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Jaume Duch: “Si el Brexit se prorroga, los británicos tienen derecho a estar representados en la UE”

El director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Europeo habla con LA RAZÓN sobre los próximos comicios internacionales

Jaume Duch, director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Euripeo
Jaume Duch, director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Euripeolarazon

El director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Europeo habla con LA RAZÓN sobre los próximos comicios internacionales.

A falta de un mes para que se celebren las cruciales elecciones europeas, nadie sabe todavía que sucederá con Reino Unido: si abandonará la UE de forma caótica el próximo 12 de abril, si finalmente la UE acepta la petición de May de un aplazamiento hasta el 30 de junio o bien si la prórroga se concreta hasta el próximo año.

Jaume Duch, el director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Europeo, reconoce en una entrevista para LA RAZÓN desde Bruselas que la presencia de eurodiputados británicos en la próxima legislatura de la UE se antoja “técnicamente complicada” y que todo el proceso del Brexit está “afectando mucho” a la UE por las interminables negociaciones con Reino Unido.

¿Por qué son tan importantes estas elecciones europeas?

Primero porque se van a elegir a los diputados de un Parlamento que tiene en estos momentos muchas competencias legislativas y que deciden una gran cantidad de aspectos que tienen un impacto real en la vida de las personas. Es posible que incluso sean más relevantes en algunos casos que otros parlamentos. En segundo lugar son importantes después todo lo que ha sucedido en los últimos años tras la crisis económica y de refugiados. Se tratan de unas elecciones en las que los ciudadanos europeos tienen que decidir el rumbo que toma la Unión Europea, y si seguimos hacia delante o, como proponen algunos, hacia atrás.

¿Qué supondría que Reino Unido esté presente en el próximo Parlamento?

Las informaciones que llegan desde Londres siguen siendo muy confusas, cambian todos los días. Lo último que sabemos es que May ha prometido convocar elecciones, pero sabiendo que podrá anular esa convocatoria una vez que Reino Unido haya abandonado la Unión Europea antes del 23 de Mayo, fecha en la que ellos deberían votar. Lo único que está claro es que si se prorroga el Brexit, los británicos tienen todo el derecho del mundo a estar representados en el Parlamento Europeo en la próxima legislatura, y por lo tanto, debería haber diputados de Reino Unido en la UE. No obstante, es técnicamente complicado y políticamente más que esto ocurra.

Sobre el Brexit, ¿cuánto está afectando a nivel europeo las prórrogas que está solicitando May a la UE?

Todo el proceso del Brexit está afectando mucho a la Unión Europea por el simple motivo de que hemos tenido que dedicar muchísimo tiempo y esfuerzo para negociar el Acuerdo de Salida con Reino Unido, un acuerdo que de momento los británicos han aceptado a nivel gubernamental pero que su Parlamento no ha ratificado. Sobre la prórroga sucede lo mismo, tiempo que deberíamos estar dedicando a debatir y decidir sobre lo que pretendemos hacer los Veintisiete durante la próxima legislatura y se nos está acabando el tiempo.

Según sondeos realizados por el portal web ‘Politico’, una eventual participación de Reino Unido en las elecciones europeas fortalecería a los partidos considerados euroescépticos e incluso eurófobos hasta el punto de que de unirse podrían convertirse en la primera fuerza de la Eurocámara sumando un total de 183 escaños. ¿Qué opina sobre ello?

Simplemente son hipótesis. Primero, imaginar que todos los partidos eurófobos, euroescépticos, de ultraderecha o ultraizquierda, se puedan unir en un mismo grupo es imaginar muchísimo. Segundo, si hay elecciones europeas en Reino Unido, creo que nadie en estos momentos puede predecir cuáles pueden ser los resultados. UKIP ganó las elecciones europeas hace cinco años, pero es un partido que se ha desmembrado y se ha dividido en dos formaciones diferentes. Por otra parte, es evidente que hay mucha gente proeuropea en Gran Bretaña que en 2014 no votó y ahora por la situación en la que estamos si que votaría. Hay todavía que dejar tiempo.

En cuanto a los nuevos escenarios que se plantean en la Eurocámara, se espera que la extrema derecha liderada por Matteo Salvini y Marine Le Pen consiga un eventual aumento de escaños en el Parlamento Europeo. ¿Cuál es su visión al respecto?

Habrá que ir viendo país por país. La Liga Norte ha ido creciendo mucho en los últimos años y las encuestas dan efectivamente la victoria al partido de Salvini en las próximas elecciones europeas en Italia, pero la última palabra lo tienen los electores. Por su parte, el Frente Nacional es un partido que ya ganó los comicios europeos en 2014 y que en las actuales encuestas va segundo. De todas formas, la situación es muy diferente en cada país. Hay naciones en los que los populismos en general van a ganar votos, pero en otros países lo van a perder. Todas las últimas proyecciones que estamos elaborando nos dan un Parlamento con una mayoría holgada de diputados que están a favor de continuar con la integración europea.

¿Cree que los partidos españoles tienen más presente la transcendencia de la institución a la hora elaborar sus listas?

Yo espero que sí. No me puedo pronunciar sobre las listas de los partidos políticos españoles, sobre todo porque no están todavía todas encima de la mesa, pero tengo que entender que las principales formaciones se han dado cuenta en estos últimos cinco años que contar con delegaciones fuertes en el Parlamento Europeo ayuda muchísimo, primero porque logran más cuota de poder en Bruselas y, en segundo lugar, hace que las posiciones españolas tengan mayor sustento en Europa cuando hay problemas o prioridades del país que se tienen que debatir o votar en la UE.

¿Cuáles son sus previsiones de participación en estas elecciones? ¿Cree que en España se mantendrá ese sentimiento europeísta?

Es un poco pronto para saber cómo transcurrirá la participación. Además, ira de manera diferente en cada país. Hay naciones en los que la tendencia es siempre alta y en otras baja, no solo en las elecciones europeas, sino también en sus propios comicios nacionales. Lo que sí que percibo es más interés y movilización que nunca: entre los medios de comunicación, los partidos políticos, sus líderes y en ámbitos de la sociedad civil organizada. Hay un mayor interés en las próximas elecciones en Europa que hace cinco años no existía y, por tanto, tiendo a pensar que esta vez la participación sea superior que en 2014. En el caso de España, estoy seguro que las elecciones ratificarán el europeísmo que nos caracteriza.

¿Cómo pretende el Parlamento convencer a los europeos para acudir a votar?

El Parlamento Europeo lanzó hace muchas semanas una campaña de motivación al voto dirigida principalmente a los jóvenes porque son los mas abstencionistas, buscando de alguna manera que entiendan la importancia que tienen estas elecciones y comprendan que todas las razones que valen para acudir a votar en unos comicios nacionales también sirven para hacerlo en unas elecciones europeas. Los medios de comunicación también tienen mucha responsabilidad a la hora de motivar a la gente a votar.

¿De qué forman combatirán a los euroescépticos y las “fake news” durante la campaña?

La institución como tal no combate a los euroescépticos, el Parlamento es neutral. Son los ciudadanos quienes deben decidir a qué partidos votan y que orientaciones ideologías escogen. El tema de la desinformación sí que es un tema que desde la UE estamos luchando desde muchos frentes al mismo tiempo. Primero se hace coordinando los esfuerzos de las diferentes instituciones europeas, así como también las acciones de las entidades y gobiernos nacionales para evitar injerencias en las campañas electorales. También se logra promoviendo el trabajo de los medios de comunicación, lo que se conoce como la prensa de calidad, para que recupere espacios que ha ido perdiendo. Se consigue de igual modo obligando a las grandes plataformas de Internet y redes sociales a autorregularse y a evitar convertirse en estos últimos años en el vehículo principal de las “fake news”, y fomentando lo que se conoce como el ‘fact checking’, es decir, apoyando a aquellas entidades públicas o privadas que se dedican a ayudar a que la ciudadanía sepa la diferencia entre noticias verídicas y lo que son simplemente mentiras. Hay que trabajar en todos estos ámbitos a la vez, es un tema muy complicado que requiere mucho tiempo y esfuerzo. La propia ciudadanía se tiene que dar cuenta de que no todo lo que tiene a su alrededor es verídico, hay que esforzarse en entender y de estar prevenidos sobre el posible consumo de la desinformación.