Crisis en Túnez
Los cruciales comicios tunecinos terminan con una alta participación
Los cruciales comicios legislativos tunecinos celebrados hoy en Túnez terminaron con una alta participación, cercana al 60 %, según cifras no definitivas, pero cuatro horas después del cierre de los colegios no hay ningún resultado sobre el voto obtenido por los partidos.
La Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE) solo ha comunicado que en 2.000 colegios, que vienen a ser una quinta parte del total, se ha alcanzado un 59,9 % de participación, y emplazó a una posterior comparecencia de su presidente, Chafik Sarar, a las 23.00 hora local (22.00 GMT), para ofrecer más datos.
Los dos principales partidos en liza, los islamistas de Al Nahda y los laicos de Nidá Tunis, han sido amonestados por la ISIE por haber ofrecido tras el cierre de los colegios una valoración propia de la jornada electoral, según dijeron a Efe fuentes de Al Nahda.
Por esa razón, se han negado a ofrecer sus datos sobre el escrutinio, pese a contar con numerosos observadores en los colegios electorales; en 2011, por ejemplo, los islamistas de Al Nahda se adelantaron a las instancias oficiales y fueron los primeros en proclamar su victoria, que luego se confirmó.
En las calles de la capital no hay el menor ambiente electoral ni se ven filas de automóviles o de personas celebrando la victoria de su partido.
La crucial cita electoral para elegir a los 217 miembros de la Cámara de Diputados ha transcurrido en calma, y ningún incidente violento ha empañado la jornada, algo que era especialmente temido por las autoridades debido a la persistencia de focos yihadistas en las montañas del oeste tunecino, junto a la frontera argelina.
Había temor a alguna acción de los grupos yihadistas que se esconden en las montañas de El Kef, en esa región fronteriza con Argelia, y que en los últimos meses han protagonizado ataques mortíferos contra policías y soldados.
Para contrarrestarlos, el ministro de Defensa Ghazi Yaribi explicó hoy que el ejército procedió ayer a bombardeos sobre los lugares donde se les supone escondidos, y posteriormente desplegó a paracaidistas en varios puntos de El Kef y Yenduba.
Con ello -dijo Ghazi- el ejército ha tratado de “evitar que se reagrupen, se avituallen y planifiquen ataques para perturbar el proceso electoral”.
Además, la frontera con Libia ha estado cerrada desde el viernes pasado, para evitar la entrada en el país de elementos que tratasen de desestabilizar el proceso.
Cada colegio electoral contaba hoy con la presencia de militares y de fuerzas especiales de la policía, armados y con chalecos antibalas, un despliegue que especialmente visible en la Avenida Burguiba, la principal avenida de la capital, donde la presencia de furgones era masiva y la calle había sido cortada a 300 metros de la sede del ministerio de Interior.
El pasado jueves, la brigada antiterrorista de la policía tunecina, apoyada por el Ejército, en una operación calificada de “preventiva”, mató a seis presuntos terroristas (cinco de ellos mujeres) que se atrincheraban en una vivienda en la periferia oeste de la capital, lo que hizo temer una convulsa jornada electoral, que finalmente no se ha producido.
El discurso de toda la clase política es de rechazo frontal al yihadismo y a la violencia, e incluso Al Nahda, que hace dos años contemporizaba con el salafismo, ha optado por alejarse de esta corriente en busca de un consenso nacional con las fuerzas laicas.
De hecho, y sea cual sea el resultado de los comicios de hoy, el discurso de las distintas fuerzas políticas hace pensar en un gabinete de unión nacional, que por un lado supondría calmar el debate político, pero por otro paralizaría la toma de decisiones.
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