Francia

La derecha de Sarkozy arrasa en Francia

Debacle electoral del Partido Socialista, que pierde la mitad de sus departamentos. El Frente Nacional se consolida como alternativa a los dos grandes partidos

El presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy
El presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozylarazon

Debacle electoral del Partido Socialista, que pierde la mitad de sus departamentos. El Frente Nacional se consolida como alternativa a los dos grandes partidos

«Esta noche, la derecha ha ganado las elecciones departamentales, es incontestable», se apresuró a anunciar Manuel Valls, unos minutos después de que cerraran los colegios electorales. La derecha confirma una amplia victoria en la segunda vuelta de las elecciones departamentales. Hasta ahora gobernaba en 41 de los 101 departamentos en los que está dividida Francia, y, según los primeros resultados, pasaría a gobernar entre 64 y 70. El castigo a los socialistas se refleja en la pérdida de la mitad de los departamentos que gobiernan, y se confirma la tendencia del retroceso del Partido Socialista entre el electorado francés iniciado en las municipales y europeas de 2014.

El primer ministro achacó estos malos resultados a que la izquierda se había presentado «demasiado dividida en la primera vuelta», y lamentó que, a pesar de todo lo que se había implicado para frenar al Frente Nacional, los resultados «demasiado elevados de la extrema derecha siguen siendo un reto para los republicanos». Para Valls, los resultados del FN son «la señal de un conmoción duradera en nuestro paisaje político».

Para Marine Le Pen es, evidentemente, una victoria porque de un solo consejero podrá obtener hasta medio centenar, aunque tendrá más difícil de lo que esperaba, presidir los departamentos donde el Frente Nacional ambicionaba instalarse: el Aisne y el Vaucluse. En este último es el Partido Socialista el que termina en cabeza con al menos seis cantones, mientras que el FN sólo ha obtenido tres y La Liga del Sur, próximo a la extrema derecha, dos.

Aunque según Valls la derrota de los socialistas es una consecuencia de la división de la izquierda, los resultados son un castigo a la política gubernamental, y los diputados socialistas rebeldes se ocuparon ayer de recordarlo. «Pedimos una gran izquierda unida, sin retrasos, para apoyar nuevas políticas», afirmaron en un texto que incluye «propuestas para los próximos doce meses». Uno de sus representantes, Christian Paul, alertó a Hollande y a Valls de que si el partido quiere ganar otras elecciones deberá «dar de nuevo confianza a las categorías populares, porque no se pueden hacer promesas la víspera de las elecciones». Una de las pérdidas más dolorosas para la izquierda fue La Corrèze, el departamento que François Hollande arrebató en su día a la derecha. Pero esta vez los correzianos han decidido darle la espalda y entrega el poder a la coalición UMP-UDI. También el norte, donde reina la dama de las 35 horas, Martine Aubry, los resultados han sido más que decepcionantes, aunque el resultado estaba anunciado en la primera vuelta, donde los socialistas fueron eliminados en 27 de los 41 cantones del departamento.

Nicolas Sarkozy sale confirmado como jefe de la UMP gracias a su alianza con los centristas de la UDI y el Modem. Anoche resaltó que «es la primera vez que nuestra familia política gana tantos departamentos», incluso «en departamentos dirigidos por la izquierda desde hace decenios». Para el ex presidente, «la alternancia está en marcha y nada la detendrá». Eso sí, deberá pasar por la unidad de conservadores y centristas, pues «sin unidad, nada será posible en el futuro», insistió el líder de la UMP, que recordó que este triunfo es el resultado de la política de Hollande: «El presidente ha decidido ignorar el mensaje de los franceses, y ellos se acordarán de esta muestra de desprecio en las regionales» de diciembre.