Política

Tiroteos en Estados Unidos

La herida racial se reabre en Saint Louis

Un agente fuera de servicio dispara 17 tiros a un adolescente en el sur de EE UU

Manifestantes se enfrentan a la Policía en el lugar donde murió el joven
Manifestantes se enfrentan a la Policía en el lugar donde murió el jovenlarazon

Le disparó hasta 17 tiros después de perseguirle. Según el jefe de Policía de St. Louis, Sam Dotson, el oficial estaba fuera de servicio y, cuando se encontró con el muchacho, trabajaba en su segundo empleo para una compañía de seguridad. La versión policial asegura que el adolescente, Vonderrit Myers Jr., habría disparado al agente hasta en tres ocasiones, y éste habría respondido a la agresión, según el jefe de Policía. Aun así, el oficial resultó ileso.

Todo empezó, según el jefe de Policía de St. Louis, cuando el oficial vio a tres individuos al anochecer y uno de ellos se puso a correr. Entonces, el oficial habría girado su coche para seguirles. Primero los habría perseguido en su vehículo. Pero después se habría bajado para cruzar una pasarela por la que intentaron huir y, una vez les alcanzó, según Dotson, el oficial y el fallecido habrían empezado su disputa. «Cuando el oficial cruzó la pasarela, vio que los tres caballeros habrían vuelto juntos. Uno empezó a acercarse al oficial de una forma agresiva. El oficial entonces les ordenó que parasen, les dijo que se rindiesen. El sospechoso siguió acercándose hasta que empezó el altercado. Llegaron a las manos. En ese momento, el sospechoso se deshizo de su sudadera gris y empezó a correr». Fue entonces cuando el agente vio que el sospechoso portaba una pistola. «Éste apuntó y disparó tres veces. En ese momento, el agente respondió. Cuando se dirigió al sospechoso, siguió apretando el gatillo», dijo Dotson.

Hasta ahí la versión oficial. Los familiares del chico no la creen. Después de acudir a la escena de los hechos, aseguran que Myers no portaba ningún arma en ese momento. Su prima Teyonna Myers, de 23 años, insistió en que «tenía un bocadillo en la mano, y pensaron que era una pistola. Ocurrió como con Michael Brown, otra vez», en referencia a la muerte de otro chico negro desarmado que murió tiroteado por un policía blanco en la localidad de Ferguson el pasado agosto.

En el momento de su muerte, Myers estaba bajo vigilancia. Llevaba una pulsera en el tobillo para controlar sus movimientos. Fue la condición para que su abogado consiguiese su libertad condicional en un caso relacionado con armas.

Tras conocer lo sucedido, unos 300 manifestantes se congregaron en el lugar donde Myers perdió la vida. Durante la protesta, se escucharon disparos en las calles próximas. Los congregados, enfurecidos, rompieron ventanillas y luces de varios vehículos policiales que se acercaron a la zona. Para este fin de semana diversas asociaciones han convocado protestas en varias ciudades de EE UU.