Política

Irlanda del Norte

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El presidente estadounidense, Barack Obama, protagoniza hoy su primera visita oficial a Berlín, un viaje pendiente desde que hace más de cinco años llegó a la Casa Blanca y con el que desea reforzar los lazos con la principal potencia europea y con su canciller, Angela Merkel.

Obama llegó ayer tarde a la capital alemana tras concluir la cumbre del G8 en Irlanda del Norte y permanecerá poco más de 24 horas en la ciudad, donde pronunciará un esperado discurso ante 4.000 invitados reunidos en la Puerta de Brandeburgo.

Asuntos polémicos como la decisión estadounidense de enviar armas a la oposición Siria o su programa de espionaje masivo en Internet amenazan con enturbiar la visita, pero ambos gobiernos han preferido poner el acento en los puntos de consenso, como el próximo inicio de las negociaciones para firmar un acuerdo de libre comercio entre EEUU y la UE.

Con el centro de Berlín blindado por la policía, Obama comenzará su jornada junto al presidente alemán, Joachim Gauk, para reunirse después con Merkel en la Cancillería y ofrecer una rueda de prensa conjunta.

Tras un almuerzo a solas, ambos subirán al escenario instalado en la Puerta de Brandeburgo, cincuenta años después de que John F. Kennedy, en aquella ocasión en el sector occidental de una ciudad dividida por el Muro, pronunciara en la capital la célebre frase "Ich bin ein Berliner"("Soy un berlinés").

Es la primera visita oficial a Berlín de Obama como presidente de EEUU, aunque como candidato a la Casa Blanca, en 2008, ofreció en la ciudad su único acto de campaña fuera de su país y logró congregar a cerca de 200.000 personas en la Columna de la Victoria.

Con el argumento de que era un candidato, todavía no presidente, Merkel se negó en aquel momento a dejarle hablar ante la Puerta de Brandeburgo, con lo que su discurso de hoy ha despertado especial expectación.

Antes de asistir a la cena de gala con la que se cerrará la visita en el Palacio de Charlottenburg, Obama ha hecho también un hueco en su agenda para entrevistarse con el candidato socialdemócrata a las elecciones generales alemanas del próximo 22 de septiembre, Peer Steinbrück.

Abandonará Berlín a última hora de la tarde junto a sus hijas y su mujer, Michelle, quien durante la jornada visitará el Monumento a las víctimas del Holocausto y el Memorial del Muro acompañada del marido de Merkel, el catedrático Joachim Sauer