Política

Nueva York

La reunión entre Irán y el OIEA, clave para el futuro rumbo de la crisis

La agencia nuclear de la ONU inicia mañana en Viena negociaciones con una delegación iraní de alto rango para lograr una ampliación de sus inspecciones en ese país, en una serie de encuentros considerados claves para el rumbo futuro del conflicto atómico, que dura ya una década.

La agencia nuclear de la ONU inicia mañana en Viena negociaciones con una delegación iraní de alto rango para lograr una ampliación de sus inspecciones en ese país, en una serie de encuentros considerados claves para el rumbo futuro del conflicto atómico, que dura ya una década.

Las conversaciones se producen pocas semanas después de las exitosas citas de Nueva York y Ginebra entre Irán y el llamado grupo "P5+1", formado por los países miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania.

Esas reuniones, que incluyeron contactos directos entre Irán y Estados Unidos, lograron ciertos avances, que deberán ser concretados en la capital austríaca y refrendados en el próximo encuentro en Ginebra, previsto para el 7 y 8 de noviembre.

Entre los miembros de la delegación iraní estará mañana el viceministro de Exteriores, Seyed Abad Araqchi, quien se reunirá con el director general del Organismo Interior de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, lo que parece indicar que esta vez Irán quiere negociar en serio.

El propio Araqchi señaló que espera de esta reunión que ayude a superar "las ambigüedades del pasado", informó el viernes la agencia estudiantil de noticias local Isna.

El encuentro, que tendrá lugar en la sede del organismo, pretende ser el comienzo de "una nueva ronda de cooperación entre Irán y el OIEA", aseguró el responsable iraní en Teherán.

Buscará superar los desacuerdos "con un nuevo enfoque y buenas intenciones", prometió Araqchi, número dos del grupo iraní en las negociaciones nucleares.

El OIEA exige que Irán le conceda más acceso a instalaciones y personal técnico para investigar posibles dimensiones militares de su programa nuclear.

La reunión de mañana será la duodécima para encontrar un acuerdo sobre el denominado "procedimiento estructurado", un acuerdo marco que regule las nuevas inspecciones.

Fuentes del organismo dijeron a Efe que en caso de ser necesario, la reunión podría prolongarse un día más, hasta el martes.

OIEA exige, sobre todo, acceder a la base militar de Parchín, cerca de Teherán, donde varios servicios de inteligencias sospechan que en el pasado se realizaron experimentos nucleares clandestinos.

Michael Adler, experto en el programa nuclear iraní del instituto "Wilson Center"de Washington, calificó hoy el encuentro de Viena como "el más importante desde el año 2006".

"Servirá para conocer la voluntad real de Irán para cooperar en asuntos concretos tras el cambio de rumbo de Nueva York y Ginebra con el P5+1", dijo el analista en declaraciones a Efe en Viena.

En esos encuentros, liderados por el nuevo ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zari, las partes lograron acercar posiciones, hasta un punto que Occidente está incluso considerando aliviar algunas de las sanciones impuestas contra Irán.

A cambio, Irán debe congelar la construcción de un reactor de agua pesada (que produce plutonio), cerrar una planta subterránea donde enriquece uranio y sobre todo dejar de enriquecer uranio hasta el 20 por ciento.

El P5+1, compuesto por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, argumenta que esa pureza puede ser aumentada en pocas semanas o meses hasta el 90 por ciento, necesario para fabricar bombas atómicas.

"Por primera vez en mucho tiempo, existe la expectativa de que las inspecciones del OIEA en Irán pueden avanzar en lugar de verse obstruidas, como viene sucediendo desde 2006", aseguró Adler.

Ese año, la Junta de Gobernadores del OIEA, el órgano ejecutivo del organismo nuclear, denunció a Irán ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que ha dictado desde entonces cuatro rondas de sanciones contra la República Islámica.

El nuevo presidente iraní, Hasán Rohaní, considerado como más moderado que su antecesor, ha iniciado un cambio de rumbo y tono en la política nuclear de su país, con el consentimiento del líder político y espiritual del Irán, el Ayatolá Alí Jameiní.

Eso ha creado expectativas de que el conflicto pueda ser resulto mediante el diálogo y sin ataques militares contra las instalaciones nucleares de Irán por parte de Israel o Estados Unidos.

"Cuándo sino ahora", concluye Adler, quien sigue de cerca desde su comienzo en 2003 esta crisis nuclear.

Occidente sospecha que bajo el paraguas de un supuesto programa civil, Irán esté en realidad trabajando en conseguir los materiales y conocimientos para hacerse con un potencial nuclear militar.

Teherán rechaza estas alegaciones y asegura que solo tiene intenciones pacíficas como la generación de energía eléctrica.