Londres
May: «No más chismorreos, la opción soy yo o Corbyn»
La primera ministra británica llama a la unidad a su Gobierno, fracturado por el Brexit
Theresa May se ha visto obligada a llamar la atención a los miembros de su Gobierno y pedirles que cesen los ataques por la espalda entre ellos. Durante una reunión celebrada ayer, la «premier» británica también les recalcó que deben dar una imagen de «fuerza y unidad» ante el país, y que eso empieza «en la mesa del gabinete». «No más quejas, no más chismorreos, la opción soy yo o Jeremy Corbyn y nadie le quiere a él», les advirtió May ayer a sus ministros durante la última reunión del gabinete antes de que se inicien las vacaciones. La ministra del Interior, Amber Rudd, salió en defensa de la primera ministra asegurando que «apoyaba» totalmente la postura de la líder «tory» y animaba a sus compañeros a «trabajar» en el «gran» reto que tienen por delante.
Este golpe de autoridad por parte de May viene dado por la debilitada imagen del Gobierno y del Partido Conservador y tras un fin de semana lleno de filtraciones a la Prensa, la mayoría por parte de varios ministros contra el actual titular de Economía, Philip Hammond. La guerra interna «tory» sobre la postura que se debe tomar ante el Brexit está causando verdaderos estragos en la imagen del Gobierno.
Según el periódico británico «The Guardian», el influyente Comité 1922 del Partido Conservador le ha dado «vía libre» a May a la hora de «desalojar» a los ministros «desleales» que hayan filtrado detalles privados del gabinete o que están provocando disputas contra su liderazgo.
Además, para disipar todas las dudas sobre un posible adelanto electoral, Graham Brady, presidente del comité, le aseguró a «The Guardian» que el Partido Conservador «apoya» a Theresa May y «no hay intención de celebrar elecciones» ya que sería «una enorme distracción ante el importante trabajo» que debe llevar a cabo el Ejecutivo.
A pesar de los esfuerzos, varios diputados han declarado a los medios británicos que están convencidos de que las maniobras contra May seguirán después de las vacaciones de verano del Parlamento.
Además, el intento de acallar los rumores sobre otras elecciones generales no ha surtido efecto sobre los laboristas. Más bien todo lo contrario, ya que han declarado que como previsión a este posible giro político harán campaña durante estos meses. Su líder, Jeremy Corbyn, ya ha informado de estos planes a los diputados de su grupo parlamentario, que recibieron «muy bien» la noticia de que harán campaña en al menos 95 circunscripciones –20 de ellas en Escocia– durante este verano.
Los laboristas son conscientes de la debilidad del Partido Conservador y del Gobierno, y por eso van a centrar sus esfuerzos en lugares donde los «tories» gobiernan con mayoría simple. Se ven fuertes tras las elecciones del 8 de junio en las que su gran rival perdió la mayoría absoluta y ellos ganaron 30 diputados. Corbyn quiere demostrar que su partido en esta ocasión está más que preparado y que él es una opción muy viable como inquilino del 10 de Downing Street.
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