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Unión Europea

La familia conservadora de la UE se rompe por el líder húngaro

La familia conservadora de la UE se rompe por el líder húngaro
La familia conservadora de la UE se rompe por el líder húngarolarazon

La respuesta que debía dar el Partido Popular Europea (PPE) a Viktor Orban era especialmente delicada. El mandatario húngaro hace tambalear los cimientos de la Unión Europea (UE) con sus políticas populistas, lidera la rebelión del Este –a la que se ha sumado Italia– y ahora rompe al grupo políticio que le ha acogido en la Eurocámara. Hoy el PPE se encuentra en la disyuntiva de apoyar a uno de sus socios o castigar a un Gobierno xenófobo y corrupto, el húngaro, que se declara dispuesto a dinamitar el proyecto europeo.

La declaración de guerra de Orban mereció ayer una respuesta contundente de todos salvo de los eurodiputados polacos y húngaros, pero era especialmente esperada la intervención de Manfred Weber, presidente del PPE y candidato a presidir la Comisión Europea a partir del próximo año. Fue dura, y clarificadora de la difícil situación del grupo, que se reunía después para tratar de consensuar una respuesta común. Weber apostó por los valores de Europa, exigiendo transparencia y garantías para todos, en su conflicto con las ONG, con las minorías, con la Universidad del magnate Soros. «Si tenemos miedo de los musulmanes y atacamos a una religión estamos haciendo el trabajo a los yihadistas que quieren crear un enfrentamiento en nuestras sociedades. Europa es una idea de libertad y de religión, y de separación de Iglesia y Estado», dijo Weber.

La votación será hoy tras el debate sobre el Estado de la Unión, y puede ilustrar la grave crisis de la UE. Se espera un resultado reñido, con una abultada abstención de parlamentarios populares –la abstención no se tiene en cuenta–, porque pocos más apoyos tendrá Hungría. Tanto socialdemócratas como Liberales y Verdes imploraron a los miembros del PPE que no duden: que «voten en conciencia», dijo Gay Verhofstadt (Alde); «que apuesten por Europa», pidió Udo Bullmann (S&D), que le repitió por dos veces a Orban que «representa el sistema más corrupto de la UE». Lo que dan por descontado distintas fuentes del Europarlamento es que salga lo que salga en la votación, el PPE queda muy tocado como grupo, pero más si «perdona» al «premier» húngaro, porque podría costarle un buen número de escaños en las elecciones del próximo mes de mayo y al mismo tiempo alimentar peligrosamente al monstruo populista.

El PPE puede fracturarse con la salida de los partidos xenófobos, que pasarían a engrosar las filas de esa fuerza populista a la que los sondeos empiezan a dar forma. «Pásese al grupo del Brexit, no sólo han insultado aquí a Hungría, le han insultado a usted», animó a Orban el gran artífice de la salida de Reino Unido, Nigel Farage.

El riesgo a contar con un macrogrupo populista alentado por los países de Visegrado, por Salvini en Italia, por Le Pen en Francia, por la ultraderecha alemana, austriaca y sueca, entre otros, cobra fuerza a medida que se acercan las elecciones europeas.