Suiza

La crisis de refugiados encumbra a los ultras en Suiza

Toni Brunner, presidente del partido suizo UDC, que ha resultado ganador de las elecciones.
Toni Brunner, presidente del partido suizo UDC, que ha resultado ganador de las elecciones.larazon

Victoria de la derecha xenófoba tras una campaña centrada en la inmigración y el asilo.

Como ocurrió hace una semana en las elecciones locales de Viena, la derecha xenófoba suiza ha sabido sacar rédito electoral de la ola de refugiados que sacude a Europa desde el verano. La nacionalista y conservadora Unión Democrática de Centro (UDC) revalidó su posición de partido más votado en las elecciones legislativas celebradas ayer en la Confederación Helvética al lograr el 28% de los votos y 65 de los 200 escaños de la Asamblea Federal (Parlamento). A imagen y semejanza de la familia Le Pen, Magdalena Marullo-Blocher, hija de Christopher Blocher, fundador de la UDC hace 15 años, se perfila como figura en alza de la formación ultra tras lograr ser elegida diputada en el cantón de Grisones.

También mejoró su resultado el Partido Liberal Radical (PLR), que sumó el 16,4% (33 escaños), pero fue superado por el Partido Socialdemócrata (SP), que se mantiene como segundo partido del Parlamento, con el 19% de los votos y 44 escaños.

«La votación es clara», señaló tras conocer los resultados Toni Brunner, líder de la UDC, en declaraciones a la televisión suiza. «La gente está preocupada por la masiva inmigración hacia Europa», añadió. Pese a ser el centro de la campaña electoral de la derecha populista, lo cierto es que la Confederación Helvética sólo ha recibido 12.339 peticiones de asilio entre julio y septiembre, muy por debajo de sus vecinos europeos.

Antiinmigración y antieuropea, la UDC fue el partido que promovió y ganó hace un año un referéndum para restringir la libre circulación de trabajadores de la Unión Europea en Suiza, que cuenta con un 25% de residentes extranjeros (dos de sus 8,3 millones de habitantes).

Será al nuevo Consejo Federal (Gobierno), que se constituye en diciembre, al que le corresponderá aprobar antes de febrero de 2017 una ley que restringa la llegada de trabajadores comunitarios. Algo que ha amenaza con gemerar un divorcio entre Berna y Bruselas, que ha advertido de que el incumplimiento de este acuerdo supondrá la suspensión del resto. De ahí que Brunner reiterara anoche su reivindicación de tener más presencia en el Consejo Federal, un Ejecutivo formado por siete miembros de cinco partidos que toman las decisiones de forma colegiada y se turnan un año en la Presidencia de la Confederación Helvética. «Pido enfáticamente que los tres principales partidos tengan dos asientos y el cuarto mayor tenga uno», declaró el líder de la UDC. «Llevamos años pidiendo esto y durante décadas ha sido una receta de éxito para Suiza», insistió.