Unión Europea
La UE diseña corredores para movilizar a sus tropas
La Comisión presenta un plan para garantizar el transporte militar por el continente ante una posible emergencia
La Comisión presenta un plan para garantizar el transporte militar por el continente ante una posible emergencia.
Soplan vientos de cambio. Ante un inquilino de la Casa Blanca que amenaza con dejar a la UE a la intemperie y la inquietud generada por la Rusia de Vladimir Putin, la UE está decidida a no quedarse de brazos cruzados. Ayer, la Comisión Europea presentó una propuesta para evaluar el estado de las infraestructuras europeas e introducir posibles mejoras, con el fin de que el traslado de fuerzas militares a través del territorio comunitario pueda ser lo más rápido posible, si es necesario responder a una amenaza. En 2014, los Estados europeos pactaron priorizar la inversión en nueve corredores transfronterizos en territorio europeo y ahora Bruselas quiere que esta financiación también sirva para adaptar las infraestructuras al transporte bélico. Por ejemplo, comprobar la idoneidad de un puente para soportar vehículos militares. Esta iniciativa supone un paso más dentro de los esfuerzos de la Unión Europea hacia una política de defensa común. Por el momento, 23 países se han comprometido a poner en marcha proyectos de comunes dentro de lo que se conoce como la cooperación estructurada permanente (PESCO en inglés) y la Comisión Europea también ha propuesto un nuevo fondo para financiar las operaciones en el exterior.
Aunque el Ejecutivo comunitario evita señalar amenazas concretas, no es muy difícil adivinar la preocupación ante los movimientos de tropas rusas en las fronteras con el territorio comunitario. La anexión de Crimea en 2014 supuso un punto de no retorno en la percepción que la UE comenzó a tener sobre su propia seguridad y terminó con los recortes en los presupuestos nacionales de esta partida, antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Aunque la respuesta europea al intento de envenenamiento del ex espía ruso en Salisbury se está llevando a cabo por medios únicamente diplomáticos, el clima no podría estar más enrarecido.
Ayer, Polonia compró a EE UU cuatro misiles antiaéreos Patriot por 4.750 millones de dólares, lo que supone el mayor contrato militar de un país centroeuropeo. «Queremos tener buenas relaciones con todos nuestros vecinos», aunque somos realistas y sabemos que unas buenas relaciones también requieren un incremento de nuestra fuerza militar, dijo el «premier», Mateusz Morawiecki, en referencia a Moscú.
Las denominadas redes paneuropeas están financiadas a través de la partida Conectar Europa dentro del presupuesto comunitario y se pretende que los corredores antes mencionados puedan estar listos en el año 2030. A pesar de esto, la comisaria de Transportes, Violeta Vulc, advirtió ayer de que se necesitan 500.000 euros adicionales y abrió la puerta a que haya nuevas partidas dentro del nuevo presupuesto comunitario a partir de 2020. El nuevo periodo coincidirá con el abandono de Reino Unido del club europeo y un socavón en las arcas públicas tras su partida de unos 13.000 millones de euros anuales. La Comisión Europea realizará su propuesta sobre el nuevo marco el 2 de mayo y se adivina una dura pugna entre los Estados sobre qué políticas resultan prioritarias, aunque existe un consenso generalizado sobre la necesidad de incrementar los fondos para la política de Defensa, una partida olvidada en el presupuesto comunitario y sufragada por cada Estado miembro en solitario y sin apenas coordinación.
Ante el temor de que los países neutrales que no pertenecen a la OTAN como Austria e Irlanda pongan pegas a esta iniciativa, la comisaria quiso dejar claro que esta propuesta abarca a todos los Estados europeos y no es una «zona Schengen».
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