron los trabajos de reparación y también la Compañía Eléctrica de Israel emprendió el proyecto de arreglos en las líneas abastecedoras de electricidad a Gaza. Israel suministra, a través de diez líneas aproximadamente, el 30% de la electricidad que consume toda la Franja. Asimismo, continuaron entrando a Gaza, por el paso fronterizo sureño de Kerem Shalom, camiones con ayuda humanitaria, en lo que deberá ser una gran tarea tras la guerra.

Ayer, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, declaró que «el pueblo de Gaza no es nuestro enemigo» y reiteró su ya declarada posición: que la responsabilidad de la guerra recae sobre los hombros de Hamas, por su lanzamiento de cohetes hacia Israel, que no cesó a pesar de los varios intentos israelíes de exhortarle a devolver la calma. «Nuestro enemigo es Hamas. La tragedia de Gaza es que está gobernada por Hamas, un grupo que se deleita con bajas civiles», acusó Netanyahu. Según el primer ministro, cuando Hamas rechazó la primera propuesta de alto el fuego que Egipto presentó, tan sólo unos días después del inicio del operativo–y que Israel sí había aceptado– la cantidad de muertos era de 180. Eso significa, analizó, que el 90% de los muertos en Gaza en el operativo (más de 1.800 en total en los 29 días de guerra) perdieron la vida después de ese rechazo de la tregua por parte de Hamas.

Netanyahu aseguró que «la situación actual es mejor, más segura para la población», en referencia a los habitantes del sur, pero aclaró que se seguirá con atención el desarrollo del alto el fuego. «Dejamos Gaza después de haber destruido los túneles. Sabíamos de la existencia de algunos antes del operativo, pero de otros, la desconocíamos completamente», aseguró.

En Israel tienen claro que ahora, además de estabilizar el alto el fuego y lograr en las conversaciones de El Cairo un arreglo que no sólo permita la reconstrucción de Gaza sino también su desmilitarización, el desafío será en la arena diplomática internacional. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, llamó ayer explícitamente a llevar a juicio a los responsables de los bombardeos a instalaciones de la ONU. «Las muertes masivas y la destrucción en Gaza han sobrecogido y avergonzado al mundo», dijo Ban. Pero en Israel se ve con ojos muy críticos la actitud de la ONU, esperándose no sólo una condena explícita al uso de sus instalaciones por parte de Hamas para esconder cohetes sino también el disparo de cohetes desde muy cerca de sus escuelas, lo cual los pone en riesgo si Israel responde de acuerdo a las coordenadas registradas.