Los vecinos, a la expectativa

l ¿Cómo pueden cambiar las relaciones de Egipto con los demás países de la Primavera Árabe tras el golpe de Estado?

–Las reacciones de los países que están viviendo sus transiciones –Libia y Túnez– reflejan más bien las dinámicas internas de cada nación, el miedo a que el golpe en Egipto siente un peligroso precedente, pero las relaciones con El Cairo probablemente no cambiarán significativamente.

l ¿Dejará Qatar de financiar y de apoyar a Egipto?

–No creo que Qatar retire la ayuda financiera prestada hasta el momento, porque quiere seguir teniendo su papel e influencia en Egipto. Cabe destacar que no ha condenado el golpe directamente, porque Qatar apoyaba a los Hermanos Musulmanes por una cuestión de influencia política, más que por afinidad ideológica.

l ¿En qué posición queda Israel, que no estaba cómodo con el Gobierno de los Hermanos Musulmanes al otro lado de la frontera?

–Israel es probablemente el país que está más contento con este cambio en Egipto, pero por ahora el Gobierno se mantiene muy callado y a la espera de ver cuáles son los resultados de esta crisis política que se ha abierto en Egipto. Es cierto que esto podría llevar a una radicalización del sector islamista y, por consiguiente, al aumento de los movimientos yihadistas, pero, por ahora, las acciones de milicianos islamistas que estamos viendo estos días están dirigidas contra las Fuerzas Armadas y de Seguridad egipcias, no contra Israel.

l El depuesto presidente Mursi había asumido una posición muy fuerte respecto a Siria, ¿cambiará ahora el papel de Egipto respecto al país y puede eso afectar al conflicto?

–Probablemente, ahora será más difícil conseguir que Irán se siente a la mesa de negociaciones para buscar una salida a la guerra en Siria, tal y como proponía Mohamed Mursi, y probablemente Egipto ahora no prestará tanta atención al conflicto sirio como lo hacía el depuesto presidente Mursi. Los militares evitarán meterse en este asunto y lo dejarán en manos de las autoridades civiles.