Extrema derecha

Países Bajos mide la fuerza del populismo europeo en las urnas

Comienza la campaña electoral con el candidato ultraderechista al frente de los sondeos

El ultraderechista holandés Geert Wilders (en el centro) a su llegada al Senado en La Haya, esta semana
El ultraderechista holandés Geert Wilders (en el centro) a su llegada al Senado en La Haya, esta semanalarazon

Comienza la campaña electoral con el candidato ultraderechista al frente de los sondeos

Arranca la campaña electoral en Países Bajos con el islamófobo Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders liderando las encuestas por un estrecho margen. Su máximo rival son los liberales de derechas (VVP), del actual primer ministro, Mark Rutte. Las legislativas del 15 de marzo son la primera fecha de un intenso año electoral en la Unión Europea, en el que los movimientos populistas y eurófobos, crecidos tras el triunfo del Brexit y Donald Trump, aspiran a poner contra las cuerdas a los partidos tradicionales. El líder ultra holandés vaticina que el 15 de marzo inaugurará una «primavera patriótica» en Europa que inspirará a franceses, alemanes y checos en las próxima citas con las urnas a lo largo del año en curso.

Wilders, que ha suspendido temporalmente sus actos electorales tras la detención de un miembro de su equipo de seguridad por filtrar información a una banda criminal, ha vuelto a polarizar la compaña alrededor de la inmigración y la llegada de refugiados a Países Bajos. De hecho, su programa (por llamarlo de alguna manera) es un folio con once propuestas centradas en «desislamizar el país». «No voy a hacer promesas detalladas a los holandeses, sólo una: voy a devolver Holanda a los holandeses», insiste cuando se le pregunta por sus propuestas sobre sanidad, educación o economía. Para conseguirlo también promete convocar un referéndum para salir de la UE, el «Nexit» –siguiendo los pasos de Marine Le Pen en Francia–, un escenario que no estaría mal visto entre los holandeses a tenor de lo que decían en una encuesta el año pasado, en la que un 54% afirmaba desear esa consulta, aunque sólo un 48% estaba dispuesto a apoyar la salida.

Entre sus propuestas islamófobas, destacan prohibir el Corán –al que compara con la obra «Mein Kampt» de Adolf Hitler– y la educación musulmana además de cerrar las mezquitas, así como impedir la entrada en el país a los inmigrantes de origen musulmán. «Tampoco iremos casa por casa recogiendo los ejemplares del Corán. Al fin y al cabo se lo podrán descargar de internet», matiza el líder utlraderechista, que fue condenado, pero no sancionado, en diciembre por la Justicia por discriminación e insultos a la comunidad marroquí, a la que tacha de «escoria».

Sus promesas, en cualquier caso, están lejos de convertirse en realidad dado el rechazo que Wilders despierta en el resto de partidos, que ya han anunciado su oposición a pactar con él una coalición de Gobierno tras las elecciones. En el tradicional fragmentado panorama político holandés, donde se prevé que catorce de la treintena de partidos que concurren a las elecciones se sentarán en el nuevo Parlamento, el PVV tendrá muy difícil sumar apoyos. Los sondeos le conceden entre 24 y 28 diputados en una Cámara de 150 donde la mayoría absoluta se sitúa en 76 escaños.

Como Marine Le Pen en Francia, Wilders es un maestro en jugar la carta del victimismo y denunciar que es excluido por el «establishment» político holandés. De ahí que reclame su derecho a gobernar si triunfa el 15 de marzo y alerte de que se desencadenará una «revuelta» en la calle si es marginado porque «la exclusión de una parte por adelantado es insultar a millones de votantes, y no es democrático». «No se puede ignorar la voluntad de 2,5 millones de personas», insiste.

Lo cierto es que no sería la primera vez que en Países Bajos no gobierna la lista más votada. Ya ocurrió en 1971 y 1977. El liberal Rutte, a escasa distancia en los sondeos con entre 23 y 27 escaños, respondió categóricamente a su rival que «la probabilidad no es 0,1%, sino cero, de que el VVD gobierne con Wilders».

Sea como fuere, el líder xenófobo ha sabido captar y agravar a su favor la creciente inquietud de la población por la llegada de inmigrantes y refugiados. Según una encuesta de Ipsos, el 86% del electorado holandés está «preocupado» o «muy preocupado» porque piensa que las normas y valores esenciales del país están en peor situación que hace cinco años. Asimismo, la mayoría cree que los musulmanes representan un 19% de la población, cuando en realidad son el 4,5%.

El ultraderechista comenzó su carrera política en el liberal VVD, del que fue asesor político y escribió los discursos hasta que fue elegido concejal en 1997, diputado un año después, y portavoz del partido en 2002. Pero se dio de baja en 2004 en protesta por el apoyo holandés a la adhesión de Turquía a la UE. Dos años más tarde fundó el Partido de la Libertad y entró en el Parlamento con nueve escaños. Durante la última década ha monopolizado el debate político nacional con sus propuestas antiinmigración, algunas de las cuales han terminado siendo aceptadas por sus rivales políticos, como la reciente prohibición del velo en lugares públicos.

Próximos tests

- Francia

Lidera las encuestas la ultraderechista Marine Le Pen, que ganaría en primera vuelta (23 de abril), pero perdería la presidencia ante el candidato Macron en el desempate, el 7 de mayo.

- Alemania

Las elecciones de octubre las ganarían los socialdemócratas por un punto al partido de Merkel, pero la formación ultra AfD duplicaría sus apoyos al lograr un 11% de votos.

- República checa

En octubre se celebran elecciones generales y el partido populista ANO, del empresario Andrej Babis, parte como favorito para ganar y poder formar gobierno.