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Agitación civil

La falta de consenso impide aprobar cuatro artículos de la Constitución egipcia

La Razón
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El comité constituyente de Egipto prosiguió hoy la votación del proyecto de Carta Magna, un proceso en el que quedan pendientes de aprobación cuatro artículos, en medio de nuevas protestas islamistas que fueron disueltas por la policía.

Después de dos jornadas en las que la mayoría de los 247 artículos del nuevo texto fue aprobada, el presidente del comité, Amro Musa, ordenó una sesión a puerta cerrada para intentar superar las últimas diferencias.

Al menos cuatro apartados no consiguieron más del 75 por ciento de los votos para su aceptación.

Uno de esos puntos es el que establece un sistema electoral mixto para los próximos comicios legislativos, con dos tercios de los escaños elegidos a través de listas abiertas y el otro tercio mediante cerradas.

Este sistema beneficia en teoría a los candidatos individuales, en detrimento de los partidos políticos.

Tampoco fue aprobado el artículo que fija las fechas de las elecciones legislativas, entre 60 y 90 días tras la entrada en vigor de la Constitución, y de las presidenciales, 30 días después de las parlamentarias.

Según el borrador, la presencia de agricultores y trabajadores en el Parlamento no estaría fijada por una cuota determinada, como ocurría anteriormente.

Por el contrario, estos colectivos pasarían a tener "una representación adecuada", la misma fórmula utilizada para jóvenes y cristianos, y que en ninguno de los dos casos ha conseguido recabar el apoyo mínimo necesario.

Pese a estos obstáculos de última hora, el consejero político de Musa Mohamed Abdelatif expresó a Efe su confianza en que el proyecto final salga adelante con un alto respaldo "porque es una Constitución hecha por y para el pueblo".

El portavoz del llamado "comité de los cincuenta", Mohamed Salmaui, comentó en rueda de prensa que han mantenido un "diálogo nacional fundamental"y ha escuchado "miles de propuestas"durante sus tres meses de trabajo, posterior al de un comité de expertos.

La reforma constitucional, incluida en la hoja de ruta trazada por el Ejército tras la destitución de Mohamed Mursi de la presidencia en julio pasado, rebaja el tono islamista de la anterior Carta Magna, aprobada durante el mandato del islamista y suspendida actualmente.

Entre los nuevos 42 artículos del proyecto destaca la prohibición de los partidos religiosos.

En un comité escaso de islamistas, marcado por el rechazo a participar de los Hermanos Musulmanes, el partido salafista de Al Nur se mostró a favor "en general"de los artículos aprobados hasta el momento, dijo a Efe su secretario general en la ciudad de Alejandría, Tarek Hasan.

Por su parte, el portavoz del Partido Socialdemócrata egipcio Husein Gohar, destacó a Efe el "consenso en la mayoría de los artículos, sobre todo en materia de libertades".

Además, el nuevo proyecto constitucional refuerza el poder y la autonomía de las Fuerzas Armadas, encargadas de elegir al ministro de Defensa durante los próximos ocho años desde la entrada en vigor del texto.

Grupos de activistas y de derechos humanos ven con preocupación la continuación de los juicios militares a civiles, que fueron aprobados en el caso de que esas personas estén implicadas en ataques directos contra los militares o sus propiedades.

Otras de las novedades son la eliminación de la "Shura"o Cámara alta del Parlamento y la interpretación de los principios de la "sharía"(ley islámica), que constituyen la fuente principal de la legislación, en manos del Tribunal Constitucional.

Está previsto que el próximo martes el proyecto final sea entregado al presidente interino, Adli Mansur, que deberá ratificarlo y convocar un referéndum para su aprobación.

Entre tanto, la policía egipcia dispersó hoy con gases lacrimógenos a estudiantes islamistas que entraron en la plaza Tahrir de El Cairo para protestar contra la destitución de Mursi y la muerte el pasado jueves de un alumno en choques con las fuerzas de seguridad.

Jóvenes de las universidades de El Cairo y de Al Azhar, entre otros, volvieron a corear lemas contra el Ministerio de Interior y desafiaron la nueva ley que prohíbe marchas sin autorización.

En los últimos meses los Hermanos Musulmanes han mantenido la presión en las calles, mientras que las autoridades han reprimido sus manifestaciones y detenido a sus principales líderes, acusados de incitar a la violencia.