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Las no vacaciones del presidente

El magnate ni confirma ni desmiente que está en Nueva Jersey jugando al golf

Trump, en el Air Force One de camino a Ohio Congreso de los Diputados sobre el cupo vasco ha vuelto a colocar en el centro del debate político la reforma del modelo de financiación autonómica.
Trump, en el Air Force One de camino a Ohio Congreso de los Diputados sobre el cupo vasco ha vuelto a colocar en el centro del debate político la reforma del modelo de financiación autonómica.larazon

El magnate ni confirma ni desmiente que está en Nueva Jersey jugando al golf.

La aversión del presidente Trump a las vacaciones es por todos conocida. Ni siquiera le gusta que los demás se las tomen, y sino que se lo pregunten a Barack Obama. Él mismo así lo expresó en su libro Piensa como un multimillonario (2004): «No tomes vacaciones. ¿Cuál es el objetivo? Si no estás disfrutando de tu trabajo, estás en el trabajo equivocado».

Pero a veces las cosas cambian o, simplemente, las apariencias engañan. Porque no es lo mismo publicar tuits desde la Casa Blanca, entre visita y visita oficial, que hacerlo desde su complejo de lujo en Nueva Jersey, entre partido y partido de golf. Y eso debió pensar la Prensa en EE UU, cuando hace unos días anunciaba por adelantado unas vacaciones que el propio mandatario todavía no ha confirmado a fecha de hoy. Fue la Administración Federal de Aviación quien emitió un aviso de vuelo temporal del 2 al 13 de agosto. Este tipo de avisos suelen acompañar a las visitas presidenciales, aunque éstas no han llegado a confirmarse tampoco por la Casa Blanca, que insiste en informar que en realidad los 10 días que se toma Trump son unas «vacaciones de trabajo», sin dar detalles concretos de dicha ocupación.

Lo cierto es que estos días el magnate ha aprovechado para recorrer diferentes escenarios que casualmente son clave para la próxima campaña política, con las elecciones de medio mandato a la vuelta de la esquina el 6 de noviembre. En la próxima elección especial en el Distrito 12 de Ohio, por ejemplo, donde Trump ha arrancado la semana, los republicanos luchan por evitar una vergonzosa derrota en un escaño que su partido ha mantenido por décadas. Una victoria demócrata podría complicar mucho las cosas para el partido de Trump, que ya perdió en una carrera similar en Pensilvania.

Estos días, los estados de Kansas, Michigan, Missouri y Washington, acaparan toda la atención, como antesala a lo que podría ocurrir en otoño. Las legislativas serán el mejor termómetro electoral de cara a las presidenciales de 2020. Aunque son ya diversas las encuestas que valoran la popularidad de Trump para entonces. La más reciente fue publicada el pasado domingo, casi un mes después de la polémica generada tras la cumbre con el presidente ruso Vladimir Putin en Helsinki. Su índice de aprobación se situó entonces en el 41%, aunque el propio Trump asegura que son los mejores resultados obtenido por cualquiera de sus antecesores.

Precisamente esta semana se ha hablado, y mucho, de las ambigüedades y medias verdades del mandatario. Y es que «The Washington Post» dio a conocer el resultado de un rastreo elaborado desde que el presidente Donald Trump inició su mandato y que contabiliza todas sus mentiras desde entonces. En los últimos meses, el estadounidense ha hecho casi 1.000 afirmaciones falsas, disparando el contador que las registra desde su primer día en la Casa Blanca. Al parecer, en sus primeros 100 días de Gobierno, Trump ofreció un promedio de 4,6 medias verdades por día. Sin embargo, en junio y julio de este año, ese número se multiplicó, alcanzando la cifra de 16 mentiras al día.

También había dicho antes de sus vacaciones de verano del año pasado que él nunca las tomaría. Y las estadísticas nos confirmaban que Trump había disfrutado de 41 días fuera de la Casa Blanca, frente a los 21 de Obama en el mismo período de mandato. Esa cifra ha alcanzado los 135 días en la actualidad, del total de 560 que Trump ha ocupado el Despacho Oval. La mayoría de esos días de ausencia los ha pasado en sus complejos de golf de Mar-a-Lago, en Florida, y el de Bedminster, en Nueva Jersey. De acuerdo al recuento, esos 126 días jugando a golf tienen un coste estimado de 74 millones de dólares para los contribuyentes.

Hay incluso quien acusa a Trump de estar promocionando sus campos de golf. Aun así, esa cifra lejos de perjudicarle le beneficia. Las encuestas le posicionan con un nivel de popularidad cada vez más alto, 45% según los últimos sondeos. Y esto teniendo en cuenta que Trump se ha enfrentado a crecientes críticas por su condescendiente actitud con Putin en Helsinki. Pero también tiene otros frentes abiertos por sus constantes ataques verbales a medios; al fiscal especial Mueller, así como asuntos que han calado en el malestar popular, como la separación de las familias migrantes en la frontera.