Kuczynski, un tecnócrata neoliberal y conciliador

El presidente electo de Perú cuenta con una larga trayectoria tanto en la administración como en el sector privado. Ha trabajado para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y ha ejercido de ministro en varios gobiernos de Perú

¿Es Pedro Pablo Kuczkynski, de 77 años, el candidato de las multinacionales y un “lobbysta”? Este mensaje fue lanzado durante la campaña electoral una y otra vez por sus detractores, quienes esgrimen que en sus años como alto cargo en el segundo Gobierno de Fernando Belaunde exoneró a petroleras extranjeras cantidades millonarias en impuestos para favorecer la explotación energética y se enriqueció como empresario beneficiado por concesiones públicas en la época del presidente Alberto Fujimori.

Sus defensores lo encasillan como un tecnócrata con acreditada experiencia en la gestión de lo público y ajeno a los escándalos de corrupción del país. Afable, conciliador y buen gestor, son algunos de los adjetivos que acompañan esta visión del presidente electo de Perú. “Fue capaz de resolver las huelgas durante la época de Alejandro Toledo”, explica a LA RAZÓN el periodista peruano Luis Felipe Gamarra.

Pedro Pablo Kuczynski (Lima, 1938) se ve a sí mismo como un político centrista más preocupado por la efectividad de la gestión que por la ideología: “El gran votante, más de la mitad del país, quiere un Estado organizado, y yo soy probablemente el que mejor sabe cómo hacerlo”, dijo en una entrevista en 2014. Carlos Aramburú, profesor en la Pontificia Universidad Católica de Perú, resalta la faceta de “gran financiero” del nuevo presidente. “Su plata la hizo en Estados Unidos como asesor de fondos de inversión para países emergentes”, asegura el analista peruano.

Kuczynski, conocido en Perú como PPK (las iniciales de su nombre y apellidos), fue gerente del Banco Central de Reserva peruano en los años sesenta, después de trabajar para el Banco Mundial, a donde llegó con 22 años. En 1968 huyó del país rumbo a EE UU tras la implantación del Gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, que le acusó de desembolsar 115 millones de dólares en favor de la International Petroleum Company. Este hecho ha sido utilizado en la campaña electoral por Keiko Fujimori para tacharle de “cobarde”. En la época del exilio también trabajó para el Fondo Monetario Internacional, y pasó tres años en África trabajando en la industria de la minería, además de directivo en diversas compañías como Acero del Pacífico, Edelnor y Toyota Motor Corporations. En 1988 participó en la reunión del grupo Bildelberg en Austria.

En 1980 fue nombrado ministro de Energía y Minas en el segundo mandato de Fernando Belaunde, y en 1982 se marchó del país por las amenazas del grupo terrorista Sendero Luminoso rumbo a Nueva York, donde trabajó como presidente de la sección internacional de un banco de inversión. Con la llegada de Alejandro Toledo al poder en 2001, fue reclutado como ministro de Economía, aunque apenas duró un año, desgastado por la política liberalizadora que levantó la ira de los sectores populares. Volvería al Gobierno tres años más tarde, en 2004, como ministro de Economía nuevamente y después como primer ministro. PPK argumenta que durante estos años la economía peruana creció entre el 5% y el 8% y el déficit fiscal se redujo a cero.

Aunque sus primeros pasos los dio como gestor público, Kuczynski es visto por muchos como un empresario más que como político. En 2014 presidía un fondo de inversión privado que se dedicaba, según explicó él mismo, a invertir en “empresas medianas para capitalizarlas y hacerlas crecer. Estamos presentes en Brasil, Chile, Colombia y México. He hecho eso hace más de 20 años ¿Eso es malo?”. También ha sido presidente de Backus, la mayor cervecera de Perú, de la que salió en 2015, al mismo tiempo que renunciaba a su pasaporte estadounidense, un dato que le restó votos en las elecciones peruanas de 2011.

“Tiene un equipo con capacidad en la función pública. Martín Vizcarra, su candidato a vicepresidente, gobernó la región de Moquegua, donde invirtió los fondos del canon minero en elevar la sanidad y la educación de los habitantes”, explica Gamarra, quien destaca la figura en la sombra del “reputado” economista Alfredo Thorne, que ha pasado por las filas del Banco Mundial y está llamado a ser el hombre fuerte del gabinete de PPK como ministro de Economía. “Es un economista con mucha experiencia en la definición de políticas públicas contra la pobreza”, añade el periodista Gamarra.

Para Gamarra, Kuczynski es el primer liberal que consigue ser presidente en Perú a través de las urnas. Antes lo intentaron otros como Mario Vargas Llosa y Pedro Beltrán, en los años sesenta. “Alejandro Toledo y Ollanta Humula llegaron al Gobierno con una postura de izquierdas y con el respaldo de muchos grupos socialistas, aunque ambos presidentes acabaron virando hacia posturas más o menos neoliberales”, matiza el periodista.

En política exterior, Kuczynski también dará un cambio de rumbo, especialmente en lo tocante a la crisis de Venezuela. Preguntado sobre el particular horas antes de la jornada electoral, el presidente electo de Perú se mostró partidario de la aplicación de la Carta Democrática invocada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), asumiendo una postura más comprometida que la de su predecesor, el presidente saliente Ollanta Humala: “Nuestra posición sobre Venezuela es absolutamente categórica. Ha habido una elección que la ganó el partido de oposición y ahora el Gobierno está usando artimañas para invalidar el voto popular”, zanjó.

Su padre fue un médico alemán que llegó a la selva peruana para investigar enfermedades tropicales en el Amazonas. Su madre, suiza, ejerció de profesora en el campo. Pedro Pablo estudió en los mejores colegios de Lima, con becas, y completó su formación en Reino Unido y Suiza. En Londres estudió flauta y piano en la Royal Academy of Music, y más tarde Filosofía, Economía y Política en la Universidad de Oxford, con posgrado en Economía en Princeton, en EE UU.

PPK tendrá que lidiar con un Congreso dominado por el fujimorismo, un escenario que le obligará a desplegar sus dotes de negociador, sobre todo después de que Keiko Fujimori haya dicho que las reformas que ha planteado su oponente en la campaña, como la reducción del IVA, no serán aceptadas por el fujimorismo.

Sus puntos débiles, a juicio de Aramburú, serán las políticas sociales y la cuestión indígena. En este sentido, el flamante ganador se ha mostrado partidario de la consulta a la población indígena peruana (400.000 personas) sobre los recursos naturales, pero la elección de Mercedes Aráoz como vicepresidenta ha levantado ampollas. El pueblo Awajún-Wampis le acusa de ser responsable de los sucesos de Bagua, que acabaron con 34 muertos en la selva peruana en 2009, ocurridos durante su gestión como ministra de Comercio Exterior.