Política exterior

Macri y Rajoy no reconocerán el resultado de las elecciones chavistas

Los dos países retoman sus buenas relaciones bilaterales después del paréntesis kirchnerista.

Los presidentes Macri y Rajoy, ayer en Buenos Aires
Los presidentes Macri y Rajoy, ayer en Buenos Aireslarazon

Los dos países retoman sus buenas relaciones bilaterales después del paréntesis kirchnerista.

El presidente Mariano Rajoy y su homólogo argentino, Mauricio Macri, coincidieron ayer en que no reconocerán el resultado de las elecciones presidenciales venezolanas que se celebrarán el 20 de mayo y señalaron que «la única solución» para Venezuela es «devolver la palabra» a los ciudadanos «sin amenazas». «Por más que el señor [Nicolás] Maduro me insulte, no lo vamos a reconocer como un presidente democrático, porque hace rato que no hay democracia en Venezuela», dijo Macri en una rueda de prensa junto a Rajoy tras una reunión bilateral en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino.

«Yo me sumo a esas palabras», añadió a continuación Rajoy, que apostó también por «devolver la palabra a los venezolanos, sin cortapisas, sin amenazas y sin aprovechar el hambre y la miseria provocada por la incompetencia o peor, para establecer regímenes clientelares».

La visita estuvo marcada por lo económico, pero también repleta de símbolos, gestos de cortesía, respeto mutuo e ideología. Dos maneras parecidas de gobernar comparten ambos mandatarios. Y varios deseos: cerrar heridas y que España recupere el papel protagonista que le corresponde en el continente, que tienda puentes entre Europa y el Cono Sur. «Voy a animar absolutamente a los empresarios españoles a invertir en Argentina». Con esa frase llegó el presidente Rajoy a Buenos Aires. El mandatario europeo aseguró que el país suramericano es un lugar «en el que confiar, en el que creer y por el que apostar».

La jornada comenzó con una ofrenda floral en el monumento del Libertador General San Martín. Después el presidente del Gobierno inauguró el Encuentro Empresarial España-Argentina en el barrio de Puerto Madero, entre edificios infinitos de cristal mirando al Río de la Plata. Un viejo puerto convertido en diques de lujo y restaurantes.

Más tarde, Macri recibió con honores militares en la Casa Rosada a su homologo ibérico. La bandera albiceleste ondeó con fuerza mientras sonaban la cornetas. Uno de los temas que debatió fuera de la agenda oficial en la amplia comitiva española, formada por varios ministros y 80 emprsarios, fue una mayor apertura comercial, en relación a la posibilidad de que la empresa Telefónica pueda ingresar al negocio de la televisión digital argentina. Para eso, Macri envió un proyecto de ley al Congreso para que a partir del 1 de enero de 2019 la compañía pueda prestar servicios satelitales, monopolio hoy exclusivo del Grupo Clarín.

Por su parte, el Ejecutivo argentino espera un fuerte respaldo de Rajoy para impulsar el acuerdo de libre comercio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE). Para Buenos Aires esta iniciativa –que tiene la reticencia de algunos países del Viejo Continente– es fundamental en su proyecto de reformas económicas.

Ambos Estados se encuentran en un proceso de recomposición de sus relaciones después de algunas tensiones generadas, a partir de la estatización parcial en 2012 de la empresa argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), cuya mayoría accionarial estaba en manos de la española Repsol. Atrás quedaron los tiempos de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando se negaba a recibir a los embajadores españoles, y su ministro de Economía Axel Kicillof, calificaba a nuestro compatriotas como «bandidos». Macri menciono que España es «un ejemplo a seguir» y que Argentina quiere «salir de un largo periodo de aislamiento». Rajoy, mientras, expresó su apoyo al empeño argentino de ingresar en la OCDE.