Órdago «tory»

Las políticas que ha planteado la primera ministra británica, Theresa May, en las últimas semanas tienen un fuerte carácter nacionalista o lo que los ingleses diríamos una ideología «One Nation», basada en que la cohesión social está ligada a lo cultural y a un «contrato» razonable entre el capital y el trabajo dentro del libre mercado. Ella interpreta la decisión del Brexit en esta dirección, priorizando los controles sobre el acceso de los europeos al mercado laboral y ha optado por establecer prioridades para contratar a los británicos frente a los extranjeros, incentivando la formación de trabajadores nacionales.

Sin embargo, no existen evidencias de que los trabajadores extranjeros supongan una amenaza para los nacionales, al contrario, son esenciales para el sistema sanitario, así como en empleos como la construcción. Sí es cierto que la llegada de inmigrantes ha podido producir ciertos efectos negativos a nivel más local, pero, en general, los trabajadores foráneos son beneficiosos para la economía británica.

Ahora, la estrategia que debe seguir May es mantenerse fuerte y aprovecharse de la debilidad del Partido Laborista. En unas posibles elecciones anticipadas saldría reforzada y además, conseguiría un mayor respaldo de los «tories», que todavía no confían en ella al cien por cien.

*Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Southampton