Debate en Bruselas

El motivo por el que Orban no autoriza el paquete de 50.000 millones de la UE a Ucrania

Ucrania se halla en serios apuros tras el veto de ayuda financiera de la UE y de Estados Unidos por un valor superior a los 100.000 millones de euros

Viktor Orban quiere condicionar el ingreso sueco en la OTAN a los fondos europeos
Argentina.- Orbán respalda a Milei como nuevo presidente de Argentina: "es una nueva esperanza para América Latina"Europa Press

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán , ha desatado una nueva tormenta en el seno de la Unión Europea al vetar el envío a Ucrania de un paquete de ayuda financiera por valor de 50.000 millones de euros. En Kiev aún estaban celebrando la aprobación de la UE para su futura adhesión al club comunitario, cuando Orbán, el líder más prorruso de los 27, se opuso en el Consejo Europeo a una asistencia vital para que Ucrania mantenga sus opciones frente a la invasión rusa. Cabe recordar que el Congreso de Estados Unidos ha paralizado también una ayuda similar de 60.000 millones de dólares en el presupuesto del próximo ejercicio al gobierno de Volodimir Zelenski, quien ha advertido de que sin la ayuda de Occidente las posibilidades de ganar la guerra se esfuman por completo

Orban justificó su negativa a apoyar los fondos asegurando que ese dinero es de los ciudadanos húngaros y europeos. "Quieren darle el dinero de los húngaros y de los ciudadanos europeos a Ucrania", lo que resulta inaceptable, aseguró Orbán a la radio pública húngara Kossuth desde Bruselas, donde los líderes comunitarios prosiguen hoy la segunda jornada de la cumbre. Por otra parte, Orbán también se mostró contrario a que la UE acuda a un crédito y aseguró que "no resulta de interés para Hungría que la UE utilice el dinero de esta manera". "La situación (bélica) en Ucrania es mala. No se debería enviar dinero, lo que se necesita son el alto al fuego y las negociaciones de paz", reiteró. "En este caso hay un daño de los intereses (húngaros). Por eso he dicho a esto que no", justificó su decisión de esta madrugada.

Esta madrugada Orbán informó en su cuenta de X (antes Twitter) que ha vetado dos asuntos, el "dinero extra para Ucrania" y "la revisión del MFP (presupuesto)". El primer ministro húngaro adelantó que se espera que en los primeros meses de 2024 habrá una nueva cumbre extraordinaria, donde se tratará de nuevo el tema "después de una preparación adecuada".

Tras el veto de Orbán la cumbre decidió aplazar a enero de 2024 las negociaciones sobre el nuevo paquete de ayuda económica a Ucrania de 50.000 millones. "Veintiséis líderes están de acuerdo en todos los componentes", confirmó en declaraciones a los medios el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien precisó que un país, Suecia, debe consultar a su Parlamento y otro, en referencia a Hungría aunque no lo nombró, no apoyó el documento.

Ahora Orbán agregó que ayer no participó en la votación sobre el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania para que así se pueda avanzar en el proceso, que sigue considerando "erróneo". "Hungría no pierde nada con esto", afirmó el primer ministro añadiendo que la última palabra será de los parlamentos nacionales, tras un largo proceso, cuando los diputados húngaros podrán decir no, si así lo consideran. Aunque los líderes de la UE han superado el obstáculo inicial en el camino de Ucrania hacia la membresía de la Unión, la retirada de Orban no garantiza que a Kiev se le permita ingresar al club. Hungría todavía puede intervenir en los muchos pasos pendientes que requieren unanimidad, advierte en un artículo Politico.

Orbán es considerado el líder europeo más cercano a Moscú en la UE y se opone a las sanciones comunitarias contra Rusia, a pesar de que hasta el momento ha aprobado todos los paquetes punitivos. El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo a los periodistas este viernes que es optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo presupuestario en enero.

A principios de esta semana, la Comisión Europea desbloqueó 10.200 millones de euros en fondos de cohesión de la UE congelados destinados a Hungría, una medida que la Comisión insistió que era independiente de las amenazas de Orban de bloquear el proceso de adhesión de Ucrania.