Venezuela
Lilian Tintori: «La dignidad de los venezolanos es superior al miedo»
Esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López
Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, encarcelado por instigar las protestas sociales hace tres meses, mantuvo ayer contactos con autoridades españolas para buscar apoyos que ayuden a desatascar la crisis que vive el país. Tintori se ha convertido en un símbolo de la resistencia ante la represión que ha provocado 42 muertos y 3.000 detenciones.
–¿Cuándo vio por última vez a su esposo?
–El día de la madre. Estuvimos con él mis hijos y yo en la cárcel de Ramo Verde.
–¿Y cómo se encuentra física y psicológicamente?
–Mentalmente está muy fuerte. Y físicamente, igual. Invierte una hora diaria en hacer ejercicio y el resto del día lee y escribe sobre los libros que lee. También escribe mucho sobre su experiencia en la cárcel y sobre lo que está pasando hoy en Venezuela.
–¿Es usted optimista sobre su liberación?
–Absolutamente. En cualquier momento puede salir en libertad porque es inocente. No hay ninguna prueba que le incrimine. Él es un hombre que ha dedicado su vida a transformar Venezuela. No es un fascista, ni un terrorista, ni una persona violenta. Es gente de paz que cree en el respeto y en la libertad. Él representa la voz de millones de venezolanos, representa el futuro, la democracia. Es un líder valiente que va a dar su vida por Venezuela.
–¿Se han visto apoyados por los países latinoamericanos y por España?
–Sí, hemos tenido apoyo internacional, y lo agradezco muchísimo. Sí pido que países como España se pronuncien para que pare la violación de los derechos humanos ordenada por el Gobierno. A pesar de la represión, la mayoría de los venezolanos estamos llenos de fuerza y de fe y pensamos que en Venezuela muy pronto va a haber un cambio político.
–¿Se siente perseguida por el chavismo?
–En Venezuela hoy todos estamos expuestos a que nos ocurra algo lamentable. En lo que se refiere a mí, no les basta con tener preso a mi marido, sino que el ministro Rodríguez Torres me acusa ahora en cadena nacional de ser la encargada de la logística de los campamentos de los estudiantes, lo cual es falso. Quieren amedrentarnos y callarnos, pero no sentimos rencor ni odio. Estamos dispuestos a entendernos y a buscar soluciones. Yo creo en la democracia y en el proyecto de Leopoldo para Venezuela. Los venezolanos estamos desesperados, por eso estamos en las calles. De cada diez ciudadanos, siete quieren protestas, ocho piensan que el país va muy mal y seis creen que estamos en una dictadura.
–¿El Gobierno ha intentado negociar la liberación de su marido a cambio de que él suavice su discurso político?
–Justo antes de que se entregara estuvo una semana en la clandestinidad, y ahí el Gobierno se acercó a nosotros ofreciendo alternativas para Leopoldo, que pasaban por su salida del país como asilado. La respuesta de él fue no. Leopoldo dijo que nuestra familia se queda en Venezuela. Estamos comprometidos con los venezolanos y por eso dio un paso valiente, un paso heroico y de visionario. Desde que está en la cárcel, le reclaman gestos de paz, que llame a la calma a través de Twitter y que pida a todos que vuelvan a sus casas y no protesten más. Y eso es algo que Leopoldo no va a hacer.
–¿Es partidaria de seguir negociando con el Gobierno?
–Soy partidaria, en primer lugar, de que se respeten los derechos humanos y el Estado de Derecho, y después, sí, soy partidaria de conversar con el Gobierno para llegar a puntos de encuentro porque todos somos venezolanos. Sin embargo, el proceso de paz entre el Gobierno y la Mesa de la Unidad da mucha tristeza. Ves a la gente en televisión sentada hablando de paz y cuando sales a las calles ves sangre, heridos, torturados y muertos. Es una falta de respeto para los venezolanos. Ante el mundo quieren demostrar que quieren paz, pero después no hacen nada.
–¿Henrique Capriles tiene que seguir como líder de la oposición?
–Capriles es un líder, compañero de trabajo de Leopoldo. Respetamos y valoramos su lucha y, al final, está comprometido igual que Leopoldo con un cambio profundo en Venezuela para tener paz, estabilidad y progreso.
–El Gobierno acusa a su marido de instigar un golpe de Estado.
–Leopoldo propone una consulta nacional para conversar con el ciudadano mediante asambleas populares que ayuden a construir un país mejor. Pero ese derecho de expresarnos nos ha sido robado. Igual que el de protestar. La protesta no es un delito, sino un derecho constitucional. La salida la tiene que dar el pueblo dentro de la Constitución. Puede ser una constituyente, un referéndum revocatorio, la renuncia del presidente. Hay varias posibilidades.
–¿Puede el Gobierno dar un paso más allá con Leopoldo?
–Me da miedo que le hagan daño. No le dejan recibir visitas ni cartas. No puede conversar con otros presos. Está aislado. Solamente puede ver a sus padres, a sus hijos y a mí. Para mí, eso es una tortura psicológica.
–¿El miedo a la represión acabará derrotando a los manifestantes?
–La dignidad de los venezolanos es superior al miedo. Es impresionante cómo a pesar de la represión tan dura que hay en el país, los estudiantes siguen protestando. Ese miedo que nos quieren provocar nos hace más fuertes y nos confirma en nuestra idea de que estamos en el lado correcto de la historia.
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