Estados Unidos

Un nuevo escándalo sexual acecha a Trump

Karen McDougal logra romper el pacto de confidencialidad que le impedía contar su affaire con el magnate

Donald Trump y la ex modelo de la revista «Playboy» Karen McDougal coincidieron en varios eventos en la década pasada
Donald Trump y la ex modelo de la revista «Playboy» Karen McDougal coincidieron en varios eventos en la década pasadalarazon

Karen McDougal logra romper el pacto de confidencialidad que le impedía contar su affaire con el magnate.

Y la ex modelo de «Playboy» Karen McDougal dijo adiós a su acuerdo de confidencialidad. Un pacto, por valor de 150.000 dólares puntualmente cobrados, y que la obligaba a callar sobre su supuesta relación sentimental con Donad Trump en 2005. Su caso es muy similar al de Stormy Daniels, de nombre real Stephanie Clifford, la actriz porno que clama que tuvo un romance con el hoy presidente y que también ha pedido a los jueces que la liberen de su pacto de silencio, por el que habría cobrado 130.000 dólares.

A McDougal la habría pagado American Media Inc. Cuentan que su dueño, David Pecker, editor del tabloide «The National Enquierer», y buen amigo de Trump, prometió a la joven una portada y una sección como columnista. Casi nada. Pues bien, con este nuevo acuerdo Pecker tendrá que cumplir y McDougal se resitúa al fin como protagonista de suculentas entrevistas. Obsesionados con erosionar la Casa Blanca y a su colorista morador al precio que sea, los medios de comunicación llevan semanas apostando a los mismos cebos por los que Bill Clinton acabó al borde mismo de la destitución: escándalos sexuales y mentiras, a falta de cintas de vídeo. No podrá quejarse la ex modelo. No sólo no tiene que seguir muda. Es que encima conserva el dinero. Y tendrá su portada entre otra cabecera propiedad de American Media Inc., y por supuesto su columna.

Lo peliagudo del caso, más allá del triunfo personal para una McDougal reivindicada en todas sus demandas, es que la Justicia investiga el origen de esos pagos. Si el hombre con los maletines fue nada menos que el abogado personal de Trump, el siempre controvertido Michael Cohen, y cuyo despacho, habitación de hotel y domicilio fueron registrados la pasada semana por el FBI. Se abriría la posibilidad de que incriminen a Cohen por pagos fraudulentos a la campaña electoral de Trump. Por lo demás que American Media Inc haya pactado unas condiciones tan desfavorables a sus intereses hace sospechar de lo que podrían haber encontrado en los registros a Cohen. Al menos eso opinaba Aaron Blake en «The Washington Post», que recalca el hecho de que al menos así Trump ya no se enfrenta a la tremebunda posibilidad de ser citado a declarar.

Entrevistada a finales de marzo por el periodista de CNN Anderson Cooper, McDougal defendía su integridad: «No estoy contando los detalles esenciales. Soy muy selectiva respecto a lo que cuento sobre nuestra relación. No voy a ganar dinero con esto. Estoy aquí para recuperar mis derechos, para probar que un contrato era ilegal y que se aprovecharon de mí y después volver a mi vida. Punto».

Coincidiendo con la noticia de McDougal, los abogados de Cohen anunciaron que su cliente ha retirado las demandas contra BuzzFeed y Fusion GP por difamación. Los dos medios lo acusaban de reunirse con los servicios secretos rusos en Praga, en un caso que lo liga al Rusiagate. David Schwartz, abogado de Cohen, comentó que «los demandados difamaron a mi cliente (...) Pero dados los hechos, y el tiempo, la atención y los recursos necesarios para el juicio, lodesestimamos». Dicho de otra forma: prefiere centrarse en las aún ignotas consecuencias derivadas del registro de su despacho. Quizá no era sensato mantener que BuzzFeed miente.