Espionaje

Una red de escuchas camuflada en las azoteas de embajadas

La NSA tiene en Madrid instalaciones similares a las usadas en París para espiar

Una red de escuchas camuflada en las azoteas de embajadas
Una red de escuchas camuflada en las azoteas de embajadaslarazon

Las nuevas informaciones vuelven a confirmar que los servicios de Inteligencia estadounidenses (la Agencia Nacional de Seguridad, NSA) aprovechan el buen posicionamiento de sus embajadas en países europeos para instalar redes de espionaje. La Prensa alemana ya destapó en junio de 2014 que la embajada norteamericana en Berlín acogía una estación de telecomunicaciones al servicio del Special Collection Service (SCS), órgano encargado de recolectar información para la NSA. Desde allí es desde donde se podrían haber realizado escuchas a empresas y mandatarios alemanes, como sería el caso de Angela Merkel, según las declaraciones de Edward Snowden, ex agente de la NSA que sacó a la luz documentos confidenciales.

Esta agencia de Inteligencia dispone de instalaciones similares en unas 80 de sus embajadas, 19 de ellas en Europa, según la revista germana «Der Spiegel». Algunas ciudades de esta lista son Berlín, Ginebra, Estocolmo, Viena, Roma, Praga y Madrid.

Hace un año, esta misma revista alemana habló de los sistemas utilizados por los estadounidenses para espiar al país desde su embajada en Berlín. Disponen de equipos sofisticados con los que interceptan señales de teléfonos móviles, redes inalámbricas y comunicaciones por satélite. Con esta tecnología, podrían haber accedido a datos y conversaciones de altos representantes germanos. Esta red de modernos aparatos se encuentra camuflada en la azotea para no ser descubierta, con unas hendiduras que pretenden imitar a ventanas para permitir el paso incluso de las señales más débiles.

La NSA declaró en una presentación interna que tenía acceso a entre 10.000 y 30.000 redes WiFi. Al conectarse los teléfonos móviles a éstas, se produciría la oportunidad de recolectar los datos. Según los documentos analizados por «Der Spiegel», estos sistemas pueden acceder a comunicación especialmente protegida y hacen posible el intercambio de claves de cifrado. Además, en las embajadas trabajan agentes infiltrados con acreditación diplomática. Como en el caso de Berlín o París, las embajadas estadounidenses suelen estar emplazadas en lugares idóneos para esta labor, a escasos metros de organismos gubernamentales. En el caso de la capital alemana, la Embajada de EE UU se encuentra en plena Pariser Platz, que no sólo es la plaza donde está la puerta de Brandemburgo, sino que se ubica próxima al Bundestag (Parlamento), por lo que sus sistemas pueden interceptar informaciones de este organismo.

Para este espionaje estadounidense a Europa, la NSA podría estar contando con un aliado dentro de sus fronteras. El pasado mes de mayo saltó el escándalo al publicarse que el propio servicio de Inteligencia alemán, el BND, podría estar espiando a funcionarios y empresas europeas a petición de su homólogo estadounidense. Esta noticia produjo grandes tensiones en la coalición del Gobierno.