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Cuba iza su bandera en Washington

El titular de Exteriores de la isla exige la devolución de Guantánamo y el fin del embargo en la reapertura de la embajada

Imagen de la bandera izada en la embajada cubana de Washington
Imagen de la bandera izada en la embajada cubana de Washingtonlarazon

El titular de Exteriores de la isla exige la devolución de Guantánamo y el fin del embargo en la reapertura de la embajada

Cuba izó ayer la misma bandera que arrió hace 54 años . Fueron tres soldados cubanos los que la volvieron a colocar en el mástil durante la inauguración oficial de la embajada en Washington, mientras se escuchaba en la calle 16 de la capital estadounidense el himno nacional. Una familia cubana la había guardado durante todos estos años y sólo la había sacado en algunas ocasiones. A partir de ahora vuelve a ondear en el lugar que le corresponde.

De esta forma, el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, que presidió la ceremonia oficial, quiso que todo se preparase con sumo detalle. Durante todo el fin de semana, llegaron a Washington intelectuales, científicos, artistas, deportistas, empresarios y otras personalidades de la isla para la reapertura de la embajada, que hasta ahora acogía la Sección de Intereses Cubanos. Acudieron a la ceremonia 700 personas, entre ellas el ex presidente de la Asamblea Nacional Ricardo Alarcón, el historiador de la ciudad de La Habana Eusebio Leal, el cantautor Silvio Rodríguez o el pintor Alexis Leyva (Kcho), junto con periodistas cubanos de diferentes medios oficiales de comuicación.

Aun así, el jefe de la diplomacia cubana exigió a Estados Unidos el fin del embargo y la devolución del territorio donde está la base naval de Guantánamo en su discurso de apertura de la representación diplomática. «Es grande el desafío porque nunca ha habido relaciones normales entre Estados Unidos y Cuba pese a siglo y medio de intercambios entre sus pueblos», indicó Rodríguez. El primer ministro de Exteriores cubano que visita Washington desde 1959 hizo hincapié en el «firme compromiso» de Cuba con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. «Hoy [por ayer] se abre la oportunidad de refundar unas relaciones bilaterales nuevas y distintas frente a todo lo anterior. Para ello, el Gobierno cubano compromete toda su voluntad y pide la devolución de Guantánamo, el fin del bloqueo y el respeto de la soberanía de Cuba», destacó Rodríguez, que también quiso reconocer el esfuerzo del presidente Barack Obama, para relajar las sanciones a Cuba y pedir al Congreso que acabe con el embargo.

Fue la asistente al secretario de Estado para el Hemisferio Oeste, Roberta Jacobson, la encargada de la ronda de negociaciones con Cuba, la representante de la delegación de Estados Uniodos. De momento, el jefe de la Sección de Intereses en La Habana Jeffrey DeLarentis será el ministro consejero de la legación diplomática. El presidente Obama todavía no ha hecho ningún anuncio sobre quién debe ser su representante en La Habana. Sabe que los republicanos en el Congreso y los demócratas de origen cubano van a bloquear en la votación de ratificación a su candidato. Aun así, el mandatario podría aprovechar el receso del verano para enviar a su embajador en Cuba. A la ceremonia de ayer también acudieron diferentes manifestantes para protestar frente a la representación diplomática cubana. Entre ellos, destacó un hombre con una camiseta roja que representaba «la sangre cubana» derramada durante el régimen de los Castro.

Sin embajador en La Habana

En cambio, ayer fue un día «normal» en la Embajada de Estados Unidos en La Habana. Hasta el 14 de agosto, cuando viaje a Cuba el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, no se izará la bandera de Estados Unidos. Tampoco se escuchará el himno. Ayer el ex senador de Massachusetts sí recibió a su homólogo cubano después de la apertura oficial de la legación del país del Caribe para sellar el acuerdo. Pese a todo, varios de los ocho guardias que vigilan el edificio de los estadounidenses recibieron la orden del Gobierno cubano de retirarse de su puesto. De momento, quedan dos oficiales en cada esquina del edificio. Como siempre, sonrieron y saludaron a los peatones, mientras los turistas estadounidenses, que empiezan a ir a la isla, se hacían fotografías delante del edificio de su embajada.

De esta forma, se pasa página a la historia de ruptura de relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 1961. Sin embargo, queda entre ambas capitales una importante brecha ideológica y muchas cuestiones que deben resolverse. Entre ellas, se encuentra el asunto de las reparaciones económicas, la insistencia de La Habana de que se termine el embargo comercial y la petición de EE UU de que Cuba mejore en derechos humanos y valores democráticos.