Medidas económicas

La competitividad de las empresas, la gran prioridad del nuevo Gobierno francés

Francois Hollande y Manuel Valls se dirigen a su primer consejo de ministros del nuevo Ejecutivo
Francois Hollande y Manuel Valls se dirigen a su primer consejo de ministros del nuevo Ejecutivolarazon

Mejorar la competitividad de las empresas gracias a la rebaja masiva de sus cotizaciones, a una simplificación de los procedimientos y a una reforma laboral que deberán negociar patronal y sindicatos es la gran prioridad del nuevo Gobierno francés, que celebró hoy su primer Consejo de Ministros.

El mensaje del presidente francés, François Hollande, a los ministros fue que "hay un objetivo, el de la recuperación del país, para que los franceses vivan mejor", informó el portavoz del Gobierno, Stéphane Le Foll, en conferencia de prensa.

Le Foll precisó que para salir de la situación actual -la economía francesa ha permanecido estancada en los dos primeros trimestres de 2014, el paro no ha dejado de aumentar y este año tampoco se cumplirán los objetivos de reducción del déficit- los instrumentos serán el "pacto de responsabilidad"y el "pacto de solidaridad".

El primero, anunciado en enero y que ahora está empezando a entrar en vigor, supone la reducción de 40.000 millones de euros en las cotizaciones patronales (equivalente a dos puntos de PIB) para intentar que aumente la competitividad de las empresas francesas.

Esta medida -junto al recorte del gasto público en 50.000 millones de euros en los próximos años que debe financiarlo, además de contribuir a controlar el déficit- estuvo en el origen de la crisis de Gobierno y la remodelación del gabinete, que ha dejado fuera a tres ministros que manifestaron públicamente su disidencia.

En cuanto al "pacto de solidaridad", está por ver en qué se traducirá más allá de una serie de rebajas fiscales que beneficiarán a los contribuyentes con rentas más bajas, muchos de los cuales ya no tendrán que hacer la declaración.

Por si no hubiera quedado clara la línea de este nuevo gabinete del que han quedado excluidos los tres ministros del ala izquierda del Partido Socialista que se manifestaron públicamente contra la "política de austeridad"-Arnaud Montebourg (Economía), Benoit Hamon (Educación) y Aurélie Filippetti (Cultura)- Valls dijo que "volver al crecimiento pasará en primer lugar por la ayuda a las empresas".

Durante un discurso en la universidad de verano de la patronal francesa Medef en Jouy en Josas (proximidades de París), programado antes de la crisis de Gobierno de esta semana, Valls aseguró a los asistentes que "Francia les necesita"porque "son las empresas las que, innovando, arriesgando el dinero de sus accionistas (...), crean valor y generan riqueza que beneficia a todos".

"Yo quiero a las empresas", afirmó en su defensa del "pacto de responsabilidad"porque "la competencia mundial no hace ningún regalo", porque los otros grandes países también les ayudan y porque, "cuando las empresas ganan cuota de mercado (en el exterior), son los franceses los que ganan prosperidad".

Valls señaló que disminuirá el coste del trabajo y el impuesto de sociedades y que "se simplificará la vida a las empresas".

Anunció que el viernes se presentará un plan para reactivar el sector de la construcción y que se reformará el código laboral, mediante "la negociación y la búsqueda de un acuerdo"entre patronal y sindicatos.

En el terreno europeo, el primer ministro reiteró la voluntad de una reorientación para que la UE dé prioridad a la inversión -solicitó a la Comisión Europea que concrete el plan de 300.000 millones de euros adelantado en julio- y confirmó que Francia quiere flexibilidad en el ritmo de reducción del déficit.

Además, aprovechó para instar al Banco Central Europeo (BCE) a ir más lejos en la línea adoptada en los últimos meses que, sin intervención directa en los mercados, ha conseguido una cierta devaluación del euro frente al dólar, la cual, a su juicio, sigue siendo insuficiente.

El presidente del Medef, Pierre Gattaz, alentó a Valls y destacó que hasta ahora "ha mostrado su valor y su determinación", pero también instó al Ejecutivo a que "se atreva a hacer reformas"porque "Francia no puede seguir esperando".

El gran símbolo de la remodelación del Gobierno es el recién nombrado ministro de Economía, Emmanuel Macron, que sustituye al "cabecilla"de la disidencia interna en el anterior gabinete, Montebourg.

Al término del Consejo de Ministros, Hollande escenificó delante de las cámaras un efusivo saludo a Macron, conocido por su posicionamiento marcadamente liberal y por haber trabajado en la banca de negocios Rothschild.