Motín en Rusia

La misteriosa vida de Prigozhin en San Petersburgo

Lukashenko confirma que el líder de Wagner ha abandonado su exilio en Bielorrusia y ha regresado a Rusia

El líder de Wagner, Yevgueni Prigozhin
El líder de Wagner, Yevgueni PrigozhinEuropa Press

Yevgueni Prigozhin, ayer líder del grupo de mercenarios Wagner y hoy enemigo número uno de Rusia, sigue en paradero desconocido aunque parece ser que se mueve a sus anchas a lo largo del territorio ruso. Esta es la conclusión que se puede obtener de las palabras del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que el jueves por la mañana confesaba que el exjefe mercenario ya no se encontraba dentro de las fronteras de su país, sino en su ciudad de residencia habitual. «En cuanto a Prigozhin, está en San Petersburgo. No está en el territorio de Bielorrusia. ¿Dónde está esta mañana? Tal vez fue a Moscú por la mañana», afirmaba el líder bielorruso, dando a entender que quien fuera íntimo amigo de Putin se encontraría en Rusia, donde no parece haber ninguna orden de detención contra él.

El mandatario bielorruso aprovechó la comparecencia para dar algunas pistas sobre el futuro de Wagner, oficialmente desmantelado en Rusia, pero con una propuesta para servir al régimen de Minsk. Parece que la apuesta de Lukashenko va en serio, ya que este no cree que la presencia de los mercenarios en su país represente una amenaza, confirmando que podría firmar un contrato que legalmente vincule a su país con el Grupo Wagner, aunque el mandatario ha preferido no dar más detalles de las futuras cláusulas.

«A nivel de ley o decreto presidencial, se determinará el marco en el que operará esta unidad» en Bielorrusia y en este se establecerá «todo», afirmó Lukashenko, que también reconoció que ya les había ofrecido un lugar en donde establecerse. «No estamos construyendo campamentos. Les ofrecimos varios antiguos campamentos militares que se usaron en la época soviética, también cerca de Osipovichi si están de acuerdo. Pero Wagner tiene una visión diferente para su despliegue, por supuesto, y no les diré más sobre esta visión», apostillaba el presidente, que confirmó una futura reunión con Vladimir Putin para discutir la situación de Prigozhin, al que considera un «hombre libre». Moscú ha propuesto a los mercenarios unirse al Ejército ruso, aunque muchos de ellos han optado por seguir enrolados en este batallón trasladándose a Bielorrusia, donde todo parece indicar que continuarán con sus actividades.

Mientras, los medios de comunicación rusos difundían imágenes de un supuesto registro policial a la suntuosa casa que Prigozhin posee en San Petersburgo, producido el pasado 24 de junio. En ella encontraron una gran cantidad de dinero en dólares y rublos, así como lingotes de oro, numerosas armas y algunos pasaportes con identidades falsas de Prigozhin. Lo más curioso no fue el helicóptero que el líder de los Wagner tenía aparcado en el jardín de la vivienda, sino la colección de pelucas que poseía escondidas en un armario. No se sabe si Prigozhin las guardaba para utilizarlas en el caso de tener que salir de manera urgente de Rusia, pero ya han sido objeto de risas en algunas tertulia políticas.

Junto a las escaleras de mármol y los muebles de roble, el oligarca tenía, además, algunos objetos curiosos, como una fotografía con cabezas cortadas o un gigantesco mazo donde figuraba la inscripción: «En caso de negociaciones importantes». Se han podido ver imágenes que Prigozhin guardaba del interior del lujoso tren presidencial utilizado por Putin, en el que destaca un centro antienvejecimiento.

El Kremlin ha afirmado que desconocen dónde se puede encontrar el polémico oligarca, apuntando a que desde Moscú no hay ordenado ningún tipo de seguimiento sobre Prigozhin. La familia del exjefe de los mercenarios también ha podido abandonar Rusia, pudiéndose encontrar en algún país europeo.