Irak
Mosul, a tiro de piedra
El Gobierno iraquí asegura que la reconquista de la segunda ciudad del país «avanza más rápido de lo previsto». Los soldados kurdos se apuntan más éxitos en la ofensiva contra Daesh
El Gobierno iraquí asegura que la reconquista de la segunda ciudad del país «avanza más rápido de lo previsto». Los soldados kurdos se apuntan más éxitos en la ofensiva contra Daesh
Los kurdos volvieron a ser los protagonistas de una jornada cargada de éxitos militares. La ofensiva sobre Mosul, el último bastión yihadista en Irak, entró ayer en su cuarto día y fueron las fuerzas rebeldes kurdas, los «pesmerga», quienes abrieron un nuevo frente contra el autodenominado Estado Islámico, Daesh. En esta ocasión los pesmerga se dirigieron al noroeste de la ciudad septentrional iraquí, donde combatieron a los yihadistas hasta hacerse con el control del distrito de Bashiqa y la zona de Al Nauran. En la operación participaron, además, el Ejército iraquí y las fuerzas de la coalición, lideradas por Estados Unidos, que avanzaron en vehículos blindados y derribaron dos drones de Daesh empleados para tareas de reconocimiento. «El principal objetivo de esta ofensiva es limpiar el mayor número de pueblos caídos en manos de los radicales y cercar un perímetro de seguridad para controlar aquellas áreas estratégicas y restringir así los movimientos de la organización», declaró un portavoz del mando rebelde kurdo desplegado en Bashiqa.
Otra operación lanzada por los «pesmerga» y en la que participaron en torno a mil combatientes, en colaboración con los rebeldes kurdos iraníes del Partido de la Libertad Kurda (PAK), consiguió retomar el control sobre las ciudades de Nawaran y Barima, situadas al este del país. Hasta el momento, decenas de pueblos al norte y sur de Mosul han sido reconquistados y más de un centenar de familias, liberadas. El optimismo invade el campo de batalla. Según declaró el Comando Conjunto de Operaciones del Ejército iraquí, «podremos anunciar la reconquista de Mosul pronto». El ministro de Exteriores iraquí, Ibrahim Al Yafari, dijo en París, en la reunión para la estabilización de Mosul, que «la ofensiva sobre la ciudad avanza más rápido de lo previsto».
Por su parte, las fuerzas especiales iraquíes (CTS) llevaron a cabo otro avance importante al este, recuperando la localidad de Bartella, situada a unos 15 kilómetros de Mosul y considerada una posición estratégica para la liberación de la urbe. Hacia el sur, las fuerzas iraquíes avanzaron por el valle del Tigris, donde sorprendieron a miles de civiles en su huida de la ciudad. En el norte, un soldado norteamericano murió por la explosión de una bomba.
Entre 700.000 y 1,5 millones de personas continúan aún dentro de Mosul, donde ya escasean los suministros. Según anunció el pasado martes Naciones Unidas, hasta 200.000 personas podrían desplazarse durante las dos primeras semanas de la ofensiva. Esto ha obligado a las agencias de cooperación internacional a prepararse para la avalancha humana que se espera en el sur, este y norte de Mosul. Según han comunicado Oxfam y Save the Children, «la suerte de los civiles atrapados en Mosul –al menos 600.000 de ellos serían niños– pende de un hilo». Con el inicio de la ofensiva, las familias se enfrentan a una decisión imposible.
Pese a que el aparato de propaganda de Daesh confirma que aún permanecen dentro de Mosul unos 5.000 combatientes, el pasado miércoles un portavoz del Ejército de EE UU aseguró que los líderes de Daesh habían comenzado a huir, dejando a los voluntarios extranjeros para enfrentarse al Ejército iraquí y las fuerzas kurdas. Según confirmó el Pentágono, las salidas estarían siendo «vigiladas» y «se atacan desde el aire los convoyes de yihadistas que se baten en retirada», aunque se teme que muchos puedan escapar confundiéndose entre los civiles.
Occidente diseña en París la hoja de ruta para la ciudad liberada
La comunidad internacional pidió ayer en París un acuerdo político entre las autoridades iraquíes y las facciones locales para vencer al Estado Islámico (EI) en Mosul, donde se teme que las tensiones puedan aflorar entre las facciones de kurdos, chiíes y suníes una vez sean expulsados los yihadistas de la ciudad, que fue conquistada en 2014. La reunión de París acogió a representantes diplomáticos de 20 países y organizaciones internacionales como la ONU, la UE y la Liga de Estados Árabes y estuvo copresidida por el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, quien instó a lanzarse también a la reconquista de Raqa, ciudad siria considerada la capital del EI, situada en el norte del país. «Si queremos luchar eficazmente contra el terrorismo, es esencial» reconquistar también esta ciudad, refirió Ayrault.
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