Reino Unido
Un escándalo sexual salpica a 37 diputados «tories»
Tras el «caso Weinstein» se destapa una oleada de denuncias de abusos en la política británica.
Tras el «caso Weinstein» se destapa una oleada de denuncias de abusos en la política británica.
Westminster, la casa de la democracia más antigua de Europa, se ha puesto en el punto de mira después de que los medios británicos hayan publicado casos que no dejan en especial buen lugar a sus señorías. Según «The Times», circula incluso un informe con el nombre de 37 políticos, incluidos varios ministros del actual Gabinete, acusados de comportarse de manera inapropiada con los propios compañeros y personas que trabajan en sus oficinas.
El informe detalla episodios que involucran a 15 miembros del Gobierno de Theresa May y más de 20 diputados conservadores que habrían abusado supuestamente de sus trabajadores en los últimos cinco años. El documento (que lleva por título «Alta libido Miembros del Parlamento») implica tanto a hombres como a mujeres. Al cierre de esta edición, sólo habían salido a la luz dos nombres: Mark Garnier y Stephen Crabb. El primero, de 54 años y padre de tres hijos, trabajaba en el Ministerio del Brexit y ahora se enfrenta a una investigación parlamentaria después de haber admitido que en 2010 pidió a su secretaria, Caroline Edmond, que le comprara dos juguetes sexuales. Asegura que todo fue una broma, pero la propia Edmond ha revelado que su ex jefe le llamaba frecuentemente «tetitas de azúcar».
Por su parte, Crabb, 43 años, ex secretario de Estado de Trabajo y Pensiones y ex candidato a líder conservador, pidió perdón por haber intercambiado mensajes sexuales con una becaria de 19 años. Casado y con dos hijos, firme defensor de los valores cristianos, se vio obligado a dimitir el año pasado por otro escándalo de «sexting» durante la campaña del referéndum del Brexit.
Según el informe, otros miembros del Parlamento han tenido relaciones sexuales en sus oficinas privadas en Westminster, mientras que dos políticos conservadores están acusados de utilizar los servicios de prostitutas. El rotativo también asegura que existe un vídeo de un «tory» manteniendo prácticas de «sexo extremo» con tres hombres.
Asimismo, al menos cuatro parlamentarios laboristas también han sido acusados de acosar a mujeres jóvenes. El diputado John Mann aseguró ayer que sabía de cuatro casos de «comportamiento objetable» por parte de sus colegas parlamentarios, incluida una acusación que pasó «el umbral criminal». El parlamentario aseguró que, al menos, dos de las mujeres involucradas habían presentado quejas, una a su partido político y otra a las autoridades parlamentarias. En un caso se dio aviso a la Policía, que alegó no poder procesar al presunto agresor, ya que el episodio tuvo lugar en el extranjero.
«Se demuestra lo mal que se gestionan las quejas», aseguró Mann en una entrevista a la radio LBC, donde pidió que los casos sean reabiertos. El laborista aseguró que estaban involucrados miembros de dos partidos políticos. En cualquier caso, el escándalo supone el enésimo problema para Theresa May, quien, desde que perdiera la mayoría absoluta en las últimas elecciones generales de junio, no levanta cabeza.
La líder «tory» ha pedido al presidente de la Cámara de los Comunes, John Berkow, que pase a la acción para prevenir la «conducta sexual inapropiada» en Westminster. «No podemos tolerar más tiempo esta situación», escribe personalmente la «premier» al máximo responsable del Parlamento británico, John Bercow, que ayer pidió a los partidos «estar a la altura de las circunstancias» y estudiará a partir de esta semana nuevas medidas para «hincar el diente» a los abusos. La diputada laborista Tulip Siddiq aseguró a la BBC que pueden salir a la luz «centenares» de casos: «Ya no son rumores. Estoy escuchando de primera mano tanto a gente que dice que ha sufrido acoso sexual» como a personas que se han visto en situaciones en las que «un diputado lo ha intentado con ellas».
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