Política

Francia

"Pañuelos rojos"contra la violencia de los "chalecos amarillos"

Más de 10.000 personas marchan en París al grito de "sí a la democracia, no a la revolución".

Un manifestante alza el puño envuelto en un pañuelo rojo durante la marcha de ayer en la capital francesa contra los incidentes de las últimas semanas / Ap
Un manifestante alza el puño envuelto en un pañuelo rojo durante la marcha de ayer en la capital francesa contra los incidentes de las últimas semanas / Aplarazon

Más de 10.000 personas marchan en París al grito de "sí a la democracia, no a la revolución".

Están cansados de soportar incidentes cada fin de semana y dicen que ahora ha llegado su momento. Ayer salieron a las calles de París varias asociaciones englobadas en el movimiento de los «pañuelos rojos» en una manifestación de protesta contra los «chalecos amarillos» y a favor de la estabilidad y la calma en Francia tras casi tres meses de movilizaciones tan solo interrumpidas por una breve tregua navideña. Según cifras de la prefectura policial, unas 10.500 personas se sumaron a la manifestación en un día frío y lluvioso en París

En el cortejo, donde se podían ver banderas francesas y algunas europeas, los manifestantes gritaban «sí a la democracia, no a la revolución». Algunos de ellos lucían camisetas con mensajes como «me gusta mi república» o «stop a la violencia». Según Laurent Soulié, de 51 años, organizador de la marcha, los «pañuelos rojos» responden a un llamamiento de la «mayoría silenciosa que está escondida en su casa desde hace diez semanas».

La marcha se celebró tras el decimoprimer sábado de movilizaciones de los «chalecos amarillos», que reunieron a 69.000 personas y se saldaron con más de medio centenar de detenidos y algunos disturbios en la plaza de la Bastilla en la capital gala por el levantamiento de barricadas y el lanzamiento de objetos contra los agentes de la Policía.

Durante los días previos a la marcha, los organizadores habían insistido en que el desfile de los «pañuelos rojos» no es ni una manifestación contra los «chalecos amarillos» ni un apoyo al presidente Emmanuel Macron, sino que defiende de una forma más amplia la República. Pero los «pañuelos rojos» quieren dar voz a la mayoría silenciosa de franceses que, según ellos, defienden las instituciones democráticas y no desean la deriva de la insurrección iniciada por los «chalecos» el pasado 17 de noviembre. Se han estado organizando a través de Facebook durante estas semanas haciendo un llamamiento a que «la mayoría, silenciosa hasta ahora en Francia, debe levantarse». «Basta de bloqueos, de violencia, de confiscación de la palabra y el espacio público», añadía.

Dicen que continuarán movilizándose en estos momentos marcados por la apertura del gran debate ciudadano impulsado por el presidente Macron como respuesta a la crisis abierta, y que se va a prolongar durante los próximos dos meses sin que se sepa a ciencia cierta qué respuestas concretas puedan aportar las conclusiones que el propio presidente galo se ha comprometido a analizar.

El apoyo al movimiento de los «chalecos amarillos» sigue siendo importante entre la opinión pública, rondando el 58% de aprobación; una cifra que, sin embargo, ha ido cayendo en las últimas semanas. Ni el apoyo es tan masivo como hace dos meses ni el movimiento tan férreo. Esta semana ha saltado uno de los grandes motivos de discordia entre los propios «chalecos»: el anuncio de una lista para las elecciones europeas de mayo por parte de Ingrid Levavasseur y Hayk Shahinyan, pioneros del movimiento. La iniciativa fue blanco de numerosas críticas entre los militantes, que vieron una traición al carácter no partidista del colectivo.