Crisis pol

José Jerí, el noveno presidente de Perú en 15 años

Dina Boluarte es destituida por grave "incapacidad moral" y se desconoce su paradero. Asume la presidencia interina un abogado acusado de varios delitos, entre ellos abuso sexual

(Foto de ARCHIVO) Imagen de archivo del nuevo presidente de Perú, José Jerí. Europa Press/Contacto/El Comercio 13/09/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN
Perú.- José Jerí jura el cargo como nuevo presidente de Perú, el octavo en diez añosCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

A seis meses de nuevas elecciones presidenciales, el viernes 10 de octubre, Perú amaneció con un nuevo presidente, el noveno en 15 años. El abogado José Jerí Bustamante, de 38 años, fue proclamado como tal, de acuerdo a la sucesión Constitucional, y pasó de ser Presidente del Congreso a gobernar una nación de casi 34 millones de habitantes, convulsionada y sumida en una crisis de inseguridad, luego de la destitución de Dina Ercilia Boluarte Zegarra, apeada por unanimidad y de madrugada por el Parlamento peruano por "grave incapacidad moral".

Jerí se convierte así en el tercer mandatario en cinco años, luego de que Pedro Castillo fuese destituido a fines del año 2022, también por el Parlamento, por intentar dar un golpe de Estado y que asumiera en su lugar, su vicepresidenta, la expectorada Boluarte.

Ella se hizo famosa a nivel internacional por sus actos frívolos como abandonar la presidencia por 15 días para hacerse una rinoplastia y otras cirugías en el rostro y por recibir Rolex y joyas como "regalo" de un gobernador regional, a quien a cambio concedió recursos para obras por más de 100 millones de dólares. Hechos que le costaron investigaciones fiscales por abandono de cargo y corrupción, respectivamente.

Jerí es además el noveno Presidente de los últimos quince años, lo que demuestra el nivel de corrosión social y política que afronta ese país debido a la corrupción principalmente. De todos esos últimos expresidentes, al menos seis han estado presos por delitos de corrupción o van camino a ello. Boluarte es una más que no escaparía de la cárcel.

El nuevo presidente también llega con sombras y acusaciones a Palacio de Gobierno. A fines del año pasado, fue denunciado por una joven, amiga de él, de haber abusado sexualmente de ella, en una reunión de año nuevo que el flamante Presidenta había organizado en una casa de campo, en las afueras de Lima. Su bividí mojado apareció en la habitación donde había sido presuntamente ultrajada la joven, luego de que todos los asistentes consumieran alcohol en exceso y se bañaran en la piscina.

Después de una investigación sumaria el caso fue archivado, por supuesta falta de pruebas por un fiscal que ha sido cuestionado. También se le indagó por presunto enriquecimiento ilícito, luego de que su patrimonio se incrementara repentinamente, investigación que tampoco prosperó. El año pasado también fue denunciado, a través de los medios de prensa, por una empresaria que lo acusó de haberle cobrado coimas para sacar una ley cuando era presidente de la Comisión de Presupuesto del Parlamento. No obstante ha salido bien librado de todas esas acusaciones. La misma noche de la destitución de Boluarte, se presentó una moción de censura para que no asumiera el cargo de Presidente de la Nación, pero no se alcanzaron los votos suficientes.

"Hoy asumo con humildad la Presidencia de la República por sucesión constitucional para instalar y dirigir un gobierno de transición, de empatía y de reconciliación nacional de amplia base", dijo Jerí en su primer discurso. En horas de la tarde se sabrá si la empatía y la amplia base se pone en práctica cuando juramente a su nuevo gabinete de ministros. La ciudadanía quiere cambios y no continuidad. Diversos analistas opinan que su permanencia como presidente interino es aún frágil y dependerá de sus primeras medidas de gobierno. Se anuncian marchas de protestas para que se deroguen las leyes pro-crimen organizado.

Jerí ha marcado su breve pero intensa trayectoria política con golpes de suerte y azares del destino. En las últimas elecciones legislativas no fue elegido parlamentario, obtuvo apenas 11 mil votos, el mismo número de seguidores que tiene en Instagram, pero accedió a una curul en el Congreso como accesitario, cuando fue inhabilitado el expresidente Martín Vizcarra, quien sí había sido electo como cabeza de la lista de Somos Perú, un partido de centro derecha.

Ahora se hace de la Presidencia gracias a la vacancia express con la que finalmente cayó Boluarte, quien venía siendo repudiada por casi toda la población, acusada de corrupta, frivola, inepta y de ser responsable de la muerte de 50 personas, incluidos 6 menores de edad, que fueron asesinadas por las Fuerzas Armadas, en medio de una serie de protestas, apenas ella asumió el mandato en reemplazo de Pedro Castillo. Las últimas encuestas le daban 0 de aprobación, sin embargo, era sostenida por los partidos de derecha, encabezados por Fuerza Popular que dirige la heredera del dictador Fujimori, Keiko Fujimori.

La prensa, la oposición y prácticamente toda la población percibían y denunciaban un co-gobierno entre el Legislativo y el Ejecutivo. En los hechos el congreso dominado por fujimoristas y otros grupos de derecha dieron leyes que Boluarte promulgaba y que atacaban el sistema anticorrupción y la independencia de poderes del Estado, leyes a favor de la minería ilegal y del crimen organizado que tiene en zozobra a la población bajo la modalidad de la extorsión, los secuestros y el robo agravado.

Cualquier comerciante, chófer de transporte público, peluquero, grupo musical o colegio son extorsionados por los delincuentes que piden sumas exorbitantes a cambio de no atacarlos y así han matado a muchos trabajadores y empresarios que se negaron o no pudieron pagar lo que exigían los extorsionadores. A casi 6 mil ascienden las víctimas bajo esta modalidad durante el gobierno de Boluarte. A diario la policía recibe 87 denuncias por extorsión.

La destituida mandataria tenía a la población en contra y la Justicia la perseguía en más de diez investigaciones por cargos de homicidio, corrupción, abandono de cargo, encubrimiento de un prófugo, entre otros delitos graves. No obstante, la salida de Dina Boluarte se tornaba imposible debido a que el Parlamento se negaba a destituirla y rechazaba las denuncias constitucionales en su contra.

Hasta que su salida fue detonada literalmente a balazos la noche previa a su destitución. Un atentado criminal en medio de un concierto musical de uno de los grupos emblemáticos de cumbia, Agua Marina, que venía siendo extorsionado por los delincuentes, frente a miles de asistentes en el Círculo Militar de Chorrillos desató la indignación sobre el fracaso de Boluarte para combatir la delincuencia y gobernar. Cuatro músicos fueron heridos de bala y su estado es grave. El atentado conmocionó al Perú y fue la sentencia final contra Boluarte.

Sus aliados entonces la abandonaron a su suerte y presentaron mociones de vacancia en su contra que fueron votadas por unanimidad en la madrugada. Antes de dejar Palacio, Boluarte dio un extenso discurso grabado que era emitido por el canal del Estado, pero fue interrumpido para dar pase a la proclamación del nuevo presidente interino. Se desconoce su paradero. Varios congresistas han solicitado a diversas embajadas que no le den asilo político.