La democracia como farsa

¿Qué factores han conducido a Zimbabue a esta situación?

–En primer lugar, la fuerte lucha de poder entre las diferentes facciones políticas en Zimbabue a la hora de determinar quién debe ser el sucesor de Mugabe, así como un temor por parte de la facción militar de que Grace Mugabe se hiciera con el control del país. Esta preocupación ha sido alimentada por su enemistad con la ex vicepresidenta Joyce Mujuru y su disputa abierta más reciente con el vicepresidente Emmerson Mnangagwa. Tanto Mujuru como Mnangagwa tienen fuertes vínculos con los veteranos de guerra políticamente influyentes. El 6 de noviembre, Mugabe despidió a Mnangagwa que, el 8 de noviembre huyó a Suráfrica. Esto alarmó al sector militar. La destitución de Mnangagwa fue vista como una purga por el jefe del Ejército, Constantino Chiwenga. Además, se cree que Grace está influyendo sobre el nonagenario, que sufre una demencia aguda.

¿Nos encontramos ante el fin de la era Mugabe? ¿Qué consecuencias puede tener esta inestabilidad?

–Mugabe tiene 93 años y ha estado en el poder sin interrupción desde 1980, cuando Zimbabue obtuvo su independencia. Mientras que se le podrían atribuir algunas cosas buenas a su liderazgo, particularmente en los años ochenta, en las últimas décadas, la economía del país ha sido diezmada, su moneda destrozada y su democracia convertida en una farsa. Él no es una persona apta para gobernar, como tampoco lo es Grace Mugabe, que muchos creen que se convirtió en una gobernante de facto.

¿Qué apoyos le quedan al presidente? ¿Podríamos estar en la antesala de un conflicto civil?

–En cuanto a la base de apoyo que le queda a Mugabe, parece claro que ésta se ha ido erosionando en los últimos años. Sin embargo, todavía conserva partidarios en las áreas rurales. Su esposa se ha encargado de cultivar y mimar en estos años a la Liga Juvenil del ZANU-PF, que parece seguir siendo partidaria del matrimonio. Además, la poderosa facción G-40 del partido se opone a Mnangagwa y apoya también a Grace.

*Profesora en el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Illinois