Política

Amenaza nuclear

«Las sanciones son la garantía de éxito de la vía diplomática»

Alon Bar. Embajador de Israel en España

Alon Bar
Alon Barlarazon

El embajador de Israel en España, Alon Bar, ocupó el cargo de director general de Asuntos Estratégicos en 2008-2009. Conoce bien los entresijos del programa nuclear iraní y la amenaza para la seguridad nacional y colectiva.

–¿Qué aspectos debería contener un acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní?

–Existen tres puntos clave que recogen la Organización Internacional para la Energía Atómica (OIEA) y el Consejo de Seguridad de la ONU. Primero, desmantelar las centrales de enriquecimiento de uranio que permiten a Irán obtener las capacidades para fabricar la bomba atómica. Segundo, el cierre de la planta de Arak. Es una instalación destinada a producir plutonio. Arak no entra dentro de un programa de uso civil y pacífico. Tercero y, quizás lo más importante, la transparencia en los programas militares como la elaboración de las cabezas nucleares. No es lo que dice Israel, son las conclusiones de los órganos internacionales.

–Netanyahu calificó de «error histórico» el levantamiento del embargo. ¿El sistema de sanciones pierde efectividad?

–Todavía quedan un par de sanciones importantes, pero para nosotros es difícil pensar cómo se puede obtener un acuerdo mejor con Irán en estos meses si se relajan las sanciones.

–Una delegación israelí abordará en Washington el acuerdo con Irán. ¿Las discrepancias dañan la relación bilateral?

–Estados Unidos es el principal aliado de Israel. Compartimos intereses comunes y estratégicos en la región. Obama también ha reiterado el nexo histórico. El hecho de que discrepemos en aspectos concretos no puede magnificarse. Nosotros creemos que el régimen de sanciones ha permitido que Irán vuelva a la mesa de negociaciones y queremos que se mantengan. En eso va a trabajar la delegación israelí. También queremos una solución política a la crisis iraní y, por eso, creemos que las sanciones son la mejor garantía para el éxito de la vía diplomática.

–¿La relajación de las sanciones es reversible?

–Desde nuestro punto de vista, los compromisos adquiridos por Irán en Ginebra son reversibles en poco tiempo. En unas semanas Irán podría vincular de nuevo sus centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio a un alto nivel. Sin embargo, el sistema de sanciones es más complejo y más difícil de poner en marcha. Ésta es una de nuestras principales preocupaciones.

–¿Teme Israel que se repita el paradigma de Corea del Norte con el régimen islámico?

–Lamentablemente tenemos la experiencia de Corea del Norte. Un acuerdo interino que no corte de raíz el programa atómico de Irán puede ser utilizado para seguir desarrollando en la clandestinidad capacidad nuclear. Irán no ha reconocido públicamente ningún aspecto de su programa atómico. Todo lo que conocemos se ha obtenido a través de los servicios secretos o los testimonios de los desertores del régimen, a pesar de la vigilancia de la OIEA. Pensar que el régimen iraní va a hacer públicas voluntariamente las desviaciones del programa nuclear sería un poco naif.

–¿El acuerdo de Irán abre una puerta a una nueva relación entre Israel y las monarquías árabes?

–Israel comparte intereses comunes con los regímenes «realistas» como Arabia Saudí, Jordania y Egipto. Pero este hecho no disminuye la amenaza iraní en términos de patrocinio del terrorismo o regímenes canallas como el sirio, además de su programa nuclear.

–Riad a puerta cerrada advierte de que adquirirá tecnología atómica para hacer frente a un Irán nuclear. ¿Temen una carrera armamentística en la región?

–Sí, puede iniciarse una competición nacional por la bomba en una región de por sí explosiva.