La fractura en la derecha se amplía

Sus rivales en las primarias del partido salen beneficiados del revés judicial de su principal líder

–¿Cuál será la estrategia de Sarkozy para las elecciones?

–Es muy complicada, más aún tras su imputación. Como líder del partido, tendrá que tener la capacidad de incrementar el número de miembros, activistas, etc. Por el momento, Sarkozy cuenta con índices muy bajos en las encuestas de popularidad y no dispone de un apoyo sustancial por parte del público en general. La estrategia sería volver a la política activa, hacerse con el liderazgo y mandar una señal de fuerza al público. Pero Los Republicanos no son un partido unido. En sus filas, además de Sarkozy, hay otros candidatos que aspiran a la Presidencia. La situación es muy incierta, muy poco clara, y Sarkozy tiene que hacer frente a muchos problemas, no sólo los judiciales.

–¿Podrían los conservadores, no obstante, aprovechar la crisis socialista?

–Deberían hacerlo porque el socialismo está muy débil. El presidente Hollande y el primer ministro Valls son cada vez más impopulares, y Los Republicanos deberían beneficiarse desde la oposición. Hollande es el presidente más impopular de la V República, pero Sarkozy cuenta con muchas desventajas en muchos aspectos. Fue presidente cinco años y después perdió el cargo. Fue muy impopular y no creo que la sociedad francesa lo haya olvidado aún y tampoco quiere verlo de nuevo. Consigue dividir a la gente, algunos le quieren y otros le odian. Los votantes quieren a alguien diferente. Alain Juppé podría ganar la candidatura porque está intentando no sólo unir al partido, sino a los franceses. Tiene un discurso más central, pacífico y calmado que Sarkozy.

*Profesor de Política Europea y Francesa en la London University