Kremlin
Qué significa la vuelta de Prigozhin a Rusia cuando Putin está desmantelando Wagner
El jefe del grupo de mercenarios se había exiliado a Bielorrusia tras el fracaso del motín militar contra el Kremlin
El líder de Bielorrusia, Aleksander Lukashenko, ha anunciado que el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, en el punto de mira después del motín militar contra Vladimir Putin, ya no está en suelo bielorruso. El jefe del grupo de mercenarios se fue al exilio tras la fracasada insurrección y ahora estaría en la ciudad rusa de San Petersburgo.
Prigozhin viajó hasta Bielorrusia como parte de un acuerdo con la cúpula del Kremlin a cambio de que se le retiraran todos los cargos penales por traición. Desde entonces, Putin está buscando fórmulas para debilitar y desmantelar Wagner, cuyas fuerzas militares han resultado clave para la captura de Bajmut, en el este de Ucrania, y la toma de otras ciudades ucranianas.
"En cuanto a Yevgeny Prigozhin, se encuentra en San Petersburgo. O quizá esta mañana viaje a Moscú o a otro lugar", dijo Lukashenko en una rueda de prensa este jueves. "Pero ahora no está en el territorio de Bielorrusia". El medio ruso Fontanka reveló días atrás que Prigozhin fue visto el 4 de julio en San Petersburgo, donde se le devolvió una pistola y otras armas requisadas durante un registro policial.
La vuelta de Prigozhin a Rusia puede disparar la incertidumbre que se ha vivido en el entorno del Kremlin desde el intento de insurrección. La presencia del fundador de Wagner bien en Moscú o en San Petersburgo coincide con el allanamiento de una de las casas del magnate en esta última ciudad, donde conoció precisamente al presidente ruso.
El periódico pro Kremlin "Izvestiya" ha publicado que los servicios de seguridad rusos allanaron la mansión de Prigozhin en las últimas horas y encontraron armas, un helicóptero, lingotes de oro e incluso pelucas. Según esta información, también se halló un caimán disecado y una foto enmarcada que supuestamente mostraba las cabezas cortadas de los enemigos de Prigozhin. Para algunos analistas políticos ucranianos, la revelación de estos detalles lleva la firma del Kremlin y sería un intento de desprestigiar la figura del magnate a ojos de la población local.
El periodista ruso Eduard Petrov dijo anoche en un programa de televisión en Rusia que en la propiedad del empresario se encontraron de 6,5 millones de dólares. En el citado programa televisivo, Petrov reveló que además se hallaron numerosos pasaportes que Prigozhin había usado y que tenían diferentes nombres. "Una persona normal no puede tener tantos pasaportes", señaló el periodista, quien añadió: "Necesitamos llegar al fondo de quién estaba de qué lado (en el motín). Necesitamos castigarlos y procesarlos".
Nadie conoce el propósito que ha motivado la vuelta de Prigozhin a Rusia en un momento muy delicado para la estabilidad del país y la imagen de Putin. Analistas ucranianos aseguran que el jefe de los mercenarios ha vuelto a Rusia para negociar con Putin, a quien conoce muy bien desde hace años. "Si vuelve a Rusia es porque tiene garantías de seguridad", asegura una fuente ucraniana, que cree que el empresario puede estar negociando con el líder ruso una salida para sus mercenarios.
La semana pasada, Moscú comenzó a desmantelar el imperio corporativo de Prigozhin y cerró algunos de sus activos mediáticos. El Kremlin también tomó duras medidas contra los simpatizantes de Wagner dentro del ejército ruso. Varios medios rusos dijeron que el general ruso Sergei Surovikin fue detenido por orden de Putin.
El origen de la pelea de Prigozhin con la élite del Kremlin está en la decisión de Putin hace dos semanas de integrar a los soldados mercenarios de Wagner en las tropas regulares de las Fuerzas Armadas rusas. Esta medida habría supuesto el fin de las ayudas económicas a Wagner, lo que habría provocado un gran malestar con Prigozhin. Como resultado de ese choque de intereses, el magnate, antes conocido como el "cocinero de Putin", se levantó contra la cúpula militar rusa, especialmente contra Sergei Shoigu, el ministro de Defensa. Finalmente, Putin apoyó al jefe de la Defensa y condenó a Prigozhin al exilio.
Las últimas palabras públicas del jefe de Wagner se conocieron el viernes, a través de su Telegram, cuando dijo que "hoy necesitamos su apoyo más que nunca”, prometiendo nuevas victorias en el frente “en un futuro próximo”.
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